Lo que Alaya no logró puede hacerlo otro juez: Francisco Serrano
Elecciones Andalucía
Javier Arenas ganó las elecciones andaluzas en 2012, pero no logró gobernar. Ese año, la instrucción del caso de los ERE que lideraba la juez Mercedes Alaya se encontraba en un momento de pleno apogeo, en el que la instructora iba escalando en la pirámide de imputaciones, aunque todavía no había preimputado a los ex presidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, quien ganó esas elecciones. Alaya montó una macrocausa denunciando lo que para algunos era el mayor caso de corrupción política de la historia.
Pero ni todos los contundentes autos de la juez detallando las presuntas irregularidades en la concesión de las ayudas sociolaborales durante una época del Gobierno andaluz, ni la imputación en la denominada pieza política de 50 ex altos cargos -que luego la Audiencia de Sevilla redujo a los 22 que finalmente se sentaron en el banquillo de los acusados-, provocaron un cambio en el Ejecutivo autonómico. Y todo ello a pesar de la victoria de los populares con Javier Arenas. La irrupción con fuerza y por sorpresa de Vox en el Parlamento andaluz, con los 12 diputados que ha obtenido en los comicios de ayer, ha convertido a otro ex juez, Francisco Serrano Castro, en la llave del cambio. El que fuera juez de Familia número 7 de Sevilla tiene la posibilidad de entregar la Presidencia de la Junta al PP de Juanma Moreno, en el caso de un hipotético pacto a tres bandas con el Ciudadanos de Juan Marín.
Francisco Serrano ha entrado en política después de su controvertido paso por la carrera judicial, de la que fue expulsado precisamente en el año 2012, el de la victoria pírrica de Arenas. El Tribunal Supremo elevó entonces de dos a diez años la condena de inhabilitación que le había impuesto el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por un delito de prevaricación culposa, por haber ampliado el régimen de visitas para permitir que un niño de 11 años saliera de paje en una cofradía de La Madrugada de la Semana Santa de Sevilla de 2010. En octubre de 2016, el Tribunal Constitucional rehabilitó de nuevo a Serrano, al reducir la condena a dos años de inhabilitación, y, aunque el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) rechazó su reincorporación a la carrera, el Supremo le dio la razón y en abril de este año tomó posesión como juez de Familia en Badalona, aunque sólo por un tiempo.
Serrano cuenta con un próspero despacho de abogados. Cuando fue expulsado de la carrera, culpó al "lobby de género" por sus continúas críticas a la ideología de género. En ese momento dijo que prefería ser "un abogado libre a un juez esclavo del miedo". El ex juez y abogado es ahora el líder de un partido de extrema... necesidad.
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