Semana 0 en el Parlamento de Andalucía

El PP contacta con todos los partidos, pero no hay acuerdo sobre la composición de la Mesa de la Cámara

Moreno plantea una ampliación de consejerías y de la administración periférica

Ofrenda floral del presidente de la Junta, Juanma Moreno, a Blas Infante.
Ofrenda floral del presidente de la Junta, Juanma Moreno, a Blas Infante. / M. G.
Raquel Montenegro

09 de julio 2022 - 19:06

El Hospital de las Cinco Llagas ha vivido esta semana los primeros compases de la negociación parlamentaria de la nueva legislatura, los prolegómenos del nuevo escenario de mayoría absoluta. Una semana de incorporaciones, despedidas, homenaje a Blas Infante y contactos entre los partidos, de afirmaciones de disposición al diálogo, pero todavía con escasos resultados. El PP ha recibido a todos los grupos políticos, cada uno ha expresado sus opiniones. Ha habido alguna que otra conversación telefónica. Pero el primer acuerdo, el que facilite la constitución de la Mesa del Parlamento el próximo día 14, aún no ha llegado.

La Mesa es el órgano de gobierno de la Cámara andaluza, el encargado de decidir la tramitación de las iniciativas y organizar el trabajo interno del Parlamento. En esta legislatura, la mayoría absoluta del PP despeja muchas dudas sobre su funcionamiento (aunque el presidente de la Junta en funciones, Juanma Moreno, reitera en cada foro en el que participa su voluntad de negociar, no aplicar el rodillo). Pero su composición sí está despertando más debate ante un reglamento contradictorio en lo referente a la conformación del órgano.

Por un lado, se establece que, presidencia aparte, que se elige por mayoría, el reparto de los siguientes puestos se va haciendo a los candidatos más votados sucesivamente, algo que deja fuera a los partidos con menos escaños. Con los resultados electorales del 19-J, el PP tendría 5 puestos y el PSOE, 2. Pero aquí llega la segunda parte del reglamento, que establece que todos los grupos deben contar con un representante en la Mesa, pero no fija cómo debe cumplimentarse esta condición. Esto es lo que los partidos están debatiendo y ha puesto de moda la palabra generosidad en los últimos días.

Ante esa situación, la primera opción sería que los dos últimos representantes elegidos, dos secretarios (de PSOE y PP) pasen a los dos grupos minoritarios. Eso no cambiaría nada para el PP, puesto que no perdería su mayoría, pero el PSOE ya ha advertido que no está dispuesto a renunciar a uno suyo. “Vamos a reclamar lo que nos corresponde”, aseguraba hace unos días el secretario general socialista, Juan Espadas, para a continuación animar a los populares a ser “generosos”. El PP actuará con “generosidad”, a diferencia de otros grupos, contestaba sin nombrarlos Juanma Moreno en una comparecencia. Pero esa generosidad no va a llegar a perder el control de la Mesa.

Los escenarios abiertos son múltiples. Desde el PP se asegura tener una postura abierta y dispuesta al diálogo, es el mensaje que Moreno lleva repitiendo desde la noche electoral. La solución puede ser crear dos vocalías con voz pero sin voto o la cesión de un puesto a Vox (sus escaños podrían ser necesarios en las votaciones de otros órganos que requieren mayoría de 3/5) y la creación de una vocalía para Por Andalucía, aún con la diferencia que eso supondría entre uno y otro grupo. También entran en juego los puestos en otros órganos, como el Consejo Audiovisual o el de la RTVA.

En las negociaciones que está desarrollando la secretaria general del PP-A, Loles López, con el resto de grupos, los minoritarios también han aprovechado para reivindicar la máxima presencia en el nuevo Parlamento. El coordinador general de IU en Andalucía, Toni Valero, reclamaba públicamente a Moreno que “salvaguarde la pluralidad en los órganos parlamentarios”. Adelante Andalucía, sin grupo parlamentario, pide una interpretación flexible del reglamento del Parlamento para tener la máxima representación en todos los ámbitos, e incluso ha reivindicado tener presencia con voz pero sin voto en la Mesa aún siendo conscientes de que el reglamento solo prevé la presencia de los grupos.

Mientras se resuelve la estructura parlamentaria, el presidente de la Junta prosigue las conversaciones consigo mismo (como las califica el propio Moreno) y con distintos sectores para la configuración de un nuevo Gobierno. Poco a poco han ido trascendiendo detalles de esa nueva estructura: se buscará un Ejecutivo más de gestión que político, con la presencia de independientes y puede que sin la vicepresidencia económica que se había barajado inicialmente. Y con un mayor número de consejerías que el actual, que permita eliminar la acumulación de competencias que se da en algunas de ellas.

Una de las que más evidentemente está destinada a desgajarse es la macroconsejería que hasta ahora ostentaba el vicepresidente de la Junta, Juan Marín: la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local. Pero también se debate si separar las competencias medioambientales de otro mastodonte administrativo: la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Los ecologistas quieren; los agricultores, no. Con la ampliación del número de consejerías llegaría también el refuerzo de la administración periférica.

En cuanto a quiénes las ocuparán, Moreno repite: primero la estructura, después los nombres. Pero esos nombres no dejan de volar en las quinielas: por ahora se da por segura la permanencia en el Gobierno andaluz de la consejera de Empleo, Rocío Blanco, que fue nombrada por Ciudadanos pero cuya gestión es muy valorada por el presidente (y a la que se ha visto en mítines del PP). También la presencia del consejero de Salud, Jesús Aguirre, y de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, aunque en este último caso podría ser en otro puesto. El nombre de Antonio Sanz ha salido asimismo a la palestra en muchas conversaciones y uno de los puestos que más debate genera (y propuestas) es el que deja Juan Bravo, consejero de Hacienda, al tener por delante la elaboración del presupuesto de un 2023 que será muy complicado. No se prevé conocer a los consejeros hasta finales de mes. Muchos de ellos se enterarán un par de días antes de ser nombrados.

Mucho antes tendrá que desvelar la identidad del presidente/a del Parlamento andaluz. La consejera de Cultura, Patricia del Pozo, y Loles López han sido las más mencionadas en las cábalas previas. Pero del mismo modo, parece que habrá que esperar hasta el último momento.

La intención del presidente es tener culminado todo el proceso de conformación del Gobierno el día 25 para celebrar un primer consejo el día 26. En esa semana también se quiere tener cerrada la estructura de las comisiones y los nombres de los senadores de adscripción autonómica: cinco del PP, tres del PSOE y uno de Vox. Por ahora, solo se ha confirmado que Susana Díaz seguirá siéndolo.

Un nuevo sitio para Vox en el Pleno

Entre los trámites que el Parlamento andaluz ha venido desarrollando esta semana, la mesa de la Diputación Permanente ha aprobado la disposición que los distintos grupos políticos tendrán al menos en el pleno de constitución de la Cámara, el 14 de julio. Y uno de ellos ha querido cambiar de ubicación: Vox ha escogido situarse al lado del PSOE, enfrente de los diputados del PP. Así, el nuevo orden del arco parlamentario será PP, Por Andalucía, grupo mixto (Adelante Andalucía), Vox y PSOE.

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