Francisco Ferraro, durante la presentación telemática de las previsiones del OEA.
Francisco Ferraro, durante la presentación telemática de las previsiones del OEA. / A. G.

La demora en la recuperación económica durante el primer trimestre de 2021 no impedirá que Andalucía crezca al nivel que es esperaba a finales de 2020. Así lo certifició este martes el panel de expertos del Observatorio Económico de Andalucía (OEA), que mantuvo su anterior previsión de un crecimiento del PIB del 6% para 2021, “que podría elevarse hasta un punto si se activan las inversiones” del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que es el que aplicará los fondos Next Generation EU, ségun avanzó el presidente del OEA, Francisco Ferraro.

Este crecimiento del 6% en este año, pese a que mantiene la anterior previsión de los economistas andaluces, supone retrasar la recuperación de la situación previa a la pandemia, que no se alcanzaría hasta 2023, según las estimaciones del OEA, que como desde que se declaró la crisis sanitaria advierte de que su previsión se realiza en condiciones de elevada incertidumbre, singularmente porque está sujeta a que no haya una recaída en la evolución epidemiológica, por un rebrote de los contagios, a la eficacia y el ritmo de inmunización de la población, y condicionada por el daño que acumule el tejido productivo o el mantenimiento de las medidas de apoyo a trabajadores y empresas.

La evolución que Ferraro, en nombre del panel, espera para lac economía andaluza es similar al del conjunto de la UE y de España. “La virulencia de la pandemia y la lentitud de la campaña de vacunación hizo que el deterioro en el primer trimestre retrasara la recuperación”, dijo Ferraro remitiéndose a los datos avanzados por su compañero Ernesto Mesa, quien había señalado previamente que entre enero y marzo de este año, la economía andaluza experimentó una contracción intertrimestral del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,7%, dos décimas más que la

estimación del INE para el PIB español. En términos Inter anuales la contracción fue en el primer trimestre de 2021 del 4,3%, igual que en España, también según el INE.

Por ello, de cara al futuro inmediato, Ferraro espera que la economía andaluza evolucione de modo similar a la española, “con diferencias poco significativas y derivadas, fundamentalmente, de la desigual estructura productiva andaluza, con especializaciones del sector servicios más sensibles a las medidas para el control de la pandemia, como la hostelería, el comercio y el turismo, frente a otras menos afectadas por las restricciones, como la agricultura o el sector público, y la escasapresencia de la industria manufacturera, los servicios empresariales, finanzas, telecomunicaciones, comercio electrónico y TIC en general”.

Desde la perspectiva de la demanda, el OEA prevé que el levantamiento gradual de las restricciones según avance el ritmo de lavacunación rebajará la incertidumbre. De cumplirse, se produciría una mejora del empleo en las actividades más castigadas por la pandemia, que estima que impulsará el crecimiento del consumo de los hogares, gracias a que aflorará parte del ahorro acumulado durante el último año, que en España se estima en 108.844 millones de euros, el 14,8% de la renta disponible.

Además de una mejora del consumo de los hogares, el mayor ritmo de vacunación está provocando un aumento de las reservas turísticas con destino en Andalucía, lo que anima las expectativas de cierta recuperación del turismo internacional, que aumentará la contribución del consumo de los no residentes al crecimiento de la demanda agregada, ségun detalló Ferraro.

El catedrático y presidente del OEA también confía en que aumentará la aportación del turismo nacional, pero, eso sí, no prevé que alcance los niveles de 2019, “por el mantenimiento de cierta propensión al ahorro por precaución y de altas tasas de paro, y por la incertidumbre que genera la finalización del apoyo a trabajadores en ERTE y autónomos en cese de actividad”.

Ferraro cree que aunque el consumo público creció con fuerza en el primer trimestre, compensando la peor evolución en relación con la media nacional, es previsible que reduzca progresivamente su aportación contracíclica, dado el escaso margen fiscal de las administración autonómica.

“El aumento de la confianza empresarial ante la recuperación estimulará el crecimiento de la inversión y la mejora de la actividad en la UE permitirá una aportación positiva de las exportaciones al crecimiento del PIB en el año”, dijo Ferraro durante la presentación del informe.

El optimismo es general, ya que el OEA espera que la recuperación alcance a todos los sectores de la economía andaluza. “Sibien con desigual intensidad”, matizó Ferraro, que prevé que las actividades del sector servicios más afectadas por la crisis, como la hostelería, el comercio, lostransportes, el entretenimiento o el turismo, reaccionarán con más vigor ante el levantamiento de las restricciones, aunque tardarán más en recuperar los niveles de actividad previos a la pandemia.

También esperan los economistas del Observatorio andaluz que el aumento del gasto del consumidor y de la inversión estén propiciando la dinámica expansiva del sector de la construcción, “alimentado por la recuperación del mercado inmobiliario”. Respecto a la industria andaluza, Ferraro opinó que “no está en sintonía con la positiva evolución de las manufacturas en la UE y en España y no se espera que su contribución a la demanda agregada sea significativa”.

El crecimiento que augura el OEA para 2021, que se empieza a notar en el presente segundo trimestre, y tendrá aún mayor intensidad en el segundo semestre, augura que en 2022 se mantendrá, “aunque desacelerándose por las limitaciones del crecimiento potencial y los desequilibrios financieros que obligarán a una minoración progresiva de las medidas fiscales expansivas”.

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