Arrugas, espinillas, pérdida de pestañas y ojeras, todos los riesgos de una mala rutina de higiene facial y no desmaquillarse a diario
Descubre todas las consecuencias de no tener una buena rutina de higiene facial y cuáles son los errores más comunes a la hora de desmaquillarnos
Cómo cuidar la piel en tiempos de coronavirus para reducir los efectos de la pandemia en el rostro
Maquillarse no es algo que nos apetezca a todas, sobre todo cuando termina convirtiéndose en una obligación. Puede disfrutarse durante el proceso, ya que es un momento para mimarse, para relajarse, para prepararse para salir y verse bien. Sin embargo, en muchas ocasiones lo que nos da pereza es pensar en el momento de desmaquillarnos, sobre todo cuando llegamos a casa súper cansadas y lo que queremos es meternos en la cama a ver Netflix.
Aunque las mascarillas han invitado a muchas a prescindir del maquillaje en su día a día, lo cierto es que la mayoría tiramos de chapa y pintura más veces de las que nos gustaría. Aplicar los trucos de maquillaje con los que conseguir estilismos rompedores es algo que nos chifla, la verdad. Teniendo en cuenta la combinación mascarilla y maquillaje, deberíamos tener muy claro que una buena rutina de limpieza facial es clave, sobre todo a la hora de reducir los efectos de la pandemia en la piel. Pero no siempre la llevamos a cabo (maldita pereza).
La mayoría de las veces llegamos a casa y recurrimos a las clásicas toallitas desmaquillantes para eliminar los restos de maquillaje de la forma más sencilla posible. Una rutina completamente desaconsejable, pero ante la que todas hemos sucumbido más de una vez. La piel necesita respirar después de varias horas tapada por algún producto (y por la mascarilla).
Por ese motivo, es imprescindible irse a la cama con la cara bien limpia, tanto de cosméticos como de cualquier residuo acumulado durante el día como sudor, células muertas, suciedad, sebo, restos de partículas de polvo y contaminación. Para saber cuáles son los riesgos de no desmaquillarse a diario, hemos hablado con expertos dermatólogos de Nivea, que nos desvelan todas las consecuencias de no llevar una buena rutina de higiene facial.
Mientras dormimos, los tejidos se regeneran y se eliminan las células muertas; pero, si algún producto oclusivo dificulta ese proceso, pueden ocurrir varios problemas. Espinillas, arrugas, ojeras y pérdida de pestañas... Estos son algunos de los riesgos de no desmaquillarse a diario y que pueden tener consecuencias que van más allá de lo puramente estético.
La aparición de impurezas
Son los famosos poros visibles, puntos negros y las espinillas. Tienden a acumularse en el rostro y en la zona superior del pecho. Pueden aparecer por varios factores: piel con tendencia grasa, estrés, predisposición genética, factores externos como la polución ambiental, y, por supuesto, un cuidado incorrecto de la piel.
Para evitarlas, es imprescindible que la piel respire. Una limpieza profunda al final del día eliminará cualquier sustancia que tapone los poros. Igualmente, una suave exfoliación una o dos veces a la semana ayudará a eliminar las células muertas que puedan obstruir los poros.
Es tan importante desmaquillarse antes de dormir que, de no hacerlo, se pueden desarrollar procesos reactivos cutáneos, que a su vez podrían agravar problemas de salud en nuestra piel tales como la dermatitis.
Las arrugas se acentuarán más
Pasar la noche sin desmaquillarse no solo hará que aparezcan granitos o puntos negros, sino que acentuará las arrugas y las líneas de expresión con el paso del tiempo, ya que esta falta de cuidado cutáneo incide en su deshidratación. Además, una piel limpia produce menos sustancias oxidantes, que son las que provocan la aparición de nuevas arrugas.
Pérdida de luminosidad
Una piel apagada suele ser un signo de unos hábitos de vida inadecuados como el consumo de tabaco, dormir poco o beber poco agua.. o de una rutina facial poco adecuada. Para conseguir un cutis luminoso y radiante, es imprescindible que esté limpio, hidratado y pueda respirar.
Inflamación del contorno de ojos y se acentuación de las ojeras
La piel de alrededor de los ojos es una de las más finas y, por ende, más delicadas. Si el maquillaje tapona esa zona y le impide respirar y regenerarse durante la noche, las ojeras aparecerán más fácilmente por la mañana. Asimismo, el contorno de los ojos se irrita con más facilidad que otras áreas, por lo que necesita una hidratación más profunda que solo es posible si el rostro se limpia previamente.
Se debilitan las pestañas
Dejar la máscara de pestañas por la noche las debilita e incluso puede hacer que se rompan o se caigan.
Irritación de los ojos
Los residuos del maquillaje pueden penetrar en los ojos y causar irritación por contacto prolongado. En casos muy extremos, pueden aparecer daños oculares como alergias o conjuntivitis.
Se resecan los labios
Si no se eliminan bien los restos del pintalabios, los labios se resecarán durante la noche y pueden agrietarse.
Aunque dé pereza, desmaquillarse solo lleva 5 minutos y permite tener un cutis limpio, hidratado y sano, por no hablar de cómo incide en nuestra funda de almohada... Para evitar todos los posibles problemas de irse a dormir sin hacerlo, los expertos dermatólogos de Nivea explican, además, los errores más comunes al retirar el maquillaje.
- No hacerlo a diario. Sin duda, el error más grave. Poros abiertos, puntos negros, granitos, arrugas, labios agrietados, piel apagada o envejecida... son los riesgos a corto y largo plazo de no desmaquillarse todos los días.
- Apretar demasiado, especialmente en la zona de los ojos. Frotar la piel para quitar el maquillaje más resistente solo la irritará. Los párpados son especialmente sensibles, por lo que hay que evitar frotar en exceso con el disco de algodón. Es más eficaz utilizar un producto bifásico, que es capaz de retirar el maquillaje más resistente con menos esfuerzo.
- No usar el producto adecuado para cada tipo de maquillaje. La cosmética resistente al agua es más difícil de eliminar y necesita un producto específico, como los desmaquillantes bifásicos. Ocurre lo mismo con los labiales fijos, que son muy útiles en tiempos de mascarillas, pero cuesta más retirar.
- No aplicar el producto adecuado para la piel. Cada piel es diferente y tiene unas necesidades concretas. Una piel sensible puede sufrir alguna reacción adversa si se usa un producto demasiado agresivo para ella. Una piel grasa necesitará un limpiador más potente que arrastre toda la suciedad sin resecar. Y la zona de los ojos necesitará productos sin perfumes u otras sustancias irritantes. Por ello, es muy importante conocer qué tipo de piel tenemos y usar solo productos adecuados en todos los pasos de la rutina: leche limpiadora, agua micelar o gel limpiador, desmaquillador de ojos, tónico y para finalizar, sérum, crema hidratante y contorno de ojos. Esta es la rutina ideal que los expertos prescriben como el mejor tratamiento de belleza.
- Usar a diario toallitas desmaquillantes. Son una opción perfecta para momentos puntuales o en los que sea difícil llevar todos los productos de la rutina (un viaje, por ejemplo). Sin embargo, además de que se consigue una limpieza más ligera, la fricción al utilizarlas puede dañar la barrera protectora de la piel e irritarla, especialmente en las zonas más sensibles. Así pues, es mejor no recurrir a ellas todos los días.
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