La nueva política anima el Parlamento de Andalucía
Balance de la X Legislatura
La actividad parlamentaria aumentó en la pasada legislatura casi un 50% coincidiendo con la irrupción de Cs y Podemos en el hemiciclo de las Cinco Llagas
La irrupción de Ciudadanos y Podemos en la política regional reavivó la actividad en el Parlamento de Andalucía a partir de 2015. Pese a que la disolución de la cámara se anticipó unos meses, la décima legislatura andaluza se cerró con un total de 31.137 iniciativas parlamentarias, casi un 50% más que en el anterior periodo legislativo, de las que algo más de 29.000 fueron presentadas por los cinco partidos con representación en el legislativo, según la base de datos del Parlamento de Andalucía.
Además de la entrada de nuevos actores políticos, el incremento de la actividad parlamentaria respecto a la novena legislatura se explica por el hecho de que este periodo legislativo –en el que sólo contaban con parlamentarios electos PSOE, PP e IULV-CA– acabó con más de un año de antelación por la ruptura de la coalición PSOE-Izquierda Unida y la decisión de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, de convocar elecciones anticipadas en en marzo de 2015.
La cifra de actividad parlamentaria registrada entre 2015 y 2018 sólo se superó en las dos legislaturas comprendidas entre 2004 y 2012, en las que el PSOE gobernó con mayoría absoluta bajo la Presidencia de Manuel Chaves y José Antonio Griñán y que estuvieron marcadas por la reforma del Estatuto de Andalucía y la crispación política entre socialistas y populares, sobre todo tras el estallido de la crisis económica y los casos de corrupción relacionados con los ERE irregulares.
El PP-A, el grupo con más iniciativas
Al igual que ocurrió en las anteriores legislaturas, el grupo popular fue nuevamente el más activo de todo el hemiciclo a lo largo del periodo comprendido entre abril de 2015, cuando se constituyó la décima legislatura, y octubre de 2018, coincidiendo con su disolución anticipada.
Los 33 parlamentarios del PP andaluz promovieron algo más de 13.000 iniciativas, lo que que supone en torno al 40% del total de las registradas en la cámara. La mayor parte correspondió a cuestiones relacionadas con el control de la acción de gobierno y peticiones de información.
Entre ellas destacó la formulación de 5.097 preguntas escritas, 2.368 cuestiones en comisión y 860 en pleno. Además, los populares presentaron 1.795 solicitudes de información y documentación y 203 de visitas a dependencias de la Junta de Andalucía. Asimismo, promovieron 21 proposiciones de ley y más de 1.300 proposiciones no de ley tanto en comisión como en pleno.
Podemos se erigió en el segundo grupo con más actividad parlamentaria, con casi 6.000 iniciativas. Sus 15 representantes igualaron a los populares en la media por escaño –en torno a 395 iniciativas por parlamentario– y les superaron en solicitudes de comparecencia en pleno –637–. Sin embargo, se quedaron atrás en la formulación de preguntas al Ejecutivo, al sumar algo más de 2.200 entre cuestiones escritas y orales en comisión y pleno. La formación morada también fue especialmente activa en solicitudes de información y documentación –1.394– y de peticiones de visitas a dependencias de la Junta –178–.
El PSOE-A sigue la tendencia de anteriores legislaturas
A pesar de que fue el grupo más numeroso en la cámara, los socialistas cedieron el protagonismo a los dos principales partidos de la oposición. Sólo presentaron 4.557 iniciativas en el anterior periodo legislativo. Por ejemplo, el grupo socialista únicamente planteó una interpelación en toda la legislatura.
Las interpelaciones son preguntas que versan sobre los motivos o propósitos del Ejecutivo en política general, sea del Consejo de Gobierno o de alguna consejería. Esto es lo que se se conoce en el Parlamento como la interpelación fantasma: el PSOE no ejerce su posibilidad de fiscalizar la labor del Ejecutivo, pero tampoco cede su turno al resto de grupos para hacerlo. Además, también quedó a cero el casillero de mociones, cuyo enunciado el Gobierno está obligado a cumplir si cuentan con el respaldo de la cámara.
