Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Qué alegría, que alboroto, otro perrito piloto. Así se proclamaba en las tómbolas de las ferias de Andalucía el que fuera regalo estrella durante varios años. Recordaba la pesada cantinela, siempre cantada a través de una megafonía tronante, al comprobar cómo el presidente del Gobierno mueve sobre el tablero sus peones, alfiles y caballos. La primera clave es aquella que se decía de Paco Ojeda en el toreo, pero coloquen ustedes el nombre del inquilino de la Moncloa. Unos vienen y otros van, Pedro Sánchez siempre está.
Nos peleamos con Óscar López y lo mandamos a la presidencia de Paradores. No le perdonamos a Antonio Hernando que siguiera de portavoz parlamentario y el hombre se tuvo que ir al despacho profesional de Pepiño Blanco. A Iván Redondo, alto representante de la España del chuflerío (“in my opinión”), lo castigamos a galeras después del fiasco de los comicios catalanes. Pasó el tiempo y rescatamos a don Óscar para la dirección del gabinete de la Presidencia, quien a su vez logró que su adjunto fuera Hernando, la oveja descarriada que retornó al redil. ¿Pilar Alegría no era pata negra del susanismo? No importa, ministra y ahora portavoz del partido. ¿El bueno de Pachi no fue rival en las primarias y muy duro contra Pedro en los debates? Que se presente que ahora conviene que sea portavoz parlamentario. Muchas piezas mueve este Sánchez en poco tiempo, señal inequívoca de nervios. Y la mejor de todas es la de mi admirada María Jesús Montero, oficialmente nueva número dos del partido pero que, en realidad, es la nueva jefa de la oposición en Andalucía. Ay, Pedro, que te veo, Tadeo... Esta María Jesús con su golpe de órgano (el del partido, no el acordeón para cantar Los Pajaritos) le arreará estopa en los telediarios a Moreno desde Madrid.
Qué listo es Pedro que sabe que con los resultados del 19-J en Andalucía no se garantiza el Falcon. Tras los malos resultados en Cataluña, Madrid y Andalucía, y con las encuestas que se manejan en Valencia (regiones donde residen más de 20 millones de españoles), el presidente lo apuesta todo por conseguir la hegemonía de la izquierda, pues con Bildu como socio parlamentario se puede despedir de votos prestados procedentes del centro-derecha. Se vio con claridad en el debate sobre el estado d de la nación cuando no le dejó ni las raspas del pescado a Yolanda Díaz, la neocomunista perfumada. La clave del nombramiento de Montero es andaluza. La clave andaluza es hoy nacional. Y hoy, por cierto, tenemos 700 invitados y la orquesta de Barenboim en la toma de posesión de Moreno. Me recuerda a las de Fraga con sus cientos de gaiteros. ¡Pisa Moreno, pisa con garbo!
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