Y tras la jura de Moreno, ¡todos al bollo... con aceite!
Cita en San Telmo
Tostadas de mollete y café en un Salón de los Espejos que, en realidad, fue el de los nervios
Sevilla/No hubo cerveza, sino café. Es lo que tienen los actos que comienzan a las 9:30 horas. Además la cerveza está muy cara. Y más cara que se pondrá en otoño. En el Palacio de San Telmo se atendió a los invitados con café, tostadas de mollete con aceite de oliva (¡viva Andalucía!) y, eso sí, un surtido de bollería industrial para el que prefiriera más calorías. Croissants, galletas, bizcochos... También refrescos, que a veces un poquito de azúcar viene bien contra la ola de calor. Pero no se pasen, mejor siempre agua. Todo se organizó en mesas altas con mantelería blanca y una vajilla de loza en tonalidad beige sin sellito debajo de las tazas, que hubo curiosos que no se recataron al examinar los detalles. Los lugares escogidos para tan singular desayuno fueron el Salón (fresquito) de los Espejos, donde los Montpensier organizaban en tiempos sus actos sociales, y el precioso jardín de los canapés de los 28-F, donde el calor ya castigaba desde temprano.
En la antesala del gran salón, que el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra oscureció en su reforma, se montó el denominado fotocol para que nadie se fuera sin su instantánea con Moreno. Ni un español sin pan, ni un andaluz sin placa con el líder de la neomoderación. Cayetano Martínez de Irujo habla con todos, sobre todo con Isabel Díaz Ayuso, y usa el lenguaje inclusivo con reiteración. "Los andaluces y las andaluzas". O tempora, o mores. Juan Espadas cuchichea con Macarena Olona. No se llevan nada mal. Se conocen y tratan desde los tiempos de Mercasevilla, cuando ella ejercía como abogada del Estado. Una cosa es la refriega política y otra la cortesía en el trato personal. A Olona le dicen que ha estrenado un perfil más amable, natural y fresco en el debate de investidura. Y Espadas no pierde ocasión de recordar que él es el jefe de la oposición en Andalucía. Claro que sí, Juan. Más corrillos: los diputados Ricardo Sánchez y Virginia Pérez, presidenta del PP de Sevilla; la madre del presidente Moreno con Juan Marín, el abogado Alberto Pérez Solano con casi todos, pues se mueve como una estrella fugaz, Javier Arenas con los senadores, Carmen Fúnez pendiente del presidente Feijóo, el alcalde Juan Ávila sonriente, pero al que no pudimos preguntar esta vez por su burro, Aurelio, al que cuida en su finca de Carmona...
Los familiares, los presidentes de comunidades autónomas, los agentes sociales... ¡Todos fueron pasando para la foto! La organización fue perfecta. Esta vez sí se interpretó la Marcha Real, anunciada como Himno (sin letra) Nacional. El 28-F se les olvidó pese a que Andalucía ha concedido su máxima distinción a Felipe VI.
Nadie se coló en el acto, que para algo funcionaron los códigos QR. Distinto es que mucho cargo medio diera la brasa días antes para participar en el baile de los codazos. El Salón de los Espejos fue por muchos momentos el de los nervios. Estaban los consejeros salientes, los amortizados y los que se ven como potenciales. Alguna hasta presume imprudentemente de que le han pedido que suspenda un viaje previsto. "Porque Juanma me va a llamar". Dios, no doy crédito. Alguno, criado en las mejores escuelas de la política, te pide que no lo cites, "al menos hasta el lunes porque me quemas si me metes en la quiniela". El que sabe seguro que continúa es el gran Modesto Cabezas, alto militar de Caballería y máximo responsable de Protocolo. ¡Cómo se notan los valores del Ejército cuando se trasladan a otras esferas de la vida!
Mucha intranquilidad. Hay caras de verdadera descomposición. Algunas ayudaban a sus maridos a destacar en el besamanos del flamante presidente. Nadie se atrevió a comentar el aviso que Moreno le dio a los miembros del Gobierno en su discurso: "Os queda un cuarto de hora". Cuando se tienen 58 diputados, el silencio y las tragaderas de los espectadores, subordinados y aspirantes a ser ambas cosas, aumentan de forma importante. Quizás sea conveniente saludar al subir, como dice el Papa argentino, pues a esos mismos te los encontrarás al bajar. Cuestión de tiempo.
'Lo que el BOJA se llevó'
Hay quien advierte que durante el acto funcionaron dos telepronter en los que el presidente pudo leer su discurso. El efecto verdaderamente fue el del rey Felipe, que lo borda en las intervenciones. Moreno habla muy bien y parecía que no seguía ningún texto, pero el público de los laterales se dio cuenta de la clave. Eso no quitó que metiera sus cuñas improvisadas durante su intervención. Alguien apunta a que los actos matinales son mucho mejor porque sales con el bollo comido y tienes el resto del día libre. Quizás hubo quien entró con un bollo y salió con un mendrugo. Y en la gran pantalla del cine San Telmo se estrena el lunes una película: 'Lo que el BOJA se llevó'. El mediodía quedaba lejos, pero se organizaron algunas comidas, incluso alguna copa de pie, como la del empresario Miguel Gallego en un restaurante del centro.
En el acto de San Telmo hubo ausencias estudiadas como presencias obligadas. Es sabido que los inteligentes siempre aplican aquello de "ausencia o presencia, según conveniencia". Y el listado de ausencias es siempre para observadores finos.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Cervezas Alhambra
Contenido ofrecido por Osborne
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por Universidad Loyola