Virgen del Camino: La Dolorosa que llegó de Triana

Las imágenes que fueron

Titular de la antigua Hermandad de los Mártires, hacía estación en la tarde del Jueves Santo a Santa Ana

Tras desaparecer su cofradía, fue trasladada desde la ‘catedral’ trianera a San Nicolás de Bari en 1880

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Virgen del Camino: La Dolorosa que llegó de Triana.
Virgen del Camino: La Dolorosa que llegó de Triana. / M. G.

EN el camarín en el que se veneró al Cristo gótico de la Sangre, se puede hoy contemplar a la implorante Dolorosa del Camino, imagen arrodillada de manos entrelazadas cuyo título hace referencia a la Patrona de León. Esta imagen es una de esas joyas que guardan los templos sevillanos y que aún son muy desconocidas para muchos fieles pese a su valía artística y gran historia. Proviene de una antigua y lustrosa corporación que se extinguió en el siglo XVIII en Los Remedios, pasando sus imágenes titulares –el Santo Ecce Homo y Nuestra Señora del Camino– primero a la parroquia de Los Remedios y luego a la trianera Santa Ana, según relata Bermejo. La Dolorosa fue trasladada a la parroquia de San Nicolás de Bari en 1880.

Sevilla, ciudad de tradición marinera, tenía numerosas cofradías que agrupaban a los distintos oficios relacionados con el mar. Una de estas corporaciones era la del gremio de calafates de Triana, conocida como Hermandad de los Santos Mártires. Hace unos años, el Archivo Histórico Provincial de Sevilla dedicó su “documento del mes” a esta cofradía. Entre otros, daba contaba sobre sus reglas. “El libro comienza con una petición de Francisco de Medina, prioste de la cofradía y hermandad de los Santos Mártires, que está en Triana, en la calle del Sol. Según el Diccionario Histórico de las calles de Sevilla corresponde a la actual calle Febo y ubica la antigua hermandad en la intersección con Farmacéutico Murillo Herrera”.

Según relata Bermejo, la corporación, tras vivir tiempos de esplendor desde su fundación en el siglo XVI, decae y abandona el culto en la segunda mitad del siglo XVIII. Abandonada su capilla del barrio de San Sebastián, las imágenes pasaron a venerarse hasta 1868 en la parroquia de Los Remedios. Tras el derribo de esta iglesia, pasaron a la capilla de Santa Catalina de Santa Ana. La Dolorosa fue, por último, trasladada a San Nicolás de Bari en 1880.

La Virgen del Camino de San Nicolás de Bari.
La Virgen del Camino de San Nicolás de Bari. / M. G.

“En el archivo parroquial hay muy poca documentación sobre la imagen. Se sabe que llega en el mismo momento que se va el antiguo Cristo de los Gitanos y traen el Nazareo de la Antigua y Siete Dolores, hoy titular de la Candelaria”, explica Miguel Sánchez Jaramillo, historiador y sacristán de San Nicolás. En el archivo parroquial también consta un intento de fundar una cofradía en torno a la bella Dolorosa, que no llega fructificar.

“Se trata de una Dolorosa muy interesante, de un barroco avanzado. Artísticamente supone la continuidad del estilo de Roldán, ya en el siglo XVIII, pero con una simplificación formal que inició Francisco Antonio Gijón en la Dolorosa de las Mínimas”, explica Andrés Luque Teruel, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla.

La Virgen del Camino en su altar de San Nicolás.
La Virgen del Camino en su altar de San Nicolás. / D. S.

La Virgen del Camino también es conocida por algunos como Virgen de los Dolores, puesto que su lugar lo ocupaba antes una imagen con esta advocación de la que nada se sabe. En el año 2014, fue restaurada por José Pérez Conde. Tras esta intervención, se realizó un besamanos extraordinario que tuvo continuidad hasta la irrupción de la pandemia. “Unas veces se hacía el Viernes de Dolores y otras el 15 de septiembre, siempre con mucha afluencia de fieles y gran aceptación”, subraya Sánchez Jaramillo.

Los rasgos y las proporciones de la talla son los de una imagen hecha para procesionar, como hacía en la tarde del Jueves Santo a Santa Ana. Está descartado que la imagen del Ecce Homo sea la del Señor de la Salud y Buen Viaje de San Esteban aunque, como revela Sánchez Jaramillo, en San Esteban se conserva una Dolorosa de pequeño formato idéntica la Virgen del Camino que se atribuye a Cristóbal Ramos.

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