La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Recordar la infancia es traer a la memoria las visitas a casa de la abuela con sus tardes de pan y chocolate y los sofás estampados de flores con tapetes de ganchillo. Concebidos para proteger de las travesuras infantiles y del inexorable paso del tiempo, los tapetes de crochet han sido todo un emblema para las generaciones que nos criamos en las calles, libres de tablets y dispositivos electrónicos. Ahora, ajenos a su elaboración porque quizás nunca tuvimos la paciencia necesaria para sentarnos a aprender de nuestras abuelas, el ganchillo se ha convertido en todo un objeto de culto que está presente en pasarelas y es protagonista de los looks más comentados de las estrellas internacionales. Pero también en los estilismos de diario de las que al recordar las tardes de pan y chocolate esbozamos una amplia sonrisa.
Lo vemos en esa falda de crochet que ha llevado tal o cual influencer en el último festival al que ha acudido a hacerse fotos y también en ese top de crochet rescatado del armario de nuestra madre y que ahora llevamos con vaqueros y pantalones de lino. El crochet hace tiempo que regresó y con él el gusto por la artesanía, la moda pausada y las piezas exclusivas con las que contar una historia, nuestra historia.
Amantes de lo artesano y enamoradas de la moda, Eva Pozuelo y Rosario Andrade son las responsables de que el crochet haya dejado de ser el recuerdo de un tapete en casa de la abuela para convertirse en un objeto de culto al que dedicarle tiempo y poner en valor. Ambas son las responsables de la firma sevillanaHilando el Tiempo y, además de haber vestido a celebs como Sara Carbonero, Raquel Revuelta, Elena Furiase o Blanca Paloma, han sabido devolverle al ganchillo el lugar que le corresponde con una visión mucho más estética y renovada. Hablamos con ellas sobre su firma, el proceso creativo y todo lo que esconde cada una de las piezas que elaboran en su taller de la calle Castellar, en Sevilla.
¿Cuántas veces se nos ha encendido la bombilla y hemos querido compartir el momento de lucidez con alguien que sabíamos que remaría en nuestra misma dirección alrededor de una taza de café? En nuestro caso, es probable que ese encuentro nunca llegara a producirse. En el de estas diseñadoras no sólo se produjo, sino que se sacó el mejor de los provechos. Eva Pozuelo, vinculada desde siempre al mundo de la moda y la comunicación, y Rosario Andrade, cuya carrera en la construcción parecía alejada de los tejidos, puntadas y patrones, se conocieron de manera fortuita. Fue su entorno común el que propició aquel primer café, con su consecuente charla, que cambiaría sus vidas. Inspiradas por sus abuelas y movidas por un profundo amor por el handmade, en 2013 decidieron dar vida a su proyecto personal más ambicioso: Hilando el Tiempo, un espacio donde moda, hogar y artesanía se entrelazan con la tradición, el diseño y la innovación.
Desde sus inicios, Eva y Rosario tuvieron claro su objetivo: huir del fast fashion promoviendo un consumo más responsable, pausado y sostenible, poniendo en valor una de las técnicas más ancestrales y caídas en el olvido: el ganchillo. Piezas atemporales, versátiles y duraderas eran su respuesta a una moda rápida y un consumo apresurado, sin aprecio por el trabajo o la creatividad, que parecía haberse instaurado para siempre. En esa línea empezaron a trabajar, como pequeñas hormiguitas que poco a poco, con mucho esfuerzo y sin ninguna prisa, esperando compartir su sueño con el mundo.
Como al genio al que visitan las musas sólo cuando está trabajando, ellas recibieron el primer golpe de suerte en pleno proceso creativo. En 2014, fueron invitadas a participar en los desfiles de Andalucía de Moda en la sección de moda verde y desde entonces no han dejado de cosechar éxitos. "Nuestro primer desfile fue un desafío y una gran ilusión. Poner en valor una técnica tan artesanal como el ganchillo en la pasarela fue un reto que aceptamos con gusto y que nos ha dado muchas satisfacciones", recuerdan.
