Fernando García: "La Peste es el mayor reto al que me he enfrentado hasta ahora"

El diseñador, una de las mitades de Antonio García Estudio, se enfrenta un año más a un reto: trabajar bajo las directrices de Alberto Rodríguez en la serie de La Peste, que se ha estrenado este mes en Movistar + y que está ambientada en la Sevilla del siglo XVI. Ganador del Goya a mejor vestuario por la caracterización de La Isla Mínima y nominado en tres ocasiones por trabajos como Grupo 7 (ambas de Rodríguez) o Un día perfecto, de Fernando León de Aranoa, aspira este año a obtener el mismo impacto ganándose el respeto de la crítica televisiva.

- ¿En qué ha buscado inspiración para ambientar esta serie?

- Pues yo empecé con Alberto en la película El traje, y en conjunción con él, en La Peste, queríamos contar algo muy real. Todos los equipos artísticos (arte, peluquería, fotografía) contábamos con un asesor que nos fue indicando los pasos a seguir, y todos nos hemos inspirado mucho en la obra de Caravaggio. Ahora sí, hemos buscado la realidad, lo natural, esa luz de la vela, esos tejidos orgánicos naturales. Nos hemos dejado contagiar por el realismo más puro, por la verdad.

- El Traje, After, 7 Vírgenes, ¿es fácil trabajar con el director sevillano?

Sí para mí es muy fácil, es una de las cosas buenas que me llevo. Ya hablo con él de códigos, llevamos muchos años trabajando juntos y eso te da cierta ventaja. Es cierto que con La Peste nos hemos salido de lo habitual. Lo último que habíamos hecho juntos era El hombre de las mil caras, que está ambientada en los años 80, 90 y 2.000 y de ahí, hemos cambiado de repente a siglos atrás, concretamente al siglo XVI. Pero lo que permanece inalterable en cada trabajo es ése referente del que te hablo, el del realismo.

- ¿Os ponéis de acuerdo, hay ciertas directrices?

- En la moda sí que tienes bastante libertad a la hora de crear tu colección, aquí no. Aquí te basas en un guion, en la visión de un director, lo que pasa es que como nos conocemos tanto es muy sencillo. Aunque sí que le hago propuestas de personajes y juntos valoramos si lo queremos más subidos o más llamativos, o menos.

- Tres veces nominado al Goya, una de ellas ganador del mismo ¿cambia la vida este reconocimiento?

- Bueno sí es verdad que a partir de la nominación de Grupo 7 hay como una especie de fijación, estás como en una especie de escaparate y empieza una rueda que anteriormente no estaba, pero es el trabajo lo que te hace llegar a eso y a mí me encanta lo que hago.

- ¿Y a nivel personal?

- A nivel personal es una satisfacción muy buena, siempre es positivo, claro, aunque trabajo porque me encanta lo que hago, no para recibir premios, aunque si los consigues es algo maravilloso, cómo no.

-En una superproducción como La Peste, ¿cómo es el día a día de Fernando García?

- Mi día se divide en una fase previa de preproducción, hasta llegar al rodaje. En la parte de preparación tenemos un calendario en el que todas las horas se completan con reuniones con producción, logística, el decorador... Mi primer paso es hacer una lectura de guion para pulir inquietudes y formar un poco las secuencias y empezar a crear algunas piezas.

- Una serie ambientada en Sevilla, ¿en qué sitios ha estado para buscar inspiración?

Hicimos un tour por Museos, que justo este año tenemos la celebración del Año Murillo. Y además, estuve en varias localizaciones donde se iba a grabar que para mí eran importantes. En el caso de Teresa, que es la mujer protagonista, la pintora, su casa era la Casa Pilatos y la compañía se trasladó junto a Pepe Domínguez, director de arte hasta allí, para ver dónde iba a estar. Hay que tener en cuenta que no es una pasarela, es un entorno. Es necesario contrastar ambas cosas para que luego todo sea creíble.

- ¿Piensa que el trabajo de figurinista está realmente valorado?

- Sí, en mi caso, sí. Lo de figurinista me gusta porque ese es un concepto que se utiliza más en el extranjero que aquí. Se le llama figurinista es al que dibuja un figurín. Aquí se me suele llamar jefe de vestuario o estilista, pero a mí me gusta la visión más internacional del concepto.

-¿Y del talento andaluz? ¿A nivel institucional, por ejemplo?

- Sí. Aunque hay que tener en cuenta que cuando yo llego toda esa parte ya está conseguida. Muchas veces vienen americanos a rodar y se traen a un chico de Barcelona o Madrid por desconocimiento, en eso sí que veo que hay diferencias. Con La Peste ha habido un cambio, esta producción nos ha llevado a hacer otros proyectos nacionales o internacionales, algo muy positivo.

- ¿Alguna petición por si la persona correcta le lee?

- Que se siga apoyando al cine andaluz, aunque a mí no me gustan los localismos. Alberto no hace cine para Andalucía, sino para todo el mundo. Es verdad que somos andaluces, de nuestra tierra, pero me gusta que se parta de una visión más general.

- ¿Cuál es el mayor reto al que se ha enfrentado?

- Sin duda, éste. Se ha contado con 1.800 figurantes, 120 actores... Sí me gustaría destacar que soy el capitán del barco, pero que tengo detrás a 22 personas y tengo ayudantes como Lourdes Fuentes que me acompaña desde hace mucho, a Isabel Santiago o a Carmen Montaraz, por sólo citar a algunos.

- ¿Algo que le gustaría hacer?

- Acabo de hacer un proyecto contemporáneo en el que me lo he pasado genial, pero una vez que has tocado la época, te engancha. Una vez que has trabajado con un cancán, un corsé, un miriñaque, el diseñar, el crear desde cero, desde la documentación, se convierte en algo fantástico.

- Es una de las mitades de Antonio García Estudio ¿cómo es trabajar con el que es su hermano, Antonio?

- Es bastante fácil, llevamos mucho tiempo trabajando juntos, ahora va a hacer diez años que yo me incorporé a la marca y lo que sí hago es respetar un poco los calendarios. Hacemos dos colecciones al año, una en invierno y otra en verano, e intento siempre estar para arrancar esas dos colecciones y también intento estar para esa clienta sevillana o andaluza que nos demanda.

- ¿Una colección o el cine?

- Yo sigo con las dos. Es organizarte y hacer equipos. Es cierto que es un poco caótico, pero se va sacando.