Una agradable mañana de Corpus de Sevilla de reencuentro y estrenos
La procesión recorre las calles el centro de la ciudad con la novedad del arzobispo y el alcalde
El cortejo y el público en la calle se mantienen en unas cifras estables
Corpus Sevilla 2022: una celebración que ha recobrado el esplendor en los últimos años
La Custodia del Corpus de Sevilla, la joya de Juan de Arfe
Así es la procesión del Corpus de Sevilla: pasos, representaciones y personas que participan
Un reencuentro con Dios en la calle. Sevilla ha vuelto a acompañar este jueves a Jesús Sacramentado. Ha sido una clásica mañana de Corpus. Fresca. Con un cielo cubierto por algunas nubes que han ocultado por momentos el molesto sol. Ha sido una mañana de estrenos. Los del arzobispo, que se ve cómo disfruta en todas estas celebraciones; y la del alcalde, el incombustible Antonio Muñoz, que ha sabido hacerse un hueco entre los siempre complicados cofrades. La participación en la procesión ha sido similar a la de los últimos años. Como el público asistente a la misma, más escaso al principio y muy numeroso a mediodía, cuando la Custodia de Arfe enfila el último tramo de la procesión.
Ha amanecido Sevilla en una mañana clara y muy agradable tras el susto de la leve lluvia que cayó en la noche de ayer y que deslució un poco la tradicional víspera. Uno de los momento más bonitos del jueves del Corpus es acompañar al Señor de la Cena hasta su altar en el Palacio Arzobispal. Así lo hacen muchas de las personas que luego participan en la procesión y este año, con el traslado del paso de misterio, el aliciente era doble. Llegaba el barco de los Terceros a la calle del recordado cardenal Amigo cuando en el interior del Templo Metropolitano se formaba la comitiva. Este año con la dificultad añadida de las obras en la parroquia del Sagrario, obligando al cortejo a recorrer más metros de los habituales.
Se podría decir que la procesión del Corpus de Sevilla se divide en varios tramos. A las 8:15 salían puntuales los niños carráncanos de la Sacramental del Sagrario por la Puerta de San Miguel. El cortejo comenzaba a desplegarse. Eran las glorias las que, con sus estandartes, dibujaban el contorno de la Avenida. La organización de una procesión como esta es sumamente compleja. Hay que acompasar la salida de unas representaciones, que oscilan en número de integrantes cada año, al desarrollo de la misa que preside el arzobispo en el Altar del Jubileo. Por eso, al igual que varios tramos, la procesión del Corpus cuenta con varias velocidades.
Decíamos que a las 8:30 eran las glorias las que ocupaban la Avenida de la Constitución. Llama la atención cómo en los últimos años se ha reducido drásticamente el número de sillas que se instalan durante el recorrido. Dónde antes había dos o tres filas, ahora sólo hay una. Prácticamente sucede en todos los tramos. En esta primera fase de la procesión, el cortejo avanza con lentitud. Incluso está durante muchos minutos parado. Así le ocurrió al paso de Santa Ángela de la Cruz en la Avenida. El público también es escaso a esa hora. Con la mayoría del local participando de la comitiva o aún por llegar, son los foráneos lo que más llaman la atención.
Largas filas de cofrades
La primera parte del cortejo del Corpus la forman largas filas de cofrades enchaquetados salpicados por algunos pasos muy de vez en cuando: Santa Ángela, Santa Justa y Rufina, San Isidoro y San Leandro. No se entienda esta aseveración como una crítica a las hermandades, ya que fueron ellas las que salvaron la procesión de su decaimiento en los años 80, pero sí es una llamada de atención, la misma que escribimos en la crónica de cada año, animando a replantearse la primer parte de la procesión. Quizás alguna banda de música. Una coral. Reubicar los pasos o, por qué no, incorporar uno nuevo con la imagen de San Hermenegildo, santo muy vinculado a la ciudad que cuenta con su hermandad.
La segunda parte de la procesión es la que empieza con San Fernando. En este momento el cortejo avanza ya de manera más ágil. Buena parte de las representaciones han regresado ya a la Catedral y ahora se incorporan a los que ven pasar la procesión. Es la hora de preguntar la valoración desde dentro: "Yo lo he visto más o menos todo como siempre. Quizás hemos estado algún tiempo más parados de la cuenta", responde un hermano de la Bofetá. Pues sí. Esa era la impresión general.
La música de la Banda Sinfónica Municipal, bajo la animosa y magistral batuta de Francisco Javier Gutiérrez, contribuye a sobrellevar la espera. A esta hora ya han pasado unas tres horas de procesión. En esta segunda parte, el Corpus toma velocidad. La Custodia ha salido este año con algunos minutos de retraso de la Catedral. Nada significativo y ni mucho menos irrecuperable para que al final se calquen los horarios habituales.
Tras el Patrón de Sevilla llegan los pasos más bellos de la procesión. La Inmaculada Concepción, siempre magistralmente adornada por la Hermandad del Silencio; y el Niño Jesús del Sagrario, una imagen que hace las delicias de pequeños y mayores. Algunos entre el público se felicitaban de que, por fin, se haya anunciado la instalación de la placa dedicada a Martínez Montañés que desapareció de la Plaza de la Magdalena durante las obras del hotel. Por cierto, en este tramo se insertan algunas de las representaciones más numerosas, como la de la Hermandad de la Macarena. La custodia chica pone el punto y seguido a la procesión.
Más velocidad y público al final
El Corpus se cierra con la Custodia, las representaciones de las principales autoridades y la compañía del Ejército, que levanta aplausos a su paso. Al arzobispo, que vivía su primer Corpus en Sevilla, se le vio disfrutar con la masiva presencia de fieles. Bonito gesto el de monseñor Saiz con los vecinos de Ponteareas que regalaron a la ciudad una alfombra de flores para que el Santísimo pasara sobre ella en su lugar más noble: la Plaza de San Francisco. El siempre atento don Luis Rueda, prefecto de Liturgia de la Catedral, se dirigía a los alfombristas gallegos para que se acercaran al prelado. "Venid, que el arzobispo os quiere bendecir". Eran las 11:11. La temperatura seguía siendo agradable, aunque los cofrades enchaquetados no pensaran lo mismo. Muy sonriente vimos al compañero periodista Paco Correal formando parte de la representación de la Hermandad Sacramental de la Reina de Todos los Santos.
En esta mañana de Corpus vimos volar a los drones de la Policía Local que, además de para velar por la seguridad, sirven para captar unas impactantes imágenes. En el haber del Ayuntamiento hay que apuntar el celo con el que prepara el Corpus en los últimos años. Ha logrado revitalizar un concurso de exornos en el que pudimos ver altares, escaparates y balcones exquisitamente adornados. Los premios de esta edición fueron para la Hermandad del Buen Fin, Casa Rodríguez y el grupo joven de la Soledad de San Lorenzo.
Los últimos metros de la procesión se recorrieron a toda velocidad. Prácticamente en un par de chicotás se plantaban los pasos en la Catedral desde la calle Alemanes. La Custodia de Arfe se cuadraba ante la Puerta de los Palos a las 12:30. Era el momento de los honores al Santísimo y de los aplausos. Repicaban las campanas de la Giralda y llegaba la banda de las Cigarreras para el regreso de la Cena a los Terceros. Finalizaba así el primer gran evento de este superjueves. Por la mañana Dios y por la tarde Dior, decían algunos. Y para rematar, el concierto de Alejandro Sanz.
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