Las cinco ideas más originales y coloridas para pintar una pared (o paredes) y darle un nuevo aire a la decoración de casa
Descubre cómo puede cambiar una estancia sólo con pintar de forma original una de sus paredes
Los tres colores que nunca deben faltar en la decoración de una casa para mantener la armonía y hacernos sentir bien
No siempre que queramos renovar la decoración de casa deberemos hacer reformas. Tampoco invertir un dineral en comprar artículos de decoración. Para que nuestra casa tenga un aspecto muy diferente con muy poco sólo necesitamos un bote de pintura, tiempo libre y ganas de pasar un buen rato.
Siempre que cambiamos de estación nos entran unas ganas locas de renovar la decoración de casa. Aplicar las tendencias de decoración siempre es una buena idea, pero no siempre estamos dispuestos a invertir grandes cantidades de dinero en el proceso, sobre todo si ya lo hemos hecho a la hora de llevar a cabo las mejores ideas para sacarle partido a la terraza. Además, a la hora de apostar por una decoración, siempre buscamos algo que sea diferente y no un producto fabricado en serie que podemos encontrarnos en casa de cualquiera de nuestros amigos.
Por eso, a la hora de apostar por cambiar la decoración de casa jugar con la pintura de la pared es una opción súper original y creativa. Teniendo en cuenta los colores que nunca deben faltar en la decoración de una casa para mantener la armonía se nos antoja muy sencillo renovar el aspecto de nuestro hogar a través de sus paredes.
Sólo tenemos que elegir la estancia que queremos renovar (el salón, la entrada y el dormitorio son las mejores opciones) y decantarnos por una de las cinco ideas originales y coloridas para pintar la pared y darle un nuevo aire a la decoración de casa.
Una pared pintada con rayas difuminadas
Se trata de una técnica súper original por la que puedes apostar si quieres darle un toque de color al salón e incluso a un dormitorio. Tienes dos opciones, apostar porque las rayas estén bien diferenciadas o jugar a difuminarlas. Si apuestas por difuminarlas, el resultado será mucho más dinámico.
A la hora de llevarlo a cabo, debes preparar la superficie y aplicar un color base sobre el que se aplicarán los colores elegidos para hacer las rayas. Con independencia de si te decantas por unas franjas difuminadas o definidas, es importante que queden rectas para no crear un efecto de desconcierto o angustia.
Si te decides por hacer que las rayas estén difuminadas, debes aplicar el primer color con poca pintura. A continuación, deberás ir haciendo pequeñas franjas sin presionar demasiado para conseguir un efecto borroso. Puedes jugar con tonalidades de la misma gama o jugar al contraste. Repite el proceso con las siguientes rayas y consigue un efecto rompedor y súper original.
Una pared pintada como si fuera papel
Imitar el papel pintado a la hora de decorar una pared siempre es una buena idea. Primero, porque es mucho más sencillo de conseguir que utilizar un papel pintado. Segundo, porque cuando nos cansemos de este efecto será mucho más fácil prescindir de él.
A la hora de llevarlo a acabo sólo necesitamos un rodillo y una plantilla (en el caso de no ser muy diestros a la hora de pintar). Las flores siempre son un acierto y con ellas podemos conseguir un aspecto muy acogedor para nuestro salón o dormitorio, pero los lunares de colores también son una opción de decoración muy acertada.
Tres colores para pintar una pared
Pintar la pared con tres colores diferentes es una opción para los más atrevidos. En esta ocasión, no nos referimos a pintar dos paredes de diferente color y jugar con un tercer, no. Lo que recomendamos es apostar por tres colores en una misma pared. Pueden ser tonalidades de la misma gama cromática o jugar a los contrastes.
El efecto todavía es más rompedor si jugamos con las líneas y creamos estampados geométricos. A la hora de pintar la pared con esta técnica, es importante que se trate de una estancia que no esté sobrecargada y donde la neutralidad sea la tónica dominante. Al recurrir a esta forma de pintar la pared le estaremos dando a la estancia muchísima personalidad.
Una pared pintada con colores fundidos
Si de verdad buscas originalidad, nada como apostar por fundir distintos colores en una misma pared. El truco está en utilizar el blanco como base y jugar con las distintas tonalidades sobre él (cuando el color de la base ya esté seco). Al ser una técnica demasiado llamativa, recomendamos que hagas igual que en la foto y sólo apuestas por difuminar una zona en concreto de la pared.
Puedes utilizar esponjas o un trapo y jugar a crear superposiciones con los diferentes colores. Para que el resultado sea más difuminado, deberás utilizar una pintura más acuosa o añadirle algo de agua a la pintura escogida para desarrollar esta técnica. El resultado es una pared llena de dinamismo que confiere a la estancia un toque muy personal.
Una pared pintada con efecto degradado
Es un efecto similar al anterior, con la diferencia de que en esta ocasión los colores pertenecen a la misma gama cromática. Al igual que en el fundido, necesitamos un color base (preferiblemente blanco) sobre el que trabajar. A la hora de conseguir el efecto, primero tenemos que hacer es dividir la pared en franjas de igual o distinto tamaño.
A la hora de pintar debemos empezar por la parte inferior, que pintaremos con el color puro y sin mezclar con el blanco. Para conseguir el degradado mezclaremos en un recipiente el color puro con algo de blanco y aplicaremos en la siguiente franja. Repetimos el proceso hasta que consigamos el efecto deseado con todas las franjas. Para que, además, quede bastante difuminado podemos aplicarlo con una esponja.
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