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"Visto a las mujeres más elegantes de España"

Roberto Diz | Diseñador

El diseñador cumple 20 años en el mundo de la moda y lo celebra con la apertura de su primera 'flagship' en Sevilla

Eugenia Martínez de Irujo, Rocío Peralta y Alejandra Domínguez, invitadas de lujo en la inauguración de Roberto Diz en Sevilla

Roberto Diz en la inauguración de su nueva tienda en Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

Es uno de los diseñadores que más ha dado que hablar en los últimos tiempo. Vanguardista y transgresor, Roberto Diz ha pasado a la historia por revolucionar el concepto novia e invitada y hacer de la naturalidad la mejor carta de presentación de las mujeres estilosas. Con una convicción férrea en todo lo que hace y las ideas muy claras, el diseñador huye de las tendencias para ser el que las marque.

Las novias con más personalidad le deben el cambio de paradigma en la moda nupcial y las invitadas más naturales la ausencia de protocolos. Ahora, 20 años después de que comenzara su andadura en el mundo de la moda, Roberto Diz inaugura flagship en Sevillaflagship con la idea de llevar savia nueva al panorama nupcial y de inspiración. Sobre eso y mucho más hemos hablado con el diseñador.

¿Qué supone la apertura de este nuevo espacio para usted y para Sevilla?

Ésta es una de las celebraciones pensadas para el 20 aniversario, tanto en Sevilla como en Madrid. En Sevilla llevo unos 15 años y cada vez lo disfruto más. He visto cómo ha ido evolucionando la ciudad y ahora tiene un nivel turístico muy interesante. El desfile de Dior ha supuesto un antes y un después y eso trae con sigo que el perfil del turista sea otro, mucho más interesado en la moda y la alta costura. Yo abrí taller en Madrid y muchas clientas pensaban que ya no estaba en Sevilla, esta apertura es una forma también de reencontrarme con la ciudad.

Se suele pensar también que el éxito pasa por Madrid...

Siempre he estado aquí y nos inclinamos por apostar por la ciudad porque ahora mismo está posicionada como una de las mejores del mundo, sobre todo, a nivel turístico. Personalmente, creo que es una de las más bonitas del mundo y que puede estar al mismo nivel que Roma o París. Este nuevo espacio se va a convertir en un centro muy cool de la ciudad. Tengo un punto transgresor y vanguardista y creo que Sevilla necesitaba un espacio así.

¿Puede que en una ciudad tan convencional como Sevilla algunas mujeres estuvieran huérfanas de referentes?

Siempre he tenido clientas andaluzas y mi clienta fiel sigue viniendo a verme, pero es verdad que el panorama de tiendas y espacios en el sur es demasiado unificado. Hay muchas firmas de invitada, pero son bastante similares. En mi nuevo flagsip se pueden encontrar estilismos muy diferentes tanto en colores y formas como en atrevimiento. Visto a las mujeres más elegantes de España y siempre lo hago de forma diferente.

En una entrevista decía que sus clientas terminaban escogiendo, de todos los bocetos, el más rompedor y que ese era el motivo por el que iban a verle, porque es diferente.

No soy ni mejor ni peor, lo que sí es seguro es que soy diferente. Soy un diseñador que atiende a las clientas en vaqueros, con mis tatuajes, las trato como a una amiga. No me gustan los protocolos y creo que ahí está el quid del éxito de mi atención a mis clientas y eso es lo que al final las mujeres buscan en mí.

Mercedes Peralta con vestido de novia de Roberto Diz. / M. G.

¿Eliminar los protocolos acerca a las mujeres más naturales a la alta costura?

El secreto de la elegancia es la naturalidad. Mientras más te parezcas a la persona que eres a diario, mejor vas a ir vestida. Me gusta que las mujeres estén cómodas, todo lo que resulte incómodo resta belleza. La belleza está en las mujeres y sólo ellas saben qué es lo que mejor les queda. Si nunca llevas un moño, no te lo pongas para una boda porque nunca lo llevarías en tu día a día. En la naturalidad está el secreto.

¿Qué balance hace de estos 20 años?

Empecé haciendo una moda muy transgresora. Soy el único diseñador al que han echado de Cibeles, fui el diseñador maldito y eso me hizo dedicarme a la costura. Trabajé con Elio Berhanyer, aprendí muchísimo de él y tuve la suerte de vestir a mujeres elegantísimas que también me enseñaron mucho. Ahí me di cuenta de que estábamos trabajando un nuevo concepto de elegancia y que se podía llegar a ella sin la necesidad de cumplir protocolos. Con las novias me ocurrió lo mismo que con las invitadas y ahí fue cuando conocí a Mercedes Peralta.

¿Su traje de novia marcó un antes y un después en su carrera? ¿Y en la moda nupcial?

Marcó un antes y un después en la historia de las novias, no sólo de España. Cuando se casó Mercedes Peralta volé el fin de semana siguiente a Roma y en todas las tiendas de tejidos de Roma estaban sus fotos expuestas. Era un estilismo tan sencillo, compuesto de una falda y una blusa y una coleta baja, que no necesitaba nada más. En algo tan sencillo como ser ella misma estaba la clave del éxito. Eso fue una auténtica revolución. Después vino Mercedes Bohórquez con una hombreras y unas tachuelas muy rock and roll, luego la pamela... Todo eso fue una revolución porque eran ellas mismas. Todas las novias del mundo se han empezado a vestir diferente desde Mercedes Peralta. Se quitaron los velos, las tiaras, el ir aparatosas y el ir envejecidas.

¿Se tiende ahora a una sencillez minimalista en novia e invitadas mal conceptualizada?

Ahora todo vale y eso crea muchos intrusos. A cualquiera que le guste un poco la moda ya se pone a diseñar sin tener ni idea de todo el trabajo que hay detrás, todos los años de estudio. Ser Roberto Diz es muy difícil. Conseguir que una simple falda y una blusa queden perfectos, sin hacer ni una sola arruga, eso es muy difícil. Dedicarte a esto es muy complicado y no se hace porque te levantes y digas: hoy quiero ser diseñadora.

¿Cómo se trabaja en la era de las redes sociales?

El mundo está cambiando y el público ahora demanda otras cosas, pero las redes sociales han hecho mucho daño porque han distorsionado el buen hacer, la calidad. Ahora todo es inmediato. Ahora me vienen muchas clientas con una foto y quieren un diseño igual. La foto es muy bonita, sí, pero el diseño no. Ahora impera una cultura de la imagen muy rápida que hace que no se valore la calidad ni el trabajo.

¿Cómo se consigue dejar esa impronta tan sutil que hace que los diseños de Roberto Diz sean perfectamente reconocibles?

Es muy difícil en moda ver un vestido de alguien y saber de quién es. Eso se consigue a través de pequeños detalles que vas trabajando a lo largo del tiempo, de toda tu carrera. Yo no me salgo de lo mío, de mis hombreras, de la cintura, de las mangas, de los colores. Soy terrible.

Viste a las mujeres más icónicas, ¿a quién le queda por vestir?

Pues mira la Reina. La vestiría muy bien, como se merece una reina.

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