La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
Vestir de mantilla es una de las tradiciones de la Semana Santa más arraigadas. Generalmente, suele ser una costumbre de herencia familiar, una forma de vivir el luto muy personal y muy vinculada, en realidad, a la historia de la moda. Aunque vestir de mantilla de forma correcta parezca ajeno a cuestiones de moda, este atuendo se basa en la simbología de la propia moda para lanzar un mensaje. Aunque para lanzar ese mensaje, el del luto y el recogimiento, se deben tener en cuenta una serie de claves para vestir de mantilla de forma correcta.
La iniciativa Sí mantilla, que siempre llena las calles del centro de mujeres vestidas de mantilla, nos sirve de referencia para hablar de cómo vestir de mantilla de forma correcta en Semana Santa. Aunque parezca que sólo debemos controlar el vestido, que debe ser negro y sobrio, hay otros aspectos importantes a tener en cuenta. Si eres de las que se van a vestir de mantilla esta Semana Santa, aquí van las diez claves que debes controlar para hacerlo de forma correcta.
Aunque, tradicionalmente, se vestía de mantilla tanto el Jueves Santo como el Viernes Santo, salir de mantilla el Viernes se ha ido perdiendo con el tiempo en algunos municipios. No obstante, esto no quiere decir que salir de mantilla el Viernes Santo sea incorrecto. Eso sí, una cosa es segura: no hay que vestir de mantilla en los días anteriores.
La mantilla debe ser de encaje negro y no debería llevar adornos como volantes, madroños o lazos. Lo más correcto es escoger una de chantilly o blonda, siendo esta última la más popular en Semana Santa, en forma rectangular o de pico.
El largo de la mantilla no debe llegar más abajo de las rodillas, pero tampoco debe quedar más corta que el vestido ni con una caída asimétrica. El tamaño de la mantilla debe ir acorde a la estatura de quien la lleve.
La mantilla se sujeta con una peina y un recogido bajo, y son muchas las mujeres que optan por sujetarla al vestido a la altura de los hombros de forma discreta, para evitar que vuele de forma excesiva, con la ayuda de una pequeña puntada.
Primero, debemos procurar hacernos un moño bajo que sirva como base donde podamos colocar de forma segura y cómoda la peina. La peineta va clavada entre el moño y la nuca y sujeta a la peina a través de horquillas y un broche.
El vestido debe ser negro, sobrio, sencillo y discreto. Recomendamos evitar los encajes o los tejidos con muchos detalles. El corte lápiz y los drapeados son una opción segura. Los hombros deben estar cubiertos y hay que renunciar a los escotes pronunciados, las transparencias y las tirantas. Las mangas deben ser largas o francesas, siendo una opción llevar sobre el vestido una chaqueta negra, sobria y sencilla (en el caso de que las temperaturas inviten a ello.
Las medias deben ser negras y de cristal. Es recomendable evitar las medias muy tupidas y tener en cuenta que ir sin medias o llevarlas transparentes queda totalmente fuera del protocolo. No deben ser de fantasía ni tejidos brillantes.
Lo mejor es optar por unos salones negros de tacón mediano, aún más cómodos si son de tacón ancho, ya que estaremos en pie y andando muchas horas y es importante evitar el dolor de pies a toda costa. Aunque pueden contar con algún pequeño detalle, deben ir en sintonía con el resto del estilismo en cuanto a nivel de sobriedad.
Los pendientes quedarán mejor si son ligeramente largos y pueden combinarse con otras joyas, como pulseras discretas o cadenitas sencillas con algún crucifijo. Aunque son muchas las que gustan de llevar perlas, tradicionalmente los collares o joyas de perlas están mal vistos al ser inadecuados para vestir de luto.
El bolso debe ser pequeño y, por supuesto, negro. Nunca debe ser un maxi bolso y tampoco debemos colgárnoslo de los hombros o llevarlo a modo de bandolera. Lo mejor es escoger un pequeño bolso sin muchos detalles tipo clutch donde llevar con nosotras lo imprescindible.
Para vestir de mantilla correctamente debemos hacernos un recogido bajo para que la peina se sujete correctamente y, con ella, la mantilla. Cualquier recogido bajo nos vale, teniendo en cuenta siempre que no esté demasiado apretado y que sea favorecedor para la forma de nuestro rostro y acorde a nuestro estilo y edad. En el caso del maquillaje, debe ser sobrio y discreto y evitando llevar demasiada sombra o pigmentos coloridos.
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