Desfile de Cristo Báñez

Un desfile rociero y muy emotivo

Eso de “nadie es profeta en su tierra” se queda sin argumentos cuando se presencia algo como el desfile de Cristo Báñez en Almonte, su ciudad natal y acogedora de la tercera edición de Doñana d´Flamenca.

Lo hizo homenajeando a su madre, Cristobalina, conocida modista de la comarca de la que ha heredado, además de su nombre, su pasión por la costura, y con la que protagonizó el momento más emotivo de la jornada inaugural.

Este desfile es un manifiesto de su inspiración más directa, de la etapa de Cristobalina como Hermana Mayor de la Hermandad matriz de Almonte habla Ella, una colección de flamenca que tira más al Rocío que a cualquier otra parte del mundo.

Romeras y modernas

Lo que más cabe resaltar del desfile de Cristo, en cuanto a moda flamenca se refiere, es el estilo rociero, uno que viste a mujeres romeras con faldas de capa, vuelo generoso, talles y largos cómodos para el camino y el toque de modernidad distintivo de este diseñador.

Los accesorios: sombreros de la sevillana casa Fernández y Roche, cinturones Gucci y las tradicionales cuñas de esparto de Castañer. Pureza, calidad y toques de tendencias en unos diseños llenos de color.

Crop tops asimétricos, volumen en las hombreras, mangas abullonadas, blusas zíngaras y cinturas marcadas. Una mezcla explosiva que combina a la perfección con ramilletes de flores y faldas de nesgas, tan característicos del camino rociero como de los años setenta, de los que también vimos reminiscencias en los pendientes de argolla y en el estampado de lunares .

Música en directo y modelos reconocidas

Cristo contó con sus amigas más cercanas para su presentación: Elizabeth Reyes, Raquel Revuelta o Noelia López, entre otras, lucieron las propuestas del diseñador almonteño, mientras el cantaor Arcángel ponía la nota musical.