Multitudinario rezo de musulmanes y cristianos por la salida de Mubarak
Egipto
La plaza Tahrir, epicentro de las protestas en El Cairo contra el Gobierno de Mubarak, fue testigo de una oración masiva que no se producía desde 1977.
Decenas de miles de personas oraron en la plaza Tahrir de El Cairo al iniciarse este viernes una nueva jornada de protestas que los opositores desean convertir en el Día de la Partida del presidente egipcio Hosni Mubarak.
Miles de egipcios se acercaron desde el amanecer a la céntrica plaza donde los opositores, atrincherados desde el 25 de enero, resistieron el miércoles a una violenta tentativa de desalojo llevada a cabo por los partidarios de Mubarak. Los militares establecieron controles escrupulosos alrededor de la plaza y dejaban pasar a la gente a cuentagotas. En el puente Gala, sobre un brazo del Nilo, los soldados impidieron el paso de dos periodistas argentinos y un español, según informó uno de ellos.
En los dos últimos días, los partidarios de Mubarak agredieron a numerosos reporteros extranjeros. La ONU evalúa que desde el inicio de las protestas ha habido unos 300 muertos y miles de heridos, a los que se sumaron ocho muertos durante los enfrentamientos del miércoles en Tahrir.
El ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantaui, acudió personalmente a la plaza para examinar la situación y hablar a la muchedumbre, rodeado por soldados. Mubarak "les ha dicho que no volvería a presentarse" en la próxima elección de septiembre, dijo el ministro a los manifestantes. Tantaui reiteró el llamamiento de los principales dirigentes del país a un diálogo con la oposición y se refirió especialmente al Guía Supremo de los Hermanos Musulmanes -el grupo más articulado de los adversarios de Mubarak- Mohamed Badie.
Ese llamamiento fue rechazado por Badie, quien reiteró poco después, en declaraciones a la televisión Al Jazeera, que sólo dialogaría si Mubarak presentaba su renuncia. Mubarak, de 82 años, en el poder desde 1981, se halla bajo fuerte presión tanto interna como externa, pues sus aliados occidentales le exigen acelerar la transición que prometió el martes, al asegurar que se abstendría de buscar un nuevo mandato en las elecciones de septiembre.
Pero el mandatario no da el brazo a torcer, y el jueves advirtió que su salida dejaría paso al "caos". Según The New York Times, Estados Unidos está discutiendo con funcionarios egipcios un plan para que Mubarak entregue inmediatamente el poder a un gobierno de transición encabezado por el vicepresidente Omar Suleimán, ex jefe de los servicios de inteligencia del país. El plan busca respaldo del ejército egipcio, dice la nota del diario, que cita a funcionarios estadounidenses y árabes. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, juzgó "absolutamente esencial" que el gobierno egipcio de Mubarak inicie un diálogo con la oposición, poco antes del inicio este viernes de una cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas.
Y la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, emplazó a las autoridades egipcias a garantizar manifestaciones "libres y pacíficas" durante el "Día de la Partida". El ayatolá Alí Jamenei, guía supremo de Irán, ofreció una lectura diferente de lo que ocurre en Oriente Medio, al asegurar que las sublevaciones de Egipto y de Túnez, donde el mes pasado fue derrocado el presidente Ben Alí, son una "señal del despertar islámico" en el mundo. Hace año y medio, violentes manifestaciones se produjeron en Irán para protestar contra la reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad. Egipto, el mayor país árabe con 80 millones de habitantes, es un aliado de Occidente, uno de los dos únicos países árabes que firmó un tratado de paz con Israel (el otro es Jordania) y controla el canal de Suez, por donde pasa la mayor parte del abastecimiento petrolero de los países industrializados.
4 Comentarios