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Los Remedios estalla de ilusión con su Heraldo

Arrimadas arrolla a Igea en la designación de compromisarios

La candidata oficialista aportará 277 de los 355 delegados electos al congreso de marzo

Su victoria sobre los críticos en las primarias de este fin de semana está cantada

Rivera reaparece y asegura que no será un ex líder "que tutela"

La portavoz parlamentaria de Ciudadanos, Inés Arrimadas, durante la presentación de su candidatura. / EFE
Roberto Pareja

02 de marzo 2020 - 13:31

No hay partido. La carrera sucesora en Ciudadanos para tomar el relevo de Albert Rivera tras su intempestiva salida por la puerta de atrás a renglón seguido de la debacle naranja en las elecciones generales del 10-N tenía desde el minuto uno un virtual ganador: Inés Arrimadas. El marcador, aunque sea virtual, le sonríe y ya es demasiado abultado a estas alturas.

La portavoz de Cs en el Congreso de los Diputados es su rostro más mediático y su (estéril) victoria en las autonómicas catalanas del 21 de diciembre de 2017 (fue la más votada, pero se diluyó entre el magma independentista y ni siquiera optó a la investidura) la consolidó como mujer fuerte del partido.

Tras la espantada de Rivera, Ciudadanos está en manos de una gestora, que ha convocado un congreso extraordinario el 14 y 15 de este mes de marzo. Su coronación sólo presentaba un escollo, Francisco Igea, el líder del partido en Castilla y León, el mascarón de proa de las corriente crítica de la formación naranja, que enarbola la bandera de la descentralización, de modo que de los barones regionales (como él) no siga pendiendo la espada de Damocles de la dirección central.

Igea parecía capaz de darle algo de emoción al cantado proceso. Más tras el ajustado resultado en la elección de compromisarios en Galicia. La candidata oficialista, encabezada por Beatriz Pino, se impuso al crítico, Manuel Morgade, por sólo 16 votos de diferencia.

Parecía que había partido, pero todo era un espejismo. El trampantojo se ha disipado del todo este lunes ya a escala nacional. Arrimadas se ha hecho con el 78% de compromisarios, mientras que Igea se ha quedado en un magro 5,9%. Un resultado que no le da ni para la plata, pues los compromisarios independientes, sin adscripción a uno u otro, se elevan al 14,7%. De ahí la irrupción a última hora de la candidatura de Ximo Aparici, un afiliado valenciano menos testimonial pues de lo que se presumía. Militante de base de Tavernes de la Valldigna, un pueblo de Valencia. se posicionó en contra de los pactos con el PP para ir en coalición en Galicia, País Vasco y Cataluña.

La última palabra

Así, la candidatura Unidos Adelante, la de Arrimadas, sentará a 280 compromisarios y la de Ciudadanos eres tú, la de Igea, a sólo 21. Los de los independientes se elevan a 52.

La elección de compromisarios ha llegado con siete días de demora. Estaba prevista para el fin de semana anterior y se debió aplazar tras registrarse un error en el sistema informático para las votaciones, lo que despertó las suspicacias de los críticos.

Finalmente, se ha realizado entre el 29 de febrero y el 1 de marzo con una participación del 51,67% de los afiliados, lo que se traduce en 10.702 militantes.

En todo caso, los compromisarios no tendrán la última palabra, sino todos los afiliados. La gran batalla entre Igea y Arrimadas está en la reforma de los estatutos que propugnan los críticos. El papel de los compromisarios es el de marcar el ritmo y los debates durante el congreso extraordinario, pero será antes la militancia la que designará este próximo fin de semana en primarias al nuevo líder, que será ratificado en el cónclave de mediados de mes.

Además de los 355 compromisarios electos, a la V Asamblea General asistirán casi 200 compromisarios natos: los miembros del Consejo General saliente, los de la Gestora y los de la nueva Ejecutiva que saldrá elegida de las primarias del 7 y el 8 de marzo.

La propuesta centrípeta de Arrimadas, la de que el presidente del partido siga teniendo la sartén por el mango, va a freír el proyecto centrífugo de Igea, que apuesta por dar más galones a los barones en detrimento del dedazo de Madrid. Rivera puede estar tranquilo. Su antigua mano derecha dejará su estructura del puente de mando atada y bien atada.

Justo este lunes, cuando se ha conocido la incontestable victoria de Arrimadas en la elección de compromisarios ha reaparecido el antiguo patrón, que ha cambiado las bravas aguas de la política por el despacho de abogados Martínez-Echevarría, donde ejercerá de presidente ejecutivo.

Ni tutelas ni tu tías. Siguiendo la estela de Manuel Fraga cuando le cedió el testigo a José María Aznar al frente del PP en el congreso de Sevilla de 1990, Rivera también ha dejado claro que no se entrometerá en el proceso de su sucesión. "No seré un ex presidente que tutela ni un jarrón chino".

Visto lo visto este lunes con la elección de compromisarios, no parece muy necesario que eche un capote a su apuesta. "No creo que haya que ser un lince para saber lo que pienso de Arrimadas. Votaré en las primarias, pero mi voto es secreto, aunque sea un secreto a voces y voy a ser respetuoso con este proceso", ha afirmado un Rivera bastante más relajado que antaño.

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