La placa de Martínez Montañés se instalará en una “posición preferencial” de la plaza de la Magdalena
El Ayuntamiento asegura que la solución final se adoptará en coordinación con la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía
Se busca ubicación para una lápida
En una “posición preferencial”. La placa que recuerda al gran escultor Juan Martínez Montañés volverá a la Plaza de la Magdalena. La lápida, retirada tras iniciarse las obras de un hotel de lujo en el inmueble que la albergaba, está desmontada y guardada por la promotora de esta obra, según aseguraron ayer a este periódico desde el Ayuntamiento. Los técnicos se encuentran ahora evaluando su estado de conservación y estudiando cuál es la mejor ubicación para devolverla a su lugar natural, puesto que parece que no será en el mismo espacio en el que se encontraba al estar la fachada del inmueble prácticamente rematada.
Las acciones que se están realizando para volver a instalar la placa que recuerda que Juan Martínez Montañés se encuentra enterrado en la Plaza de la Magdalena, lugar que ocupaba la parroquia derribada por los franceses, van en diferentes sentidos, según explicó el Ayuntamiento. Por un lado, según el estado de conservación de la lápida, se evaluará si requiere algún tipo de tratamiento de restauración en función de la ubicación que se determine.
Por otra parte, se están estudiando diferentes propuestas para su colocación definitiva que, en cualquier caso, “tendrá una posición preferencial” dentro del renovado espacio. La promotora del hotel está abierta a la decisión final que se adoptará siempre en coordinación con la delegación territorial de Sevilla de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico.
La placa, con cuenta con categoría de monumento, fue instalada en 1957 por la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Como explica el Diagnóstico de los Monumentos Públicos de la Ciudad de Sevilla, “esta lápida es resultado de una iniciativa cultural que recuerda un hecho histórico relacionado con este lugar. En este sentido, debe entenderse como un monumento homenaje al escultor Juan Martínez Montañés. También aporta información histórica sobre este lugar”. El genio de la imaginería vivió y tuvo su taller en la calle de la Muela, actual O`Donnell, y tras fallecer en 1649 fue enterrado en el templo parroquial con el que su familia estuvo fuertemente vinculado durante más de un siglo.
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