Una procesión que sabe a reconquista
San Fernando y la Virgen de Valme recorren en el entorno de la Catedral arropados por numerosos fieles
La Catedral muestra el gran legado de San Fernando en el 775 aniversario de la recuperación del culto cristiano
La Virgen de Valme se traslada en descapotable para su histórica procesión en Sevilla
Como si fuera una nueva reconquista. Así se ha vivido en la tarde de este sábado la procesión extraordinaria de la Virgen de Valme y San Fernando. Miles de devotos y fieles, muchos de ellos llegados desde Dos Hermanas, no han querido perderse esta cita que sí, puede considerarse histórica frente a tantas otras procesiones fuera de calendario que se celebran prácticamente cada fin de semana y que no cuentan, por mucho que se quiera vender lo contrario, con ninguna justificación o atractivo fuera de lo común. Hartazgo lo llaman algunos. Jugar a los pasitos, otros. Pero la de este sábado sí que estaba justificada por el peso de los siglos y por la historia de la ciudad, ya que nada más y nada menos se trataba de celebrar los 775 años de la vuelta de Sevilla a occidente gracias a este monarca castellano al que veneramos y a la Virgen a la que se encomendó para ello. El Cabildo así lo entendió y le ha regalado a la ciudad un buen puñado de estampas únicas que se recordarán durante muchos años. Algunos, los mismos que despotrican de tanta procesión sin sentido, reconocían abiertamente que hasta echaban de menos a la Virgen de los Reyes y a alguna que otra imagen en este magno cortejo.
Puntuales a la cita, a las cinco en punto, comenzaba el desfile de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla a los sones de Corpus Christi. El amplio cortejo, con una configuración muy parecida a la de la procesión eucarística, comenzaba a desplegarse por una repleta Avenida de la Constitución. Como en todas las procesiones importantes organizadas por la Catedral, los niños carráncanos de la Sacramental del Sagrario han tenido el privilegio de situarse en la cabecera. Al mismo tiempo que salía el cortejo a la calle se celebraba en el Altar del Jubileo la sabatina ante los pasos de San Fernando y la Virgen de Valme. Tuvo que ser un momento muy emotivo del que no quedará testimonio en los medios de comunicación al no haberse permitido la presencia de la prensa.
La procesión se dividía en dos cortejos claramente diferenciados. El de San Fernando, con la presencia de las parroquias sevillanas, majestuosas sus cruces; o las hermandades que tienen al monarca como titular o que cuentan con una imagen de origen fernandino; y el de la Virgen que es protectora de Dos Hermanas, en el que figuraban las hermandades y asociaciones nazarenas y los hermanos de Valme y los consejos de cofradías de ambas ciudades. Tras cada uno de los pasos se situaron los respectivos Cabildos Civiles con los alcaldes al frente. La salida de la Virgen fue recibida por un gran aplauso y los sinceros vivas lanzados por algunos devotos que fueron secundados por la mayoría.
Todo el recorrido se ha realizado de manera primorosa. Disfrutaron los hermanos de Valme paseando a su Virgen por las calles de la ciudad que hace 775 años San Fernando recorrió victorioso. El público ha respondido a la histórica procesión y ha arropado en todo momento la procesión en un ambiente festivo en el que, también hay que decirlo, se mezclaban los fieles y devotos con los curiosos y los muchos turistas que disfrutan este fin de semana de Sevilla. En cualquier caso, el itinerario dispuesto además de bello ha sido muy cómodo para poder acompañar a los pasos.
La Virgen de Valme ha vuelto a la Catedral pasadas las siete de la tarde tras esta salida que quedará en la memoria de todos los que la vivieron. Sevilla se volverá a encontrar con la Virgen de Valme dentro de un año en la gran procesión de clausura del Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Mientras llega ese momento, queda tiempo para gozar de lo vivido este sábado.
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