La España de Luis Enrique brilla en Gales (1-4)
Gales-España
La ausencia del lesionado Bale dejó vendidos a los 'Dragones rojos' que, con una defensa débil, sucumbieron ante la imparable 'roja'. Casi sin despeinarse los del asturiano lograron su tercera victoria.
Cardiff/Se presentaron en la lejanía como Dragones Rojos, pero al posicionarse en el césped, la Gales de Ryan Giggs redujo metros y metros su figura y fue vapuleada por la España de Luis Enrique (1-4), que día a día mejora y pule su estilo de juego.
Después de la perfecta goleada a la subcampeona del mundo, Croacia, parecía difícil repetir o incluso dar un imagen más perfecta que la del día de Elche.
La Selección se vistió de blanco impoluto ante un gran escenario como el Principality Stadium de Cardiff (Gales) y con un gran Paco Alcácer, en estado de gracia, sumó la tercera victoria de la era Luis Enrique.
Cierto que fue ante un rival inferior y en un partido amistoso, pero sobre el césped gaélico quedó demostrado que todos los hombres del técnico asturiano podrían ser titulares.
Comenzaron mordiendo los españoles, en un partido revolucionado por los cambios en la alineación; hasta seis respecto al equipo que apabulló a Croacia.
Morata, Suso y Alcácer presionaban arriba, Rodri, Ceballos y Saúl movían el centro del campo sin despeinarse y solo Sergio Ramos despertó la antipatía de la grada, que tímidamente le silbaba por el recuerdo vetusto de su lance con Mohamed Salah en la pasada final de la Champions.
Con Gales fuera de juego, Alcácer siguió con su racha del Dortmund y tras recibir un pase de José Luis Gayá, acomodó el balón a su pierna derecha y definió a la escuadra adelantando a la Roja.
Se cumplían solo diez minutos, pero España ya parecía tenerlo todo bajo control. La sentencia, por si quedaba alguna duda de la resistencia galesa, llegó nueve minutos después cuando Suso puso una falta al corazón del área y Ramos, libre de marca, colocó el cuero en las redes de los de Giggs.
La debilidad de la defensa galesa unida a la falta de espacios arriba y la ausencia de Gareth Bale por lesión, incapacitó a los Dragones Rojos y les dejó a merced de España, que cuando apretó, consiguió el tercero.
Un balón suelto en el área no fue despejado con acierto ni por Ashley Williams ni por Chris Gunter y le llegó a Alcácer en la frontal de la área pequeña. Su pierna derecha no perdonó a Wayne Hennessey.
El descanso le sirvió a Gales para enfriar la situación y el carrusel de cambios típico de los amistosos no ayudó a mantener la intensidad del primer tiempo.
Los segundos 45 minutos sirvieron para darle minutos a jugadores como Kepa Arrizabalaga, Marc Bartra y Koke y para ver el debut de Jonny Otto con la camiseta española.
El del Wolverhamton Wanderers aprovechó para presentarse en sociedad y salvó el gol de Gales al anticiparse en un disparo que olía a gol de Sam Vokes en una contra galesa.
Antes, Suso había despertado el letargo con un disparo desde fuera del área al larguero, pero el partido, en términos generales, estaba terminado desde el 0-3 de España.
Bartra, en el minuto 74, también se apuntó a la fiesta con un remate de cabeza anticipándose a la defensa galesa y acelerando la salida de aficionados galeses, que poco a poco empezaron a abandonar el estadio antes del final del partido.
Todos esos hinchas, no disfrutaron de la euforia de Sam Vokes cuando el delantero del Burnley remató a gol una de las pocas ocasiones de Gales con el encuentro llegando a su fin.
Una vez acabada y aprobada con notable alto la prueba galesa, España se enfrenta al verdadero reto el próximo 15 de octubre en el Benito Villamarín, en el encuentro de la Liga de Naciones contra Inglaterra.
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