Algunos historiadores fechan el origen de los bocadillos (el hermano mayor del montadito) a finales del siglo XV o principios del XVI en el sur de España, concretamente en Andalucía y mucho antes de que se empezara a hablar del famoso “sándwich”. Esto evolucionaría, más tarde, al famoso montadito, igual de condimentado pero de tamaño mucho menor que se serviría en papel estraza en tiendas de embutidos que carecían, por aquellos años, de cocina.

Este ha evolucionado hasta convertirse hoy en una preparación típica de la gastronomía andaluza y esta taberna ubicada en el barrio sevillano de Pino Montano lo sabe muy bien. «Er 080», un bar ubicado en la calle Agricultores, recibe este nombre porque justo enfrente del local está el Parque de Bomberos del distrito Norte de Sevilla.

Fue su dueño, Enrique León, quien decidió crear un negocio de comida tradicional en el que no faltara la esencia cofrade. Por este motivo en Er 080 es posible escuchar marchas de Semana Santa durante todo el año con sus bandas de cornetas y tambores.  

En el interior del local hay un amplio salón en el que las familias del barrio pueden disfrutar, con acompañamiento musical de fondo, de su extensa carta de montaditos. 

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Su carta

Pero si por algo es famoso este establecimiento al que merece la pena desplazarse desde el centro de la ciudad es por su extensa y variada carta de montaditos. Esta taberna de Pino Montano cuenta con más de 200 tipos de estos bocatas a los que ha puesto nombres muy originales (Príncipe, Josua, Paquirrín...). El precio de todos ellos oscila entre los 3 y los 3,50 euros y los ingredientes con los que se hacen son muy variados (pollo, roquefort, queso de cabra, trucha ahumada, chorizo picante, ali oli y un sinfín de posibilidades más, para todos los públicos y gustos. 

Esta bodeguera se ha convertido en un punto de encuentro de los vecinos y vecinas de este barrio de Sevilla, que acuden a ella para disfrutar de su cerveza recién tirada, bien fría, y sus montaditos de todos los tipos.