El presidente ejecutivo de Abengoa, Gonzalo Urquijo.
El presidente ejecutivo de Abengoa, Gonzalo Urquijo. / M. G.

Sevilla/Abengoa vuelve a estirar su agonía y lo hace hasta el 6 de noviembre para dar tiempo a que la Junta de Andalucía formalice su participación en la reestructuración financiera y societaria del grupo, que pasaría a encabezar la filial Abenewco 1, en detrimento de la matriz fundada en 1941 por los ingenieros Javier Benjumea Puigcerver y José Manuel Abaurre Fernández-Pasalagua, junto con tres amigos y otros familiares.

La multinacional andaluza que preside Gonzalo Urquijo extiende el plazo otras dos semanas, hasta el viernes 6, con lo que son ya tres las prórrogas para que se cumpla la condición suspensiva de que el Gobierno andaluz aporte 20 millones de euros a la nueva liquidez, que se sumaría a los 230 millones que ha pactado obtener del ICO y la banca acreedora.

Pero en esta extensión, la dirección de Abengoa advierte que ha de ser la última y que si el 6 de noviembre no se ha resuelto “se verá comprometida gravemente la viabilidad del grupo y, en consecuencia, el consejo de administración de Abengoa Abenewco 1, S.A. tomará las decisiones que le correspondan, atendiendo a sus deberes fiduciarios, para proteger los intereses de Abengoa Abenewco 1, S.A. y de todos sus grupos de interés”, según afirma en la información relevante comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La elección de la fecha no es casual y supone que el consejo de administración de Abengoa pretende que la refinanciación en los términos pactados o la quiebra del grupo sea un hecho consumado cuando se celebre la junta general de accionistas extraordinaria, forzada por los minoritarios para oponerse a esta reestructuración y votar el cese del consejo de administración que preside Urquijo. El consejo apuró los plazos legales para convocar y celebrar la junta, retrasándola hasta el 16 de noviembre en primera convocatoria o el 17 en segunda, que es cuando previsiblemente se celebraría.

La información relevante publicada por la CNMV señala que el plazo se vuelve a extender “para que la Junta de Andalucía pueda aportar el compromiso de apoyo financiero antes referido, única condición que no depende del grupo y que está aún pendiente a día de hoy”, para que pueda hacerse efectiva la reestructuración financiera y societaria.

Los responsables del grupo no ocultan que “es de imperiosa urgencia poder cerrar la transacción para que el grupo encabezado por Abengoa Abenewco 1, S.A., cabecera de los negocios del Grupo Abengoa, pueda disponer de las líneas de liquidez y avales comprometidas en la misma”. Esto supone que el consejo que encabeza Urquijo ya habla sin tapujos de salvar a la filial sin nombrar a la matriz, que probablemente pasaría de la situación de preconcurso actual a la de concurso, salvo que lograra que un grupo de proveedores –gran parte andaluces– asuman la conversión en préstamos participativos de 146,88 millones de los 153 millones que se les adeudan. En ese caso, Abengoa S. A. sobreviviría pero sólo conservaría el 2,7% de Abenewco 1, de la que ahora posee el 100%, dado que es una sociedad anónima unipersonal.

Para despejar cualquier duda sobre esa posición, el equipo de dirección del grupo, de hecho, señala que “este retraso perjudica de manera significativa la continuidad de los negocios de Abengoa Abenewco 1, S.A. y su grupo que ven limitadas sus posibilidades para acceder a nueva contratación y para cumplir con sus obligaciones corrientes, con lo que no puede extenderse de manera indefinida”. Por ello, en nombre del consejo de administración de Abengoa Abenewco 1, S.A., que no de Abengoa S. A, “tenga que urgir a las partes implicadas a cerrar la transacción en un periodo de tiempo corto para mitigar los efectos negativos que el retraso está ocasionando en la situación financiera y de negocio de la compañía”.

Los minoritarios creen que existe alternativa a la liquidación

Los accionistas agrupados en Abengoashares sí ven alternativas. “Urquijo ha vendido que o su plan o el Apocalipsis evidenciando que no tiene o no quiere un plan B cuando conoce desde hace semanas la negativa de la Junta de Andalucía”, señalaron en un comunicado, en el que los accionistas lamentan que el presidente ejecutivo de Abengoa “sigue sin explicar cuál es el plan para la empresa en caso de que saliera adelante” su rescate. Entre las alternativas que plantean está una refinanciación distinta. “La deuda es alta, pero el negocio también; la compañía obtuvo el año pasado un ebitda de 300 millones y en el primer trimestre de este año, de 74 millones, no es una empresa zombi; tiene buenos proyectos y excelente talento. Lo que necesitamos es una buena dirección”, concluyen.

Esta explicación, no obstante, obvia que está convocada una junta general extraordinaria, solo 10 u 11 días después, con un orden del día que es un torpedo en la línea de flotación de este rescate y que pretende sustituir al consejo de administración por otro para renegociarlo, permitiendo que los accionistas, y el principal es el Estado, no lo pierdan todo con la reestructuración.

Y para lograr que el rescate que han diseñado esté consumado antes de que los accionistas voten si lo revocan y cesa el consejo, la dirección que preside Gonzalo Urquijo vuelve a amenazar a la Junta de Andalucía con consumar la quiebra de todo el grupo. “La Sociedad [ahora sí Abengoa S. A.] considera que es indispensable que la operación se cierre no más tarde del próximo 6 de noviembre”, afirma la información relevante, que presiona a continuación: “En caso contrario, se verá comprometida gravemente la viabilidad del grupo y, en consecuencia, el consejo de administración de Abengoa Abenewco 1, S.A. tomará las decisiones que le correspondan, atendiendo a sus deberes fiduciarios, para proteger los intereses de Abengoa Abenewco 1, S.A. y de todos sus grupos de interés”.

Hacienda dice que no hay novedad sobre la participación en el salvamento

La Consejería de Hacienda y Financiación Europea evitó pronunciarse sobre el ultimátum de la dirección de Abengoa y se limitó a señalar, por medio de un portavoz, que no hay novedad respecto a la participación del Ejecutivo autonómico en la reestructuración financiera y societaria planteada para salvar gran parte del grupo Abengoa, aunque no su sociedad matriz.

Desde finales del mes de septiembre, la Junta andaluza ha mantenido la misma postura: que no cuentan con un instrumento jurídico que permita dar una ayuda de esa cuantía. Hasta tres consejeros han sostenido esa posición: Elías Bendodo, titular de Presidencia, Administración Pública e Interior; Rocío Blanco, de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, y Juan Bravo, de Hacienda y Financiación Europea.

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