Los obstáculos para el acceso a las prestaciones sanitarias son cada vez mayores. Obtener cita a través de Citasalud es infructuoso, desde donde te aconsejan acudir presencialmente al centro de salud, que tampoco atiende las llamadas telefónicas. Y si deseas tramitar el parte de baja de un familiar convaleciente y en reposo por un accidente atendido en urgencias, no vale con presentar la foto de su tarjeta sanitaria, sino que hay que enseñársela físicamente al administrativo para que te entregue el citado documento. Al parecer, la atención primaria está reñida con los adelantos tecnológicos y las facilidades al ciudadano. ¿Existe alguna explicación que justifique tal despropósito?