ARTE

Fuentesal Arenillas, el lenguaje de lo cotidiano

  • Julia Fuentesal y Pablo M. Arenillas presentan 'La danza mudanza' en el CAAC, exposición en la que los artistas reflexionan en la muestra sobre nuestra relación con los espacios y objetos con los que convivimos

  • Un "día de emociones" en recuerdo de Carmen Laffón

De izquierda a derecha: los artistas Pablo M. Arenillas y Julia Fuentesal; el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes; y la comisaria de la muestra, Beatriz Espejo.

De izquierda a derecha: los artistas Pablo M. Arenillas y Julia Fuentesal; el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes; y la comisaria de la muestra, Beatriz Espejo. / M. G.

Dos caminos que apuntan a numerosas direcciones. Así podríamos definir el trabajo de los artistas andaluces Julia Fuentesal y Pablo M. Arenillas, integrantes del colectivo Fuentesal Arenillas. Ambos creadores cuentan con una trayectoria sobresaliente –actualmente están becados en la Real Academia de España en Roma- que ha sido acogida por el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) con la exposición La danza mudanza. En la propuesta, repleta de lecturas e interpretaciones, los dos artistas indagan en la manera en la que nos relacionamos con nuestros entornos, con los objetos que habitualmente usamos, en una primera impresión insignificantes, aunque nada más lejos de la realidad. Una realidad que Fuentesal Arenillas ve desde una óptica original y verbaliza, con un lenguaje insólito, a través de sus esculturas –más de treinta piezas expuestas-.

La exhibición podrá visitarse desde el viernes 12 de mayo hasta el 22 de octubre

La danza mudanza podrá visitarse desde el viernes 12 de mayo hasta el 22 de octubre en el CAAC. En un encuentro con medios, en el que han intervenido, además de los dos artistas, el director del museo, Juan Antonio Álvarez Reyes, y la comisaria de la muestra, la crítica de arte Beatriz Espejo, se han detallado las principales ideas que abarca esta exposición. Espejo ha resumido la propuesta de Fuentesal Arenillas en un concepto clave: "intuición, es decir, más el sentir que el pensar". Así es: las esculturas de los artistas sugieren en lo implícito, en lugar de hablar en lo explícito; siempre tienen un significado abierto que enriquece la limitada expresión del significante. "Este es un espacio libre de sentires y de saberes, porque lo que pasa son emociones", ha comentado la comisaria.

Beatriz Espejo ha añadido, a ese eje central en torno al sentir y el pensar, cuatro apuntes más por los que ha destacado la creación de Fuentesal Arenillas: "el trabajo en el estudio" el cual siempre tiene presente el sentido de "comunidad"; "la pertenencia a una geografía, el sur"; los materiales, "la carpintería, el patronaje, la figura del doble, la manualidad y el juego" y la "intención de hacer una escena". Estos cuatro puntos cardinales nos orientan en el mapa, complejo y a su vez sencillo, del colectivo.

Porque hay una complejidad en la construcción de la idea a partir de la escultura, sin embargo, en la respuesta, en el resultado de ese proceso artístico, todo es claro. Y contiene una asombrosa y rica sencillez. Así sucede con otro de los trabajos que contemplamos en La danza mudanza. Se trata de un audiovisual en el que dos conchas simulan el aleteo de una mariposa. El objeto –la concha- se convierte, gracias al movimiento, en otra realidad –la mariposa-. Es un ejercicio similar al de la metáfora en la poesía, la cual transforma una realidad para así señalar una certeza que estuvo siempre presente, pero que no vemos sin el lenguaje del arte. "La concha nos quiere decir que no hace falta mucho para generar una historia", ha apuntado Arenillas. "Cómo un gesto hace de una cosa, otra cosa", ha sugerido Julia Fuentesal.

Una muestra que desprende musicalidad

La barraca de La Tía Norica, de Cádiz, ciudad cuya cultura influye en el día a día de Fuentesal Arenillas, nos da nuevas pistas sobre un pilar fundamental de la exposición: cómo un objeto comunica una cosa u otra según nosotros lo manejemos, lo veamos, intervengamos en él. A colación de esta idea, Pablo M. Arenillas ha subrayado que "ese sainete provocaba a través de los muñecos".

Una joven contempla una de las obras de la exposición. Una joven contempla una de las obras de la exposición.

Una joven contempla una de las obras de la exposición. / M. G.

Todo en La danza mudanza –de la rima interna del título hasta lo que significa- evoca musicalidad. Las correspondencias que se suceden en las salas del CAAC –aunque el término "sala" no convence al colectivo- están pensadas para transmitir el sentido de la "danza mudanza", que es el "número de movimientos que se hacen a compás en los bailes". Movimientos, por otra parte, "sin reglas fijas", "donde muchas veces se improvisa". La onubense Julia Fuentesal y el gaditano Pablo M. Arenillas también juegan a esa improvisación, a la lectura abierta de la obra, la cual no se cierra jamás, siempre está viva, en diálogo con aquellos que la contemplan. Las esculturas de Fuentesal y Arenillas no están concluidas en la interpretación, pues esta viene determinada por el espectador. Y cada cual con su juicio, cada cual con su criterio.

Un viaje entre la oralidad y lo popular

Esa indefinición, lo inconcluso, enlaza con lo que los artistas denominan "periodismo oral". Un relato que se renueva cada día, a través de múltiples voces, en incontables veces. La oralidad es un interés primordial para comprender la trayectoria de Fuentesal Arenillas. La oralidad y lo popular. Junto con lo doméstico. Esto lo vemos en las estructuras de los sombreros, presentes a lo largo de la exposición. "Representan a esas cabezas familiares pero que remiten a la pareja, a la relación entre dos", ha explicado Pablo M. Arenillas. "El sombrero es el primer objeto que por su peso cae y se queda en el cuerpo. Es un objeto que se identifica muy rápidamente con el cuerpo. Ese sombrero crea también un espacio vital, un espacio de protección, aunque con el sombrero también te mueves y es un espacio que va contigo", ha añadido Julia Fuentesal.

Las obras se exhiben en el Claustrón Este del CAAC. Las obras se exhiben en el Claustrón Este del CAAC.

Las obras se exhiben en el Claustrón Este del CAAC. / M. G.

El corredor que une las salas lo ocupa una instalación portátil titulada Imaginaria, compuesta por setenta tablas enteladas. "Hay aquí suelos que recogen momentos de charla. Hay bocetos, hay apuntes. El suelo que habla de nosotros mismos", ha descrito Fuentesal en esta escultura que se asemeja a una columna vertebral y que vertebra la disposición de la muestra.

"Todo es algo muy sencillo y muy sofisticado", en palabras de la comisaria Beatriz Espejo, quien añadió, en su última intervención, que esta exposición da "valor a lo infraordinario". Es el resumen de lo que hemos visto. La madera, el yeso, el tejido. Lo artesanal. El paisaje. Los espacios comunes. Son estos los elementos que el colectivo Fuentesal Arenillas toma para construir su discurso. Un discurso que, como comentábamos al principio, se constituye sobre dos caminos, o dos artistas, pero que indica multitud de direcciones. Tantas como hemos visto en este breve recorrido por La danza mudanza. Tantas como nosotros queramos. Tantas como nuestra imaginación desee.

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