Coria exige un plan de choque tras la primera muerte por el Virus del Nilo
Salud ha convocado para el martes al comité de seguimiento, con presencia de la Diputación, que analizará la situación
La plataforma de afectados también pide que la administración andaluza "no vuelva a mirar para otro lado"
La confirmación de una primera muerte este verano en Coria por el Virus del Nilo Occidental, enfermedad que se transmite por la picadura de mosquitos infectados, ha aumentado el malestar entre la ciudadanía de la zona, convencida de que la Junta, al margen de publicar una estrategia que sobre el terreno deja el control de los mosquitos en manos de los ayuntamientos, no se ha implicado lo suficiente. Hay que actuar en un territorio muy extenso, poblado y complejo desde el punto medioambiental y ante un problema grave de salud pública.
El brote de 2020 fue el mayor hasta ahora en Europa: 76 personas sufrieron graves síntomas, 57 en Sevilla, y a esta enfermedad emergente se asocian nueve muertes. La de Victoriano Gómez, conocido hostelero de la Venta el Cruce y Arco de Colina, en La Puebla del Río, fue la primera. Falleció un 20 de agosto, el mismo día que un año después se ha producido la primera muerte del nuevo brote, con tres casos confirmados hasta ahora.
La víctima pudo contagiarse en su domicilio
Se trata de una mujer de 73 años, con dolencias previas y que, según trasladan fuentes que han podido hablar con la familia, tuvo que contagiarse en su domicilio, porque apenas salía de casa. Teniendo en cuenta los ciclos del mosquito y la presencia del virus en los mismos y de la enfermedad, la coincidencia de las fechas no es del todo fruto del azar. Los expertos insisten en que el virus está de forma endémica en la zona y se investiga incluso cómo resiste al invierno.
Entre los colectivos que han expresado ese malestar está la Plataforma de Víctimas del Virus del Nilo Occidental, que se constituyó el año pasado y que recuerda que hay vecinos que siguen padeciendo graves secuelas físicas por la meningoencefalitis que sufren menos del 1% de los infectados. Incluso hay niños. En un comunicado, además de trasladar el pésame a familiares y allegados de la nueva víctima, lamentan que la Junta no les haya recibido y reclaman que “no vuelva a mirar para otro lado”, cuando “los ayuntamientos no pueden hacer nada solos”.
El alcalde coriano, Modesto González, también exige más implicación y critica la tardanza de la reunión del comité director de seguimiento del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental, que se ha fijado para el martes tras la primera muerte. Urge que se ponga en marcha un “plan de choque y acción”, con tratamientos específicos en espacios naturales y agrícolas, como el que la Junta contrató en 2020, a “regañadientes”. “Estamos en una emergencia de salud pública”, insistió y adelantó que así lo van a pedir en la reunión.
Los científicos advirtieron de una situación preocupante
Tras los últimos días de calor el mosquito está en “pleno apogeo” y, aunque los tratamientos con larvicidas y otros han reducido la presencia de algunas especies que pueden transmitir el virus (como la del Culex pipiens), hay otros que están llegando a los entornos urbanos desde áreas agrícolas de arrozales en las que no se ha actuado (Culex perexiguus), como advirtieron, en un informe del 28 de julio, los expertos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC, que hacen un seguimiento en esta zona.
También habían avisado de la detección del virus en mosquitos en una proporción similar a la que hubo el año pasado y recomendado actuar con urgencia no sólo en los cascos urbanos sino, al menos, en las zonas de arrozales próximas a áreas habitadas contra al mosquito adulto.
La respuesta de la Junta fue que eran los ayuntamientos los que debían reforzar los trabajos en zonas de mayor riesgo. El Ayuntamiento de La Puebla del Río está fumigando desde la semana pasada en los márgenes del río y en arrozales colindantes al casco urbano, a la vez que reclamará a la Junta los costes. Si no los asume, basándose en informes de la Diputación y el propio Ayuntamiento, acudirá al contencioso porque defiende que no son zonas de su competencia.
El alcalde de Coria asegura que, tras el informe, también ordenó que la empresa contratada por el Ayuntamiento intensificara las acciones que venía haciendo en el casco urbano. Confían en que esos trabajos sirvan para que la intensidad del brote sea menor que en 2020.
Modesto González cita además los espacios protegidos del entorno con riesgo que son titularidad de la Junta y en donde, independientemente del término en el que se encuentren, es la propia administración andaluza la que debería actuar, como el Brazo del Este, el de la Torre, la Ribera del Guadaíra o el Guadalquivir, la Cañada de los Pájaros, la Dehesa de Abajo o los Pinares de Aznalcázar.
Un servicio de control de mosquitos "regional"
Por otro lado y como novedad para la reunión del martes, la Junta ha convocado también a la Diputación de Sevilla. Ésta estaría analizando su implicación en el plan contra los mosquitos. Aunque el ejemplo que se viene poniendo es el Servicio de Control de Mosquitos que tiene la Diputación de Huelva, el alcalde coriano insiste en que la Junta no puede dejar pasar más tiempo para poner en marcha un modelo similar, pero con un enfoque regional.
“El ejemplo de la Diputación de Huelva es magnífico, el mejor del Estado y un servicio público, pero llega hasta la orilla de Almonte, al otro lado está Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz. Hace falta un servicio andaluz que combata los vectores”, reitera y recuerda que todos los expertos apuntan a un aumento de las enfermedades que pueden transmitir distintos tipos de mosquitos, no sólo el virus del Nilo, y en toda Andalucía.
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