San Valentín 2022: Así se organiza la perfecta pedida de matrimonio

El Día de San Valentín pueden ocurrir muchas cosas. Puedes cenar con tu pareja en un lugar idílico, puedes recibir originales regalos de San Valentín o puedes atreverte y organizar la perfecta petición de mano. Sí, como lees. El Día de los Enamorados se antoja perfecto para marcarte los mejores peinados de inspiración romántica y atreverte con esa petición de matrimonio que llevas tanto tiempo queriendo hacer.

El 14 de febrero es el Día de los enamorados, una cita en la que numerosas personas aprovechan para decidirse a iniciar una nueva etapa dentro de una relación. En San Valentín se suceden numerosas pedidas de matrimonio especiales y en un año repleto de bodas todo apunta a que serán muchas más las que surgirán tras este día. Para acertar con un momento tan importante, la experta en protocolo y organización de bodas y eventos Gemma González Events da las las claves para organizar un momento inolvidable.

"San Valentín puede ser una buena fecha para una pedida de matrimonio, pero también creo que cualquier día puede ser San Valentín. Muchas veces, los novios conservan una fecha con un significado especial para ellos y si no, ellos sabrán convertir el día de su pedida en esa fecha que siempre tendrá un significado", introduce Gemma González.

Crear una historia alrededor de la pedida de matrimonio

¿Cuál es la clave para sorprender y acertar ante un acontecimiento tan señalado? "Disfruto con la imaginación que tienen algunas personas. Buscan un sitio especial o convierten un momento rutinario en especial: algunos afortunados reservan un fin de semana en ese sitio donde un día ocurrió algo por primera vez. Otros, simplemente llenan su casa de velitas, marcando un itinerario hasta el anillo. Algunos han utilizado sus mascotas… Lo bonito es la historia que hay detrás. El por qué eligieron esa forma de regalar el anillo", explica la experta.

Además, es importante conocer a la otra persona, saber qué tipo de petición espera (íntima o pública), pensar en localizaciones que tengan un significado especial o que puedan hacerla feliz (un viaje soñado, un restaurante de moda) y, en caso de hacerse en casa, idear un menú para la ocasión.

¿Lo que más suma? Dar ese paso estando seguros, después de haber comentado con la otra parte la posibilidad de casarse, pues así se evitarán rechazos imprevistos.

¿Una pedida de matrimonio viral?

"Aunque son momentos muy íntimos, lo cierto es que hay personas que optan por hacer público ese episodio de su vida. Frente a quienes prefieren una pedida en casa, están los que apuestan por una espectacular. Por supuesto, las redes sociales son clave y cuanto más originales, más se difunden. Hace pocos meses ha habido un ejemplo que ha dado la vuelta por su emotividad: un pasajero de un avión utilizó, de forma improvisada, la megafonía para Pedir matrimonio a su pareja: "Quería llevarte al cielo para decirte que te amo. ¿Qué puede haber más viral que esto?", señala Gemma González Events.

Saber diferenciar la pedida de matrimonio

Avisa la experta que es importante saber diferenciar la petición de matrimonio de la pedida de mano. "Cuando uno de los dos pide matrimonio al otro y, a veces, acompaña esa petición con un anillo, estamos hablando de la petición de matrimonio y ese es un momento privado para la pareja. En cambio, la pedida de mano es un ceremonial que se ha celebrado desde hace muchísimo tiempo, y que consiste en unir a las dos familias, para celebrar ese proyecto de vida en común", indica.

La historia es la siguiente: "La tradición consistía en que los padres del novio mandaban una nota a los padres de la novia, solicitando una visita. Cuando los padres de la novia los recibían, los del novio manifestaban el interés de su hijo por casarse con su hija y, entonces, pedían su mano. Hoy en día todo esto ha evolucionado y la decisión es de la pareja. Obviamente, no buscan el permiso o la aprobación de los padres. Pero en cambio, es bonito ver cómo se ha mantenido la tradición de organizar esa reunión en casa de la novia". Una tradición que posibilita el acercamiento entre ambas familias.

"Creo que lo bonito de la pedida de mano es precisamente la intimidad que guarda. Aconsejo siempre que se celebre con la familia más directa, padres, hermanos y sus parejas, si las hay, y como mucho, los abuelos, por ejemplo. Cada familia sabe quién forma su círculo más directo", concluye Gemma González.