El Martes Santo se ajustará al plan del Consejo
Las hermandades acatan esa configuración pese a recalcar de nuevo su inviabilidad.
Conflicto "definitivamente cerrado". El Martes Santo de 2019 tendrá la configuración que el Consejo presentó a las hermandades el pasado 24 de enero. Así se transmitió fírmemente este jueves durante una reunión celebrada en la sede de la institución. El Consejo ha hecho valer su autoridad. Las hermandades, según han puesto de manifiesto en el encuentro, han recalcado que el plan es inviable, tras estudiarlo de nuevo. Pese a ello, acatarán esta configuración que será sancionada en el Cabildo de Toma de Horas y pidieron al delegado, Daniel Perera, que realice los horarios e itinerarios detallados para ajustarse a ellos lo máximo posible, advirtiendo de los grandes sacrificios que tendrán que realizar.
Con un tuit informaban las hermandades de que se avenían al plan presentado por el Consejo tras la reunión que duró algo más de una hora: "Por responsabilidad, fidelidad y respeto a la autoridad eclesiástica, acatarán el plan impuesto por el Consejo, aunque no lo comparten por su inviabilidad".
El Consejo de Cofradías, con su presidente Francisco Vélez a la cabeza, no quería que se repitiera el Martes Santo de 2018, en el que las hermandades acordaron realizar la carrera oficial a la inversa con varias permutas en la nómina. Así lo dejó claro desde el primer momento, pese a que las hermandades pidieron por escrito repetir esta configuración con el compromiso de buscar, de cara al próximo año, una nueva que fuera del agrado de todos.
El pasado 24 de enero el Consejo presentó un concienzudo y completo estudio en el que proponía que la jornada comenzara a las 16:20 en la Campana con la llegada de la Hermandad de San Esteban, que precederá al Cerro, corporación que ha abierto el día desde 1989. A continuación, el Consejo situó a la Candelaria y San Benito, dos corporaciones que abandonan la segunda mitad de la jornada para evitar los tapones en la Alfalfa. La quinta cofradía del día sería la Bofetá, que tendrá que regresar por el Postigo a San Lorenzo y cerrarían las tres de negro: los Javieres, los Estudiantes y Santa Cruz.
Las hermandades presentaron una enmienda a la totalidad del plan, al considerar que era inviable, como han vuelto a insistir, por no contemplar los tiempos de paso y velocidades reales y provocar dos cruces que eran, según se recogía en su respuesta, imposible de salvar: el de la Puerta de Jerez y el de la Plaza del Triunfo, por donde discurrirían varias cofradías de manera consecutiva. Pese a ello, el Consejo está convencido de que el plan es perfectamente viable y, además, como adelantó este periódico, cuenta con el aval del Arzobispado y del Ayuntamiento.
El Consejo y las hermandades tratarán de ajustar el plan durante sucesivas reuniones para perfilar los puntos más conflictivos.
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