Una década después, Hilando el Tiempo ha vestido a celebrities como Sara Carbonero, Raquel Perera, Ester Expósito y Blanca Paloma, esta última supuso un revulsivo para la firma. "Que rostros conocidos lleven nuestras piezas es un auténtico orgullo y una forma potente de dar a conocer nuestro trabajo, algo que agradecemos enormemente", comenta Eva. A pesar de no contar con un gran departamento de marketing como las grandes firmas (ellas dos lo hacen todo), la autenticidad y el esfuerzo de estas dos mujeres han llevado a la firma a ser muy reconocida en el mundo de la moda. La exclusividad de sus piezas, el valor de lo artesanal y la historia que envuelve a cada pieza única ha hecho el resto
El valor por lo artesanal ha permitido a Hilando el Tiempo crear una conexión especial con sus clientas. "La relación con nuestras clientas es muy cercana, ellas vienen a hacerse ese regalo especial que a todas nos gusta hacernos o buscando una pieza más cuidada para una boda y se van contentísimas, con un vínculo fuerte creado entre nosotras, la pieza y la propia clienta", señala Eva. En cuanto al proceso creativo, ambas diseñadoras se inspiran en la cotidianeidad del día a día y en la experimentación constante, eso que en la moda rápida no da lugar a que se produzca. El ensayo error las ayuda a crear piezas únicas e irrepetibles.
"Todo aquello que tenga un hilo continuo y sea maleable puede hacerse ganchillo", aseguran, y esa es su filosofía a la hora de trabajar, siempre receptivas a cualquier idea y dispuestas a mantener un diálogo fluido. Con gustos parecidos, pero técnicas diferentes, cada una de ellas comienza y termina sus propias piezas, reflejando en cada puntada su estado de ánimo y personalidad. "En cada prenda va nuestra historia personal, nuestro momento vital", añaden. "Tenemos diferente tensión en las manos, por lo que nuestro punto es completamente distinto. Si una empieza una pieza, tiene que acabarla. De hecho, las piezas que elaboramos dicen mucho de nuestro estado de ánimo, si estamos relajadas o estresadas, porque el punto va variando en función de la tensión que vayamos experimentando", añade Eva. Por eso, con cada pieza de Hilando el Tiempo, la clienta se lleva un trocito del alma de Eva y Rosario.
A diferencia de otras firmas, Hilando el Tiempo no lanza grandes colecciones de temporada. En su web, cuentan con algunos diseños que se pueden adaptar al gusto de la clienta y también trabajan por encargo. "Solemos sacar entre 5 y 10 piezas que se cuelgan en la web y que se pueden adaptar al tallaje de la clienta. El resto funciona por encargo", explican.
Entre sus últimas satisfacciones destaca la colaboración con el diseñador Leandro Cano, quien ha recibido el Premio de la Academia de la Moda Española a la sostenibilidad, innovación y altas artesanías aplicadas a la moda, en gran parte gracias al trabajo conjunto con Hilando el Tiempo. Aunque esta no ha sido la única colaboración con Cano, demostrando que la unión de talentos puede llevar la artesanía a nuevas alturas.
Hilando el Tiempo cuenta con diez años de éxitos, tejiendo sueños y creando piezas que son verdaderas obras de arte. La firma sevillana, con su compromiso con la artesanía y la sostenibilidad, sigue marcando tendencia y demostrando que la moda puede ser responsable y a la vez muy exclusiva y especial. Además, ambas imparten clases en Sevilla de Moda, con el objetivo de hacer perdurar esta técnica que antes aprendíamos de nuestras abuelas y que había caído en el olvido recupere el lugar que le corresponde. “Queremos que los alumnos toman consciencia de que ésta es nuestra raíz, nuestro sello de identidad”, señalan. Eva Pozuelo y Rosario Andrade continúan hilando el tiempo, uniendo pasado y presente en cada creación y mirando al futuro con la misma pasión que las llevó a iniciar este camino hace una década.
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