El parqué
Jaime Sicilia
Quinta sesión en verde
Las imágenes podrán exponerse en actos de veneración extraordinaria durante lo días de Semana Santa; se podrán instalar altares efímeros; y podrán celebrarse actos de piedad en día en el que se tendría que efectuar la estación de penitencia. Estas son algunas de las indicaciones que el Arzobispado de Sevilla, a través de la delegación diocesana de Hermandades y Cofradías, ha enviado para la celebraciones que se deben hacer durante la cuaresma y la próxima Semana Santa. Se trata, como ya informó este periódico, de otorgar unos criterios comunes para lograr una uniformidad en las celebraciones. El Arzobispado no indica nada sobre la idoneidad o no de montar los pasos a las hermandades que así lo deseen, aunque cualquier decisión deberá tomarse de acuerdo con el director espiritual.
En lo que se refiere a la cuaresma, el Arzobispado señala:
En lo que se refiere a la Semana Santa se indica lo siguiente:
El Arzobispado de Sevilla, además, insta a las hermandades a unirse a las parroquias en las distintas celebraciones de la Semana Santa, como la misa del Domingo de Ramos; la misa de la Cena del Señor el Jueves Santo; la celebración de la Pasión el Viernes Santo, con el ejercicio del Via Crucis, la adoración de las cinco llagas de Jesús Crucificado, el ejercicio de las Siete Palabras de Ntro. Señor Jesucristo en la cruzo el rezo de la corona de los siete dolores de la Stma. Virgen María; o la celebración de la Vigilia Pascual.
En cuanto a las intenciones del acto de piedad que sustituirá a la estación de penitencia, se pedirá por: "El fin de la pandemia que nos golpea, por la curación de los enfermos, por la salvación de los que han fallecido, y por el consuelo y fortaleza de sus familiares y amigos. Por nuestro arzobispo D. Juan José, por su salud y sus intenciones, y por el próximo arzobispo de Sevilla”.
El Arzobispado subraya que, aunque sea doloroso no poder celebrar por segundo año consecutivo las estaciones de penitencia, "que el centro y el sentido de los cultos de estos días y de las propias procesiones de penitencia no es sino el Triduo Pascual, vivido en comunión litúrgica con toda la Iglesia universal". Por ello, insiste en desarrollar este año una vivencia más intensa que nunca a través de la oración, la piedad y las celebraciones de la liturgia. "Se nos abre, a pesar de las circunstancias, una oportunidad hermosa para acercarnos a la Cruz de Jesús de una manera diferente pero no menos fecunda".
También se alude al uso de las nuevas tecnologías para que las celebraciones y actos de las hermandades puedan ser transmitidos a los hermanos con costes muy económicos y sin límites geográficos. "Todo ello no deja de ser un gran apoyo que las hermandades están aprovechando muy bien y así debe seguir siendo, pues los principales beneficiarios son los enfermos, los ancianos y las familias que vivan lejos. No obstante, siempre que se pueda y teniendo en cuenta las prescripciones sanitarias, no descuidemos la participación presencial para tener un encuentro más personal e íntimo con el Señor".
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