La actitud del PSOE no es nueva. Entre 1996 y 2008 sólo superó al Partido Andalucista en número de iniciativas, y en las dos siguientes legislaturas, en las que el número de grupos parlamentarios se redujo a tres, Izquierda Unida se mantuvo por delante de los socialistas. Al formar parte del gobierno, el volumen de peticiones al Ejecutivo disminuye ostensiblemente, ya que pueden canalizarlas por otros cauces más directos que el trámite parlamentario.
Por su parte, Ciudadanos acabó superando a Izquierda Unida, pese a su tímido estreno en la cámara, ya que en el primer año de legislatura los cinco representantes de la coalición de izquierdas habían rebasado de largo el número de iniciativas presentadas por los nueve de la formación naranja.
El grupo presidido por Juan Marín, cuyos votos fueron imprescindibles para que Susana Díaz pudiera gobernar, planteó en la cámara un total de 3.075 cuestiones. De ellas, 1.189 correspondieron a preguntas orales en comisión y otro millar a solicitudes de comparecencias en comisión o pleno.
El partido naranja acabó la legislatura con ocho parlamentarios por la renuncia de Carmen Prieto, que no esperó a que se resolviera su expediente de expulsión por desavenencias con el grupo parlamentario. No obstante, Prieto mantuvo su escaño como parlamentaria no adscrita, desde donde promovió alrededor de 300 iniciativas.
La actividad parlamentaria de Izquierda Unida evidenció la caída del número de representantes como consecuencia de la aparición de Podemos como rival en su espacio electoral. La coalición de izquierdas lanzó un total de 2.353 iniciativas, la mayoría de ellas relacionadas con la labor de control del gobierno. Entre ellas destaca la presentación de 629 preguntas escritas o 577 preguntas orales en pleno.
La parlamentaria Amelia Palacios, récord de iniciativas
La parlamentaria popular Amelia Palacios, que no repitió como candidata en las elecciones del pasado 2 de diciembre, fue la más activa de todo el hemiciclo. Casi 1.300 iniciativas llevaron su firma, de las que más de 400 correspondieron a solicitudes de información y documentación, fundamentalmente sobre cuestiones que afectaban a Jaén, su circunscripción electoral.
También superó el millar iniciativas el portavoz socialista, Mario Jiménez, que rubricó en función de su cargo las 1.179 solicitudes de comparecencia en comisión que planteó su grupo. Otros diputados especialmente activos fueron el socialista José Muñoz, con 1.181 iniciativas o el parlamentario de Podemos David Moscoso, con 804.
La fragmentación política que comenzó en la anterior legislatura se ha profundizado en el periodo legislativo que ahora comienza con la entrada de Vox en la cámara, lo que supone que volverá a haber cinco grupos parlamentarios. La posible formación de una alianza tripartita del centro derecha para investir a Juanma Moreno como presidente anticipa una legislatura en la que la actividad parlamentaria tendrá aún más protagonismo.
Sólo dos leyes del pacto de investidura de Díaz entraron en vigor
La décima legislatura se cerró con un total de 31 leyes aprobadas, una producción legislativa que casi duplica las 16 normas que recibieron la luz verde de la cámara en el periodo comprendido entre 2012 y 2015, durante el gobierno de coalición de PSOE e Izquierda Unida, según el balance de la Secretaría General de Relaciones del Parlamento de la Consejería de Presidencia. Sin embargo, sólo dos corresponden a las once normas incluidas en el pacto de investidura entre PSOEy Ciudadanos que permitió a Susana Díaz formar gobierno en 2015.
Las únicas leyes acordadas entre socialistas y naranjas que han entrado en vigor son las de Participación Ciudadana y la de Emprendimiento. La disolución del parlamento se llevó por delante la tramitación de las normas de Agricultura y Ganadería, Formación Profesional y Sostenibilidad del Sistema Sanitario Andaluz, pese a que ésta entró en el Parlamento en diciembre de 2016. La reforma de la ley electoral y leyes como las de Buen Gobierno o la Cámara de Cuentas ni siquiera llegaron a ser consideradas.
En cambio, el Ejecutivo no recurrió a la vía del decreto con la misma profusión que en la anterior legislatura, un instrumento reservado en teoría para situaciones excepcionales ya que el texto se aprueba en una sola vuelta en la Cámara, sin pasar por comisión ni por el Consejo Consultivo. El último Gobierno andaluz aprobó un total de 15 decretos, frente a los 33 que recibieron luz verde periodo comprendido entre 2012 y 2015.
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