Andalucía

Espadas y Juanma Moreno, demasiado pendientes de junio

  • El PSOE andaluz espera con paciencia el relevo de Juan Espadas mientras Juanma Moreno demora el cierre de la crisis de Gobierno hasta ver qué le ocurre a Feijóo en las elecciones europeas

  • Juan Francisco Serrano y María Jesús Montero, los dos nombres para la sustitución en el PSOE-A

  • Algunos consejeros hacen cábalas con su futuro y con el del propio presidente de la Junta 

Juan Espadas, este domingo en Sevilla.

Juan Espadas, este domingo en Sevilla. / EP

Son dos viejas máximas que los más experimentados en política saben que hay que respetar de modo marcial. La primera obliga a no dejar abiertas las crisis: si hay un cambio de ministros o de consejeros o de delegados municipales, se acomete en el instante, ni se anuncia ni se trocea como un serial televisivo. La segunda aconseja no ocuparse de los problemas mientras no se planteen. ¿Para qué buscar un relevo al presidente del Gobierno si aún no se ha ido? El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha incumplido la primera. Y eso le ha llevado a la segunda. Para sorpresa de muchos, cuando anunció el cese de su consejera de Agricultura, adelantó que el resto de los cambios se producirían después de las elecciones europeas del 9 de junio, lo que ha provocado una cascada de especulaciones sobre el futuro de algunos consejeros en apuros, incluso del suyo propio. ¿Por qué junio? ¿Para ver qué ocurre con Núñez Feijóo? ¿Es su sustituto?

Son tiempos de incertidumbres. Las elecciones catalanas de este domingo y las europeas de junio tienen en vilo al PSOE y al PP. En los últimos días de la campaña catalana, Alberto Núñez Feijóo se ha dedicado a jugar en el pequeño hueco de la extrema derecha. Así de mala son las perspectivas, el PP no aspira a ser un partido de mayorías, sino a quedar sólo un poco mejor que Vox. Si fuese al contrario, si Abascal aún siguiera con más escaños en el Parlament, la estrategia del dirigente gallego se vendría abajo. Después de la cita de hoy, llegan las europeas y Pedro Sánchez no parece dispuesto a darlas por perdidas. "El perro se ha despertado y el perro muerde", comenta a este diario un destacado militante socialista andaluz. 

Juanma Moreno y Elías Bendodo, el viernes pasado en Málaga. Juanma Moreno y Elías Bendodo, el viernes pasado en Málaga.

Juanma Moreno y Elías Bendodo, el viernes pasado en Málaga. / Albiñana

¿Qué significa esto de la fuerza del can? Pues que después del bajonazo anímico de Sánchez, impostado o cierto, el partido en Andalucía vuelve a confiar en este talismán tan asombroso como inescrutable. La organización ya sabe con quién se están jugando su futuro, no les gusta el personalismo que imprime a sus estrategias, pero el incipiente debate sobre su sustitución quedó en suspenso. "No hay que ocuparse sobre los problemas que no existen", explica la misma voz. 

No hay debate sobre quién sustituirá a Sánchez, María Jesús Montero era la alternativa sólo para el caso de que hubiese dimitido hace dos semanas, por jerarquía en el Gobierno y en el partido era indiscutible, pero sólo para esa ocasión. Eso no significa que no haya críticos en Andalucía, que conspiren e, incluso, que Ferraz se haya dado cuenta de cómo se movían algunos parlamentarios autonómicos en los conciliábulos madrileños. No hay debate sobre el día de después de Sánchez, pero sí de Espadas.

¿Espadas, ministro?

El cambio de Juan Espadas ha fracasado, casi todos los consultados lo admiten. El PP de Juanma Moreno no hace más que subir en los sondeos y, aunque algunos de la dirección socialistas creen que el Centro de Estudios Andaluces miente en sus encuestas, los resultados son limpios y contundentes, los populares se acercan a los 60 diputados de un Parlamento de 109. Espadas no trabaja en equipo, crea grupos y estructuras que nadie comprende, la Ejecutiva ha sido reemplazada por el sanedrín de los secretarios provinciales. "No se fía de nadie", admite un parlamentario en Madrid. "Está amortizado, está cansado, ha conseguido lo nunca visto en este partido, que se eche de menos a Susana", añade.

Ferraz también sabe que deberá buscar un nuevo líder después del congreso federal. A María Jesús Montero, que es la preferida, le gustaría retrasar el cambio, le encantaría ver a un Espadas exultante, pero otros miembros de la dirección asumen que el relevo debe producirse pronto, las elecciones andaluzas son en 2026 y el nuevo dirigente no puede llegar a última hora. Después del susto de Sánchez, Ferraz intenta hacer creer que el congreso federal será en otoño de 2025, pero eso sólo es un deseo que el secretario general puede eliminar en cualquier momento. Tras el federal y, de modo automático, vendría el andaluz.

Hay una posibilidad de salida en el relevo de Teresa Ribera como ministra de Transición Ecológica. Espadas estuvo a punto de ser ministro en la última crisis, era uno de los responsables de medio ambiente en la dirección federal socialista, trabajó con la vicepresidenta y podría sustituirle, pero eso sólo depende de Sánchez, tan imprevisible como el caos. Pero es una posibilidad.

Para muchos, la única opción es Montero; otros han trabajado el nombre de Juan Francisco Serrano. ¿Juanfran Serrano? ¿Quién es Juanfran? El jiennense es diputado en el Congreso y secretario adjunto a Organización en Ferraz; es decir, el hombre de confianza de Santos Cerdán, tanto que ha sido quien le ha acompañado en sus reuniones con Puigdemont en Bélgica y Suiza. Serrano es puro aparato, militante de una de las dos provincias más importantes y nexo con Ferraz y Moncloa. El otro territorio clave, el que más militantes aporta, Sevilla, se decantaría por Montero.

Moreno espera

Juanma Moreno también está mirando el calendario. San Telmo ha tenido que aclarar esta semana que el presidente de la Junta repetirá con candidato del PP andaluz en 2026. "Tienes el cariño para seguir cuatro, ocho y los años que hagan falta", le dijo la presidenta del PP malagueño, Patricia Navarro, el viernes pasado en su ciudad. Aunque Moreno ha asegurado en alguna ocasión que sólo iba a estar ocho años, hace tiempo que cambió de opinión. De ser así, sólo le quedarían dos, ni se lo plantea, pero el futuro de Feijóo como líder popular es incierto y, en caso de retirada, el andaluz sería el favorito del partido a nivel nacional.

Moreno sustituyó a Carmen Crespo en Agricultura por Ramón Fernández-Pacheco, que compatibiliza con la Consejería de Medio Ambiente, pero aún debe entrar otro consejero más. Eso es lo que ha disparado la creencia de que podría haber otras sustituciones, como la de Catalina García al frente de Sanidad, que es la consejería más deteriorada, aunque no parece que sea un problema de personas. Esto es mucho más grave, el PP lleva años sin dar con la tecla que presumía poseer cuando estaba en la oposición al PSOE. A Arturo Bernal también hay quien le ve fuera porque era un hombre de Elías Bendodo, pero el de Turismo sigue con buenas credenciales en San Telmo.

Las elecciones europeas servirán para comprobar cuál es el balance de fuerzas entre el PSOE y el PP a nivel nacional, pero también en Andalucía. Si los socialistas perdiesen en el sur, acumularían un ciclo electoral completo de derrotas, cuatro consecutivas, demasiadas para que todo quedase postergado a 2025.    

   

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