El OEA rebaja un punto y medio el crecimiento de la economía andaluza en 2022 hasta el 4%
Sevilla/La economía andaluza también se resiente por el efecto de la inflación y de la guerra de Ucrania, lo que ha moderado el ritmo de la recuperación, aunque ésta se podrá lograr (el mismo nivel de Producto Interior Bruto que a finales de 2019) a lo largo de 2023, ya no podrá lograrse antes de fin de 2022. Ésa es la principal conclusión del informe Economía Andaluza Primer Trimestre 2022, presentado este miércoles por Francisco Ferraro, el presidente del Observatorio Económico de Andalucía (OEA).
En frebero pasado, y antes de la invasión de Ucrania, el panel de expertos del OEA consdieró que Andalucía podría recuperar todo lo perdido por el impacto del Covid antes de acabar del año, con una previsión de crecimiento para todo el año del 5,5%. Apenas un trimestre después, el mismo panel recude su previsión de crecimiento en un punto y medio y la sitúa en el 4% del PIB para el conjunto del año 2022. Esto supone una reducción de dos puntos respecto a las previsiones que el panel hizo hace un año.
Francisco Ferraro trató de explicar la razones de esta ralentización. Por el lado de la demanda, a la profundización en los efectos creados por una concatenación de efectos provocados por la inflación y agravados por la invasión de Ucrania, que han ido erosionando la previsión de una recuperación más robusta.
Desde mediados de 2021, la inflación ya era un problema creciente, según reconoció el presidente del OEA. “Las cadenas de suministros globales eran incapaces de mantener el ritmo de una demanda que se recuperaba de forma intensísima”, relató Ferraro, que agregó que “la ruptura en la cadena de suministros y el persistente shock de demanda impulsó la inflación a niveles no conocidos en décadas en prácticamente todo el mundo”. Y aunque entonces se creía que dicha inflación sería temporal, ya amenazaba con debilitar el crecimiento económico, “particularmente si ésta daba lugar a efectos de segunda ronda con subidas de costes laborales”, enfatizó.
De hecho, Ferraro dijo que “aunque es bastante probable que la inflación haya iniciado ya una relativa moderación, sus consecuencias sobre la renta real y el consumo puede que no haya hecho más que empezar”.
Por ello, la previsión es queel consumo y la inversión privada tengan una aportación al crecimiento regional bastante moderada, “e incluso negativa en algunos tramos del año”.
El OEA cree que ese efecto no solo se traducirá directamente en menores compras, sino también por una más que probable reducción del crecimiento del empleo.
Aunque no toda la previsión de la demanda es negativa. El consumo de los no residentes y la inversión pública podrían hacer de sostén a la evolución de la economía andaluza y compensar la pérdida de consumo e inversión privada.
Y es así porque se espera un buen comportamiento del sector turístico en lo que queda de año, lo que reduciría parte de la brecha aún existente con los niveles previos a la pandemia. Sólo la actividad turística, podría traducise, segñun Ferraro, “en puntos adicionales de crecimiento del PIB”.
Un segundo factor que lo aporta es porque el OEA detecta una “una clara aceleración en la ejecución de los fondos Next Generation EU, lo que terminaría por ejecutar proyectos de inversión financiados con fondos públicos, lo que añadiría alguna décima al crecimiento del PIB durante 2022”, precisó Francisco Ferraro.
Por el lado de la oferta, el OEA alerta de que la incertidumbre recorre prácticamente todos los sectores, aunque más intensamente en los servicios y la industria, más vinculados con las dinámicas internacionales.
Son sectores que se pueden ver más afectados por los efectos de la inflación y de la guerra. “Particularmente, en los servicios por el efecto en el sector del comercio y de la distribución y transporte”, dijo Ferraro, quien respecto a la industria andaluza precisó que sufrirá que se prolongue durante más tiempo del inicialmente esperado las distorsiones que en la cadena de suministros, que se puede ver agravada, además, por los confinamientos en las grandes ciudades chinas.
Ferraro hizo mención también a que aunque el sector de la construcción en Andalucía tuvo una evolución positiva a inicios de año, puede verse debilitada por la caída de la confianza de los consumidores y empresas, así como por el encarecimiento de los inputs y por el endurecimiento de las condiciones financieras, como consecuencia del cambio en la política monetaria para frenar la inflación, que apunta a menos facilidades de financiación y subidas en los tipos de interés.
Ferraro ve "fuera de lugar" decir que Andalucía es ahora el motor económico de España
Durante la presentación del informe Economía Andaluza Primer Trimestre 2022, el presidente del Observatorio Económico de Andalucía (OEA), Francisco Ferraro, respondió a la pregunta de si podía confirmar que Andalucía se estaba consolidando de forma robusta como motor del crecimiento económico en España.
Pese al contexto preelectoral, y a que esa idea se traslada desde el propio Gobierno autonómico de PP y Cs, Ferraro no eludió la pregunta y respondió categóricamente que decir eso está "fuera de lugar"
Para Ferraro, es más "una forma de expresarse para las redes sociales" que una realidad. "Eso de que seamos un motor de crecimiento de la economía española es algo que no entiendo muy bien", dijo antes de explicar que puede entender que se diga que "crece la economía murciana porque Andalucia compra en Murcia o igual que si crece la economía de Castilla León, igual que si ésta crece más ayudará a crecer a la economía andaluza si nos compran a nosotros, pero si detrás de esto está la idea de que la economía andaluza es un motor o la máquina que tira del crecimiento de España, ese símil me parece que está fuera de lugar".
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