La evaluación del corrimiento de tierras en la mina de Cobre Las Cruces puede tardar semanas

Cobre Las Cruces, la empresa que explota la mina a cielo abierto ubicada entre los términos de Gerena, Guillena y Salteras, sigue trabajando en la evaluación del grave corrimiento de tierras que se produjo la madrugada del miércoles, cuando parte del talud norte de la corta se vino abajo sin causar heridos, aunque sí importantes daños materiales en maquinaria que quedó sepultada. El accidente obligó a parar la actividad extractiva y la producción en la planta hidrometalúrgica.

Fuentes de la compañía han asegurado este jueves que esa evaluación, en la que se deben determinar las causas del movimiento de tierra, su alcance, las medidas que hay que tomar para estabilizar el terreno y los plazos, puede "tardar días o incluso semanas". Lo importante es que sea "transparente y rigurosa", destacan, aunque reconocen que ha sido un movimiento de tierras "importante" por su volumen.

Hasta entonces, Cobre Las Cruces prefiere no avanzar ninguna de las hipótesis que se están barajando sobre el motivo del accidente. "Preferimos no lanzar ninguna especulación", sino comunicar una explicación cuando haya "certeza", ha señalado un portavoz.

En la zona afectada está trabajando un amplio equipo de profesionales, apoyados por expertos de la Escuela de Minas de Madrid. Los dispositivos para monitorizar el terreno y detectar cualquier movimiento se han reforzado. La maquinaria que resultó sepultada por el corrimiento son una perforadora y tres retroexcavadoras, que no estaban operando en ese momento.

La empresa señala que ha establecido también un perímetro de seguridad muy amplio dentro del complejo minero (no ha afectado a ninguna área externa) hasta que se conozca con seguridad el alcance del movimiento del terreno y cuáles son las zonas seguras.

Dentro de ese perímetro se encuentra parte de la escombrera norte, en la que se acumulan estériles de tratamiento (desechos de la planta hidrometalúrgica) y estériles de la propia mina, con alguna carga contaminante, por lo que preocupaba que el desplome le hubiera afectado. El deslizamiento ha sido hacia el interior de la propia corta.

Según la evaluación preliminar, no se han observado daños medioambientales, aunque Cobre Las Cruces insiste en esperar a la definitiva para descartarlo del todo. Todos los protocolos previstos par este tipo de cuestiones siguen activados.

La compañía confirma también que la planta hidrometalúrgica se está parando de forma paulatina hasta que la extracción y producción puedan recuperarse. Tampoco ha podido adelantar qué consecuencias tendrá en el empleo y si la actividad no puede retomarse en breve. Asegura que mantiene informado de todo al personal. De forma directa o a través de contratas, en la mina trabajan más de 800 personas.

El portavoz se remitió al resultado de la evaluación definitiva de lo ocurrido para aclarar cómo puede afectar al proyecto de Cobre Las Cruces para prolongar la vida de la mina (que podría agotarse en un par de años) con una explotación subterránea. La boca o rampa de investigación que se estaba usando para ello también ha resultado sepultada con el desprendimiento.