Vuelve a oler a Semana Santa en la calle Rioja
Vísperas de Semana Santa
El Cristo de los Desamparados saldrá el Sábado de Pasión l Se bendijo el paso en el que procesionará
En la iglesia del Santo Ángel vuelve a oler a Semana Santa. El 13 de abril, Sábado de Pasión, saldrá en procesión de esta iglesia de la calle Rioja el Santísimo Cristo de los Desamparados, imagen de Martínez Montañés que volverá a las calles donde se fraguó su historia.
Una historia rocambolesca que contó Juan Dobado, prior de esta iglesia de carmelitas descalzos. Se entremezclaron las reflexiones de los protagonistas con la música del Carmen de Salteras. Esta agrupación musical acompañará al Cristo en su salida. Ayer, con una iglesia repleta –tiene capacidad para 450 personas sentadas y había muchísima gente de pie– ofreció un repertorio con sabor a concierto y plenitud devocional: Soléa dame la mano, Quinta Angustia, Amarguras y Virgen del Valle. Con esta última se simbolizaba el regreso de ese olor a Semana Santa al templo. Hace casi medio siglo salía del Santo Ángel la hermandad del Valle. Fue ese recuerdo uno de los motivos que llevó a Manuel Villanueva, dinastía de capataces, a aceptar el envite de sacar un paso “antes de Semana Santa, cosa que no hago nunca”. El recuerdo de cuando lo sacaba con su padre y las vivencias cuando lo hizo con el titular San Bernardo le hicieron cambiar de opinión.
José Antonio Rodríguez, mantenedor del acto, eligió al mejor de los guionistas. Llevó un ejemplar de la novela El hombre que esculpió a Dios, esa novela negra –de negro pasión– en la que Fernando Carrasco indaga en la compleja relación entre Martínez Montañés, autor del Cristo de los Desamparados, y su ahijado artístico Juan de Mesa.Leyó el párrafo en el que el escultor de Alcalá la Real (Jaén) veía por el callejón de los pobres a los monjes carmelitas mitigando el hambre de los mendigos con ollas de sopa. Esa caridad le impresionó y decidió hacerlo sin cobrar.
“El Cristo de Martínez Montañés sigue siendo el de la Sopa”, dijo Juan Dobado. “Hay una parte visible que veis todos, pero más importante es lo que no se ve, la sopa que se le sigue dando a los pobres en el comedor de San Juan de Dios”. En el cuadragésimo aniversario de los hermanos costaleros, se destacó el trabajo de los hermanos capataces, Manuel y Carlos Villanueva.
Todo empezó con una llamada telefónica a Juan Dobado desde Sanlúcar de Barrameda. Una hermandad, la del Pequeño Rebaño, le habló de un paso que había salido de un taller sevillano. Entre las manos que intervinieron en él, las de Ortega Bru y Guzmán Bejarano. El prior del Santo Ángel se encomendó a su patrona, Santa Teresa de Jesús, viajó a la capital de la manzanilla y dijo: “nos lo llevamos”. El taller de los hermanos Caballero le hizo una nueva parihuela; un taller de costura de mujeres le preparó los faldones. Las nombró a todas. Un trabajo en tiempo récord, contrapunto de los cuatro siglos de la imagen en la iglesia, que permitirá hacer realidad el sueño de la Asociación de fieles devotos del Santísimo Cristo de los Desamparados, María Santísima de la Salud, San Juan de la Cruz, Lignum Crucis y Snto Ángel Custodio.
Acudieron los hermanos mayores de Montserrat, Estrella, San Bernardo y Carmen de Calatrava. Al Ayuntamiento lo representaron Rafael Belmonte y Amidea Navarro, del PP. José María Álvarez, director del Carmen de Salteras, se mostró honrado y pondrá la música sacra, el “octavo sacramento” (Fran López de Paz).
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