"¡Luis Enrique, Luis Enrique!"
España-Croacia (6-0)
Los aficionados reunidos en Elche corearon el nombre del nuevo seleccionador tras la goleada a Croacia.
madrid/"¡Luis Enrique, Luis Enrique!". La aficionados españoles en Elche fueron un clamor el miércoles en el final del partido ante Croacia y gritaron el nombre de su nuevo seleccionador de fútbol, un hombre que en apenas dos partidos regeneró la ilusión perdida entre su afición tras el fracaso del último Mundial.
España ganó 6-0 a Croacia, actual subcampeona del mundo, después de ofrecer un recital en estadio Martínez Valero de Elche apenas tres días después de su triunfo 2-1 en Wembley ante Inglaterra, cuarta clasificada en Rusia, en la apertura de la recién estrenada Liga de Naciones.
De pronto, la afición española, tan descreída hace apenas unas semanas, recuperó la fe. Y no sólo eso, sino que eligió a su "profeta", al hombre a quien seguir, a su músico de flauta encantadora. De nombre, Luis Enrique.
"He sido afortunado, y me quedo sorprendido. Lo agradezco mucho, pero son los jugadores lo que hacen los difícil. Prefiero que animen a los jugadores aunque agradezco el cariño", declaró el entrenador tras el encuentro después de asistir con sorpresa a los vítores de la grada.
"¡Luis Enrique, Luis Enrique!". Quién lo iba a decir cuando el seleccionador fue presentado como nuevo seleccionador español el 19 de julio en mitad de un encendido debate. No tanto por la preparación del entrenador, de sobra demostrada en equipos como Roma, Celta o Barcelona, sino por su peculiar carácter, tan poco atractivo para quienes reclaman afecto antes que profesionalidad.
El volcánico Luis Enrique fue el elegido, una personalidad alejada en principio de la afabilidad de carácter de anteriores seleccionadores como fueron Julen Lopetegui o Vicente del Bosque.
Pero en apenas unos días, Luis Enrique se metió en el bolsillo a hinchada y críticos. Primero, con su actitud, infinitamente más comedida y cordial a la mostrada por ejemplo en Barcelona, donde cada rueda de prensa era una batalla. Y segundo, lo más importante, por sus decisiones futbolísticas.
Si España ofreció el sábado en Inglaterra un interesante esbozo de lo que puede llegar a ser, ante Crocia fue toda una síntesis: mezcla de juego largo y corto, efectividad, puñales en la media punta, presión coordinada, ambición y fútbol. Sólo de esta manera se le hacen seis goles a Croacia.
Además de sus ideas, Luis Enrique fue valiente con sus apuestas personales. Sostuvo a David de Gea en la portería, quitó del equipo a Jordi Alba, dio galones a Saúl Ñíguez en el centro del campo, apostó por Rodrigo Moreno como delantero, hizo debutar a Dani Ceballos y José Gayá...
Al tiempo, Luis Enrique desmitió a quienes auguraban tiempos difíciles para los jugadores del Real Madrid. Declarado a sí mismo como profundo "antimadridista" durante su carrera como futbolista y luego entrenador del Barcelona, resulta que llegó al equipo nacional de jugadores blancos y barrió el color azulgrana.
Ante Croacia jugaron seis futbolistas del Real Madrid, algo que no ocurría desde hace seis años. Y desde hacía 16 años no eran seis los titulares. Además, pusieron su firma en cinco de los seis goles. A cambio, sólo jugó de inicio uno del Barcelona, Sergio Busquets, quien al ser cambiado en la segunda parte dejó a la selección española sin un solo futbolista azulgrana, algo que no sucedía desde 2006.
Qué atrás parecen quedar aquellos tiempos, aquel año 2013, en el que la selección española, entonces entrenada por el "madridista" Vicente del Bosque, jugó un amistoso ante Uruguay con nueve futbolistas del Barcelona. Y pudo ser uno más, pues Xavi Hernández estaba lesionado.
"Ni lo sabía ni me interesa, son de la selección española. Nada más. No son de un equipo u otro. La base es el Real Madrid y me parece bien. ¿Ninguno del Barcelona? Sólo veo una camiseta, la de la selección", observó Luis Enrique tras el choque ante Croacia.
Son nuevos tiempos para la selección española. En todo los sentidos. Y sólo el paso de los meses, y sobre todo las victorias, dirán si viene otra época interesante para el fútbol español. Pero, por lo pronto, su hinchada volvió a ilusionarse. "¡Luis Enrique, Luis Enrique!". Es el grito que pocos imaginaban en un campo de fútbol con la selección española. Ni siquiera el aludido.
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