Jennifer Lopez, cuando la realidad supera la ficción
Volvió con Ben Affleck 17 después de su sonada ruptura y ahora acaban de darse el 'sí, quiero' en Las Vegas, como si de una comedia noventera se tratase
La encantadora boda cutre de Jenniffer López y Ben Affleck
La realidad siempre supera la ficción. La hemos visto enamorar a un candidato a senador de EEUU (de los que nos caen bien porque le enseñan a los niños a superar sus miedos con mensajes de sobrecito de azúcar), pasar de ser la wedding planner de Matthew McConaughey a casarse con él y desquiciar a una Jane Fonda haciendo del cliché más abominable de todos: el de suegra insoportable. Ahora, infinitas comedias románticas de sobremesa después (aunque ella no sea la reina del género), Jennifer López acaba de demostrar que la realidad siempre supera la ficción dándose el sí, quiero con Ben Affleck en Las Vegas. Ni el mejor de los guionistas podría haber planteado un argumento así.
Fue la pareja más mediática de los 2000 (que nos perdonen Jennifer Aniston y Brad Pitt) y se conocieron, como no podía ser de otra forma, en el rodaje de una película. De dudosa calidad y poco respaldada por la crítica Gigli fue la cinta que los convirtió en buenos amigos, tan buenos, que al poco tiempo ella se separó del bailarín Cris Judd y empezó a compartir tiempo y vivencias con su compañero de reparto. No sabemos qué tienen las películas, pero todos los actores que comparten besos en la gran pantalla terminan cogiéndole el gustillo y pasan a hacerlo en la vida real.
Tan fuerte pegó aquel romance, que los seguidores de la pareja y la prensa acuñaron el término Bennifer y todos hicimos de aquel idilio algo personal (como también nos ocurrió con Aniston y Pitt) y del concepto algo que ha trascendido a los tiempos. Affleck participó en el videocplip Jenny From The Block y ambos se convirtieron en la pareja más envidiada de Hollywood. Anunciaron su compromiso en plena efervescencia mediática y esa efervescencia dinamitó el enlace más esperado del mundo mundial. Varios amiga, date cuenta después, Bennifer pasó a la historia y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
Como en cualquier comedia romántica de sobremesa, la intensidad del romance dio lugar a la más absoluta indiferencia. Si de Notting Hill se tratase (vale, ésta no es de Jennifer Lopez, pero es de las mejores de los 90), los veinte años de separación entre J.Lo y Affleck los veríamos pasar en un plano secuencia mientras de fondo suena Ain't No Sunshine, pero en la vida real su cese prolongado de la convivencia lo hemos vivido a través de las revistas. Cada uno con su vida, sus parejas, sus familias y sus excesos (Affleck, por supuesto, J.Lo es una diosa currana).
Veinte años no es nada, como decía el tango de Gardel, y mucho menos para una experta en comedias románticas de los 90 como es Jennifer Lopez. Si fue capaz de enamorar a un candidato a senador de los EEUU, prepararle la boda a Matthew McConaughey para luego casarse con él y ser el perfecto recuerdo de la esposa muerta de Affleck en Una chica de Jersey, que su historia de amor con este último terminase 20 años después con un si, quiero en Las Vegas nos parece el mejor giro de guión de la historia de las películas románticas.
Desde que Bennifer ha vuelto a ser una realidad las redes no han dejado de comentar sobre la pareja. La mayoría de los usuarios aseguran haber recuperado la fe en el amor y muchas personas aún albergan la esperanza de recuperar ese amor perdido de juventud. Lo que está claro es que la realidad siempre supera la ficción, que segundas partes sí parecen ser buenas y que donde hubo fuego, cenizas quedan.
La relación de Jennifer Lopez y Ben Afleck parecer ser un cliché en sí misma, por eso nos hemos tomado la licencia de rescatar las películas románticas más icónicas de J.Lo, por si en algún momento la realidad decide superar a la ficción y estas cintas se materializan.
Sucedió en Manhattan (2002)
Jennifer López haciendo de hispana, cuando hasta hace dos días pronunciaba la R como si fuera de Centroeuropa. El cliché de los clichés en la historia del cine. Chica humilde, pero muy trabajadora y realmente atractiva conoce a hombre rico y poderoso al que todavía le faltan algunos valores por aprender. ¿Quién le enseñará de qué va la vida? Una J.Lo en el papel de camarera de un hotel se convierte en la obsesión de un Ralph Fiennes que es capaz de renunciar al Senado (aunque sólo sea para asustar a su jefe de prensa) con tal de estar con el amor de su vida al que conoce de dos días y ni siquiera sabe si le votaría.
Planes de boda (2001)
Desde esta película tiene J.Lo atragantado lo del anillo. Normal, no es plato de buen gusto conocer al ser humano más maravilloso sobre la faz de la Tierra al que, oh, le gustan los mismos caramelos que a ti y disfruta con el cine en blanco y negro, besarlo sin ni siquiera saber su nombre y al día siguiente, oh, estar preparando su boda. Se lo perdonamos porque es Matthew McConaughey y a él se le perdona todo (menos el tinte amarillo pollo con el que sale en la película). Una especie de La boda de mi mejor amigo pero con final con beso es esta película en la que quieres darle dos cosquis a J.Lo desde el momento en el que decide que es mejor no hablar las cosas y dejar que la inercia decida por ella (¿Quién no ha sido J.Lo?.
El plan B (2010)
Poco o nada podemos comentar sobre esta inverosímil película cargada de clichés y estereotipos sobre el amor y la maternidad, aunque si la echan un sábado por la tarde la terminas viendo entera. J.Lo quiere ser madre y recurre a la inseminación artificial porque no encuentra a la persona adecuada con la que formar una familia, persona que aparece justo después de acabar el proceso. No sabes quién te cae peor en toda la película y no paras de preguntarte el por qué de tanto ridículo estereotipo, pero hace 12 años de la película poco podemos esperar.
Una chica de Jersey (2004)
Jennifer Lopez sólo aparece cinco minutos en la película, en la que es esposa de Ben Affleck. A pesar de que apenas comparten una sola escena, debíamos incluir esta película por ser el punto final de Bennifer y por el asombroso parecido de la hija a la que J.Lo deja huerfanita en la película con ella misma.
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