Ana Morón suele sorprender cada año y genera una enorme expectación. Esta edición ha hecho un viaje al pasado y a otra época con Art Déco. Inspirándose en los años 20 en París, la diseñadora ha creado una colección en la que la elegancia se viste de tradición y viceversa. Preciosos y clásicos bordados de claveles en las mangas -a destacar las de farol y las abullonadas- que se combinan con otros patrones más extravagantes como las rayas doradas. Predominan las faldas de neja con enorme vuelo. Gran variedad de tejidos con la seda como tela predominante. En cuanto a los colores, el dorado es clave con claro guiño a la época de la que bebe esta propuesta. Pero también los tonos nude, lima o verdeagua. Una colección arriesgada, atrevida y elegante que sabe sacar el mejor partido de la figura femenina.