La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
La mascarilla es un complemento que ya forma parte de nuestro día a día y todo parece indicar que lo seguirá siendo durante bastante tiempo. Durante los meses de verano hemos aprovechado el buen tono de piel que el sol nos ha dejado y muchas hemos evitado usar maquillaje. Nuestra piel lo ha agradecido, pero ahora que recuperamos nuestro color y que las rojeces y granitos son difícilmente camuflables, algunas volvemos a usar maquillaje para seguir teniendo el rostro que teníamos en vacaciones.
En circunstancias normales, esta vuelta a la rutina de chapa y pintura no sería ningún hecho reseñable, pero ahora con el uso de mascarilla nos surgen muchas dudas. No hay métodos infalibles ni consejos milagros, pero si sigues una serie de recomendaciones podrás lucir un maquillaje perfecto a pesar de llevar mascarilla.
Esta rutina deberíamos practicarla siempre, pero ahora que vamos a usar mascarilla durante muchas horas del día es muy importante llevarla a cabo. Antes de maquillarte recuerda limpiar tu piel de impurezas y recuerda usar un tónico con el que cerrar los poros y mantener el PH de tu piel equilibrado. Una vez hayas limpiado tu rostro hidrátalo. Recuerda que tu piel va a contar con dos factores externos que la van a alterar: el propio maquillaje y la mascarilla.
Por eso es importante que a la hora de hidratarla utilices una crema (loción, bálsamo, bruma…) que contenga muchos principios activos y libre de grasas. El maquillaje y la mascarilla hacen que nuestra piel no respire, por eso es importante que el producto que utilicemos no agrave todavía más esa situación. Las cremas libres de aceites grasos y con principios activos antioxidantes serán tu mejores aliadas.
Tu piel va a estar sobreexpuesta durante todo el día, por eso no debes olvidar desmaquillarte en profundidad cuando llegues a casa. Olvida las toallitas y limpia tu rostro con un gel limpiador y vuelve a usar tónico. La hidratación en esta ocasión puede ser más nutritiva que la que has usado antes de maquillarte.
Es la clave de cualquier maquillaje porque una buena base es la que consigue que tu rostro quede libre de imperfecciones pero ahora puede convertirse en tu peor enemiga. No es que tengas que desterrarla para siempre de tu neceser, tan sólo debes reducir su uso o aplicar productos algo más fluidos como las BB creams o las CC creams. La piel transpira menos con la mascarilla y al combinarlo con una base de maquillaje la traspiración puede ser nula y generar que nos salgan los temidos granitos, sobre todo en la zona de la barbilla.
Entonces, ¿cómo conseguimos que el maquillaje potencie nuestro rostro? Toca reinventarse y hacer hincapié en zonas concretas de nuestra cara. Si vamos a prescindir de base de maquillaje, podemos sacarle partido al iluminador y el corrector. Busca siempre que su efecto sea natural y de cobertura ligera para dar un aspecto fresco y evitar el exceso de grasa en esas zonas.
Si queremos un tono un poco bronceado podemos aplicar un toque ligero de polvos bronceadores sobre la piel pero de textura muy fina que aporten color pero sin peso. Con independencia de si usas polvos de sol o no, no olvides sonrojar tus mejillas y darle un tono fresco a tus labios. La mejor forma de hacerlo es usando tintes de labios y mejillas, un producto que no es graso, que se aplica por capas, se seca y no transfiere.
Si eres de las que se colocan bien la mascarilla te habrás dado cuenta que tus ojos son la única parte descubierta de tu rostro. Eso se traduce en que los ojos son los absolutos protagonistas y cómo los maquilles será clave a la hora de decir que mensaje no verbal le vas a lanzar al mundo. Tu expresión facial se reduce a esa parte de tu rostro, por lo que es importante que les prestes atención.
A la hora de elegir una sombra de ojos con la que acentuar la mirada es conveniente recordar que, preferiblemente, debemos usar una cuyo formato sea en polvo y no en crema para no hacer que esa zona sufra de un exceso de grasa.
Utiliza una paleta de sombras básicas para crear combinaciones y con otra de sombras claras en tonos piel para iluminar. Marca la cuenca en tonos tierra, usa los tonos claros debajo del arco de la ceja y marca las pestañas (con pequeños toques) en un tono muy oscuro. Aplica un punto de sombra blanca en el lagrimal para iluminar tu mirada.
Recuerda que los ojos no deben ir demasiado recargados ni usar sombras demasiado llamativas porque al llevar mascarilla no habrá los labios no generarán la armonía habitual. Aplica una buena máscara de pestañas y eyeliner para definir la mirada. Intenta que esos productos sean waterproof para evitar que la humedad que genera la mascarilla haga que se te corra el producto.
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