Los acreedores aseguraron a Digemose capacidad plena de decisión en Abengoa
Sevilla/La condiciones reflejadas en las reestructuraciones financieras ejecutadas en el grupo Abengoa en 2017 y 2019, según la documentación depositada en los registros mercantiles de Reino Unido y Luxemburgo a la que ha tenido acceso este diario, permiten detallar más el papel crucial que desempeñó Christian Anders Digemose, ex vicepresidente de Houlihan Lokey, como administrador de sociedades del grupo radicadas en ambos países, de las que dependían sus principales activos, y cómo se otorgó capacidad plena de decisión sobre éstas sin que la cotizada sevillana fundada en 1941 pudiese impedir, al contar con derecho de veto.
Para explicarlo hay que remontarse al mes de marzo de 2016, cuando acontecieron una serie de hechos capitales en el devenir del gobierno corporativo del grupo Abengoa, en concreto en la sociedad británica Abengoa Concessions Investment Limited (ACIL), que era la tenedora de las acciones representativas del 41,47% del capital de Atlantica Yield, su principal activo.
El 1 de marzo de 2016, el consejo de administración de Abengoa destituye José Domínguez Abascal como presidente ejecutivo. Ese mismo día, también se toman otras dos decisiones. El consejo nombra consejero delegado del grupo a Joaquín Fernández de Pierola y resuelve el contrato de asesoramiento realizado a Felipe Benjumea Llorente desde que en el mes de septiembre de 2015 fue también destituido como presidente por imposición del Banco de Santander, según los hechos probados de la sentencia que le absolvió de administración desleal, junto a otros ex consejeros.
Una semana después, el 8 de marzo de 2016, Domínguez Abascal cesa también como director (consejero ejecutivo) de ACIL y es sustituido por Pierola el 11 de marzo de 2016 como único director de ACIL.
El 16 de marzo de 2016, tal y como se refleja en los estatutos de ACIL depositados en el Registro Mercantil de Reino Unido, esta filial británica suscribe el acuerdo de reestructuración denominado March Facility Agreement, en el que se establece, como condición para el acceso a la financiación interina que se otorga, el nombramiento de un director independiente por acuerdo entre otros, del agente de la reestructuración Global Loan Agency Services (GLAS) y Abengoa. En esa fecha Digemose es nombrado director independiente de ACIL.
No es la única condición que Pierola acepta entonces. Para acceder a la reestructuración se exige que GLAS y GLAS Trust desempeñen el papel de Agente de la Reestructuración y Agente de Seguridad, según fijan los contratos suscritos entre ACIL y GLAS Trust depositados en el Registro Mercantil de Reino Unido.
Entre la ingente documentación de la primera reestructuración, en septiembre de 2016 se remite un extensísimo escrito a los tenedores de la deuda afectada por la misma en el que se detallan que el agente de la reestructuración sigue instrucciones y responde ante los acreedores.
Otro documento abunda en esa dependencia. Se trata de uno escrito por Boris Betremieux, quien trabajara en 2016 para GLAS en que detalla las funciones del agente en un proceso de reestructuración. Y pone como ejemplo de esas funciones las desempeñadas en la reestructuración de Abengoa: “El agente de la reestructuración actúa por las instrucciones del comité de reestructuración o de los acreedores que consienten”.
En un documento del 10 de marzo de 2017 (Amendments to the Restructuring Agreement) se visualiza la operativa seguida por el agente de la reestructuración, ante la petición de autorización de esta fecha iniciada por Abengoa, que GLAS consiente tras recibir la conformidad firmada individualmente por cada uno de los miembros del comité de la reestructuración.
Las acciones clase B
Una de las singularidades de la reestructuración de Abengoa es que al agente sea poseedor de una acción clase B de valor nominal de un euro y sin derechos económicos pero sí políticos. Conceder esta acción era condición sin la cual no se podía acceder a las financiaciones interinas previas (de marzo, septiembre y diciembre de 2016) a que se ejecutase la reestructuración (marzo de 2017), tal y como se refleja en el artículo 34.24 del Company Voluntary Arrangement (CVA) depositado en el Registro Mercantil del Reino Unido.
Esas acciones clase B de ACIL sí confirieron al agente de la reestructuración GLAS importantes derechos políticos. En primer lugar, el derecho de veto ante del cese del director independiente (Digemose), conforme al artículo 34.24.1 del CVA.
En segundo lugar, una modificación estatutaria de ACIL inscrita en el Registro del Reino Unido el 23 de marzo de 2016 que otorgaron a Digemose como director independiente facultades capitales en el proceso de reestructuración y de blindaje estatutario ante un posible cese (artículos 41A y 41 B).
Así, se establece que “mientras haya un director independiente ninguna resolución del comité de directores solicitando el concurso de la sociedad será válida sin la aprobación de este director independiente” (artículo 41B.1). Y el artículo 42B.2 añade que “mientras haya un director Independiente, ninguna resolución de sociedad matriz o del comité de dirección para cesar a este director independiente será válida sin la conformidad escrita de cada tenedor de acciones clase B”.
Estas restricciones impedían a Abengoa oponerse a Digemose, que ejerció de Chariman (presidente) en ACIL, en la toma de decisiones, para las que tuvo autonomía y plena independencia.
El propio Digemose expresa en su perfil de Linkedin al relatar su experiencia profesional que contó en Abengoa con derecho de veto.
También en Luxemburgo
Además de en Reino Unido, como ya publicó este diario, Digemose fue administrador de dos sociedades del grupo en Luxemburgo, que eran las que controlaban los dos principales activos que entonces tenía Abengoa: ACIL Luxco 1 (dueña de la participación en Atlantica Yield) y A3T Luxco 1 (dueña de la planta de cogeneración mexicana A3T).
En ambas sociedades, según la documentación del Registro Mercantil de Luxemburgo a la que tuvo acceso este periódico, Digemose fue director de clase B.
Según el articulo 11 de los estatutos, el director de clase B contaba con facultades especiales estatutariamente. Así, establece que el nombramiento de un director clase B debía producirse “obligatoriamente entre los candidatos que propone el agente de la reestructuración” (GLAS).
En estas dos sociedades, Digemose tuvo la capacidad de decidir sobre la venta de la participación en Atlantica Yield, que llegó a firmar en 2018 junto con Pierola y el presidente ejecutivo que Abengoa tenía en ese momento, Gonzalo Urquijo, lo que, como ya se publicó, demostraría que los administradores de Abengoa eran plenamente conscientes de la participación y el poder de decisión que los acreedores, vía el agente de la reestructuración, le habían otorgado a Digemose, tanto en la fase británica de asegurar la aprobación de la operación de reestructuración, en 2016, como en la segunda fase luxenburguesa, en la ejecución de la venta de Atlantica Yield y adjudicación al Banco de Santander del A3T, entre 2017 y 2019.
A todo ello hay que unir que Digemose dirigió tanto la sociedad ajena a Abengoa en la que se ingresó el dinero del rescate, Orphan Holdco, como la fundación holandesa opaca que era dueña de ésta, Stichting Seville.
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