Los vinos de Rioja recuperan su buen ‘feeling’ con el Sur

Los vinos de Rioja recuperan su buen pulso tras los dos complicados años de la pandemia. Así lo destacó el presidente de la DOCa, Fernando Ezquerro, en un almuerzo con la prensa sevillana en Abades Triana. “Ya 2021 supuso un punto de inflexión. Hemos visto con optimismo cómo la pandemia ha ido dando cierta tregua al sector y a la sociedad y, un año más, todos los que formamos parte de la Denominación hemos demostrado nuestro esfuerzo y compromiso para seguir adaptándonos al consumidor, a los nuevos tiempos y a las tendencias del mercado. Además, hemos reforzado el compromiso y exigencia con la sostenibilidad, porque solo así seguiremos siendo fuertes”.

La DOCa Rioja recupera su especial vínculo con la comunidad andaluza, una región clave en su estabilidad comercial: a cierre de diciembre de 2021, del total de ventas de Rioja en España, un 15% son en la zona 3 de Nielsen (que comprende Andalucía y Badajoz), siendo la segunda región más importante para la DOCa, (solo por detrás de la zona norte-centro, es decir, La Rioja y alrededores, como País Vasco, Navarra, Cantabria, etcétera).

En Andalucía, tanto la cuota de valor como la cuota de volumen de Rioja supera a la media nacional: tiene un 30,4% en volumen en la comunidad autónoma (a nivel nacional baja a un 27,3%), y un 36,6% de cuota de valor (un 32,2 en el ámbito nacional).

“Sostener la posición de líder es complicado, nos conformamos con mantener la cuota de mercado en España y poner en marcha un plan más ambicioso en el extranjero, donde el 41% de los vinos de calidad que se exportan son riojanos”, remarcó Ezquerro, quien cumple un año al frente de una Denominación de Origen troncal en el sector vitinícola español.

El sello Rioja “no descansa”, destaca su máximo responsable, y por eso bullen las iniciativas para impulsar su consolidación tras un bienio complicado por el Covid: “Ya estamos en niveles prepandemia. Apostamos por la sostenibilidad y también por el vino de parcela. Creamos el concepto “viñedo singular” para poner en valor esos vinos de un sueño determinado, con unas características particulares y de calidad alta que el Consejo tasa”.

“Son categorías transversales a las tradicionales de crianza, reserva y gran reserva, antes se valoraba más el ensamblaje y hoy se pone en valor más las áreas geográficas”, añade.

Las bodegas potencian el enoturismo, la interrelación con el consumidor. Es una tendencia en toda España y Rioja no iba a ser menos. “La gente quiere ver el viñedo, conocer a la gente que lo trabaja y que elabora el vino, las características del entorno, el terroir... Convertir el vino, en definitiva, en experiencias, mucho más allá de descorcharlo y disfrutarlo”, reflexiona Ezquerro. El vino evoluciona no sólo en la barrica o la botella. También en el gusto de quienes lo consumen.