Belén Yñiguez se convierte en la mejor invitada del otoño con un diseño de Nicolás Montenegro
La influencer confió en el diseñador para uno de los loos más especiales, el de la boda de su prima, cuyo vestido de novia tambiés es obra de Montenegro
Nicolás Montenegro revoluciona el concepto novia en la espectacular boda de su hermana Ana
Este fin de semana las invitadas con más estilo han puesto su mirada en el espectacular look de la influencer sevillana Belén Yñiguez, quien asistió a la boda de su prima María Núñez Yñiguez con un diseño exclusivo de Nicolás Montenegro que ya está marcando tendencia para las invitadas de esta temporada. El look de Yñiguez ha acaparado todas las miradas y se ha convertido en un referente del estilo otoñal, destacando no sólo por su elegancia sino por su toque vanguardista y cuidadosamente trabajado. Aunque no ha sido la única pieza de este especial enlace firmada por Montenegro. El vestido de novia de la protagonista del día también iba firmado por el diseñador de Lantejuela.
El look de Belén Yñiguez para la boda de su prima no soólo ha sido un éxito absoluto, sino que sienta las bases para las tendencias de invitada este otoño: colores tierra, drapeados con inspiración corsetería, faldas con vuelo y capas etéreas. Sin duda, es una invitada que no deja indiferente y cuyo estilo marcará tendencia en los meses que vienen.
Con estos dos diseños, Nicolás Montenegro reafirma su lugar como uno de los diseñadores más destacados en el panorama nacional. Desde los especiales vestidos de novia hasta los looks de invitada con un toque rompedor, Montenegro sigue demostrando su capacidad para crear piezas llenas de personalidad y estilo.
Un diseño de Nicolás Montenegro que define las tendencias de la temporada
La relación entre Belén Yñiguez y Nicolás Montenegro no es nueva. Amigos desde hace años, han colaborado en varias ocasiones, pero para la boda de su prima, ambos querían crear algo verdaderamente especial. “Ella ha lucido mis diseños en otras ocasiones, pero esta vez quería algo más trabajado, algo que la hiciera destacar de una manera única”, asegura Montenegro.
El resultado fue un vestido marrón – color en tendencia esta temporada – que se posiciona como una apuesta segura para las invitadas más sofisticadas. La pieza central del diseño es su cuerpo drapeado con inspiración en corsetería, que abrazaba la figura de Yñiguez a la perfección, resaltando su silueta de forma elegante y moderna. Este estilo ajustado contrastaba con la falda en corte evasé, que aportaba fluidez y mucho movimiento al look, permitiendo que el vestido brillara tanto en los momentos estáticos como en los dinámicos, dando lugar a un look que no pasaba desapercibido.
El toque más sugerente del diseño lo daba el escote que dejaba los hombros al descubierto, un detalle perfecto para aportar sensualidad sin caer en lo excesivo. No obstante, pensando en la ceremonia religiosa, Montenegro decidió incorporar una capa de bámbula de seda que cubría los hombros y otorgaba un aire etéreo y sofisticado al look, logrando un equilibrio perfecto entre respeto por el entorno y estilo moderno.
Uno de los detalles más llamativos fue la cremallera metálica en la parte trasera del vestido, que le añadía un punto de transgresión y modernidad a un conjunto que, de otra manera, podría haber caído en lo clásico. Esta combinación entre el refinado diseño del cuerpo y la falda con el toque más atrevido de la cremallera metálica muestra la capacidad de Montenegro para jugar con lo inesperado y crear diseños únicos.
Los complementos que elevaron el look de invitada de Belén Yñiguez
Si algo ha demostrado Belén Yñiguez es que sabe cómo llevar un look al siguiente nivel gracias a los complementos. En esta ocasión, la influencer apostó por una espectacular pamela negra de la firma Nana Golmar, que no solo aportaba un toque de contraste al conjunto, sino que ayudaba a enmarcar su rostro, dándole un aire sofisticado y elegante.
Para contrastar con la sobriedad del marrón del vestido y el negro de la pamela, Yñiguez optó por unas sandalias de animal print, el estampado estrella de la temporada. Este detalle aportaba un toque de originalidad y rompía con la monocromía del look, añadiendo un guiño atrevido y moderno que resaltaba su estilo personal.
El look se completaba con un bolso de la firma Laia Alen, pequeño y de líneas sencillas, perfecto para no robar protagonismo al vestido, pero suficientemente chic como para aportar ese toque extra de sofisticación.
Sencillez y elegancia para darle protagonismo al diseño con sello Montenegro
Para el peinado, Belén Yñiguez confió en Víctor del Valle, estilista y peluquero de confianza, quien se decantó por un recogido sencillo en forma de coleta baja. Este peinado no solo le aportaba un aire sofisticado, sino que permitía que el diseño del vestido y la pamela se llevaran todo el protagonismo.
El maquillaje fue natural y luminoso, con tonos suaves que resaltaban su belleza sin sobrecargar el look, obra de la maquilladora Cristina Quijada. La apuesta por la naturalidad y la sencillez en el rostro equilibraba el dramatismo del vestido y los complementos, logrando un look redondo y armónico.
María Núñez Yñiguez, una novia Montenegro muy especial
Aunque el look de invitada de Belén Yñiguez acaparó muchas mirada, el verdadero protagonista es el espectacular vestido de novia de María Núñez Yñiguez, también obra de Nicolás Montenegro. El diseñador, que ya es conocido por su habilidad para crear diseños de novia únicos, como los que ha realizado para personalidades como su hermana Ana (el más especial de su carrera) o Manuela Villena, volvió a sorprender con un vestido de novia lleno de detalles y artesanía.
El vestido de María Núñez Yñiguez estaba compuesto por una falda de crepe y unas mangas de bámbula de seda, que aportaban ligereza y movimiento. Pero lo que verdaderamente hacía especial el diseño era el cuerpo, lleno de pliegues artesanales que Montenegro confeccionó en su propio taller, mostrando una vez más su dominio de las técnicas más complejas.
El detalle más significativo del diseño era la blusa capa ajustada en la parte delantera, que dejaba la espalda completamente despejada, convirtiendo la parte trasera en una espectacular cola que acompañaba a la novia en cada uno de sus movimientos. Como toque final, el cinturón del vestido llevaba un broche familiar, lo que añadía un valor sentimental al conjunto, mientras que la novia coronaba su look con una tiara también heredada, símbolo de la tradición y la historia familiar.
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