El viernes día 26 de noviembre me puse la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19. Mucha de la gente que estaba en la cola se veía en la misma situación que yo. No se la habían puesto porque hasta que llegaron las nuevas restricciones no se habían sentido obligados. Después de hablar con varias personas de la fila descubrí que yo no era la única rara. Mi caso es el siguiente: no me puse la vacuna antes porque tengo miedo. Se habla mucho de los negacionistas, del 5G y de los microchips. Pero poco se habla de la gente que no ha dado el paso de vacunarse por miedo, inseguridad y desconfianza hacia nuestro Gobierno. Personalmente, considero que nos han forzado a dar este paso, cuando podrían haber explicado la situación por la cual se ven "obligados" a poner estas nuevas medidas y quitarnos el derecho a decidir qué queremos o no inyectarnos en nuestro cuerpo. Porque lo único que escucho en las noticias es: la vacuna no será efectiva con la nueva variante X (inefectividad), están pensando en poner una tercera dosis (dudas), la vacuna X no es igual de efectiva que la Y (incertidumbre)... Podrían dar mensajes tranquilizadores a la sociedad y hacer buenas acciones para demostrar que su única meta es ayudarnos, no volvernos locos. Tratar al pueblo como personas, no como rebaño que tiene que seguir normas. Algunos pensaréis que es un poco exagerado esto, pero hablé con una persona (bastante mayor) en la cola de la vacuna del Covid que me dijo lo siguiente: ¿por qué esperar algo bueno de gente que nos ahoga a impuestos, hace malversación de fondos públicos y son corruptos? Sinceramente, no veo tan descabellado que la gente pueda opinar así y que, a día de hoy, haya gente muy reacia a obedecer órdenes del Gobierno. Gran parte de los negacionistas (no me incluyo) están enfadados con el Gobierno. Por eso, hagan lo que hagan los políticos, siempre van a estar en contra. Porque no se fían de las personas que están en el poder.