Los trucos de los sevillanos para mantener las casas frías en verano

Hay algunos consejos para mantener las casas más frescas aun cuando no se tiene aire acondicionado.

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Una turista pasa ante un termómetro en Sevilla / Juan Carlos Muñoz

Los partes meteorológicos no paran de anunciar la subida de temperaturas que Sevilla va a experimentar durante este fin de semana y, como es habitual en estas fechas, son muchos y muchas los que se preparan de la mejor manera que encuentran para lidiar con ellas.

Puesto que no todo el mundo tiene el privilegio de contar con aire acondicionado en sus casas y esto supone, además, un elevado gasto energético, hay algunas opciones para mantener las viviendas más frescas los días en los que el calor aprieta con más fuerza. Muchas de ellas son ampliamente conocidas, como bajar las persianas o ventilar por la noche, pero otras son mas inusuales, aunque también muy prácticas para sobrellevar las jornadas calurosas.

Bajar persianas

Si algo distingue a España del resto de países es que aquí se usan persianas. Estas pueden ser de madera, de plástico o de esparto. Aunque estas últimas ya no sean tan habituales en las casas, ya que son más antiguas, son las que más aislan del calor exterior. En las ciudades del sur de la penínsuna ibérica, especialmente en las ubicadas en la depresión del Guadalquivir, no basta con cerrar las ventanas ya que el cristal no aísla tanto. Cerrando cortinas y bajando persianas se logra tener la casa mucho más fresca durante las horas de sol.

Uso de toldos

Quienes no tienen la suerte de contar con árboles que den sombra a sus ventanas durante el día, algo que también aísla del calor, en ocasiones hacen uso de toldos, ya sea a través de sombrillas que instalan en sus patios o de los que son abatibles. Cualquier elemento que proporcione sombra a las ventanas servirá para que la casa se mantenga con una temperatura más óptima.

Ventilar por la noche

Si durante el día hay que tener la casa cerrada a cal y canto, se hace necesario ventilarla de noche abriendo todas las puertas y ventanas para que, en caso de que corra algo de aire, pueda generarse una pequeña corriente que enfríe la casa. En Sevilla esto no siempre es posible refrescar las estancias con este método, pero se suele convertir en una acción rutinaria durante los días de verano a pesar de ello.

Usar bombillas LED

Las bombillas LED tienen la particularidad de no calentarse. En muchas viviendas se usan bombillas incandescentes y aunque esto pueda parecer de poca importancia, el calor que desprenden, por mínimo que sea, no ayuda a refrigerar las diferentes estancias de una casa. Por eso, en la medida de lo posible, sustituir estas bombillas por unos LED será una acción que ayudará a que la temperatura en una vivienda sea más óptima. Además, consumen de un 80 a un 90% menos de energía que las bombillas y las lámparas halógenas.

Tener plantas

Existen plantas que refrescan la casa de forma natural, como la lengua de tigre, la areca o la cinta (malamadre). Para potenciar su efecto se puede rociar agua fresca sobre sus hojas, lo que permitirá refrescar el ambiente.

Otro consejo infalible es regar la terraza, el balcón o refrescar las superficies que rodean la casa. Sobre todo si son zonas que han estado expuestas directamente a los rayos del sol. Es muy importante no regarlas cuando les está dando la luz directa, puesto que se quemarán inevitablemente.

Encender el extractor y no usar el horno

Hay algunos electrodomésticos que facilitan que la temperatura se mantenga y otros que la aumentan. Uno de ellos es el horno. Aunque los hornos más nuevos no emitan calor al exterior cuando están cerrados sí lo hacen en el momento de abrirlos y extraer lo que se esté cocinando. En este sentido, tratar de sustituir estas cocciones en horno por freidoras de aire puede ser una buena opción, siempre y cuando se cuente con una de ellas.

Sucede lo contrario con los extractores, que absorben los vapores y humos de lo que se está cocinando y que generalmente tienden a poner más húmeda la estancia, lo que aumenta la sensación de calor. Por tanto, a pesar de que a veces desagrade el ruido que hacen y se prefiera abrir la ventana, lo ideal es usar los extractores mientras se cocina los días en los que el calor aprieta.

Usar deshumidificadores

Cuando hay más vapor de agua en el ambiente (mayor humedad) la capacidad que tiene nuestro sudor para evaporarse baja y, por tanto, la función que tiene el sudor de extraer el calor del cuerpo, se deja de cumplir. Por eso, con la humedad y aunque se sude igualmente, el cuerpo pierde parte de la capacidad de enfriarse y la sensación de calor es mayor. Para evitar esto, una buena solución es instalar deshumidificadores en la casa de forma que la humedad de la misma pueda bajar. En ciudades como Sevilla, que están en una depresión, la humedad es elevada.

Sábanas de lino

A pesar de su elevado coste, tanto las prendas como las sábanas de lino son la mejor opción para el verano ya que son transpirables, absorbentes y frescas. Puesto que no son especialmente económicas, una alternativa son las sábanas de algodón, que al ser de fibras naturales transpiran mejor. En este sentido, las peores opciones son las que tienen fibras sintéticas.

Otros trucos menos habituales

Junto a estos remiendos para pasar el verano lo más fresco que se puede en ciudades como Sevilla, existen otros menos habituales que también son prácticos y que no requieren de hacer ningún gasto energético.

Cubitos de hielo junto al ventilador

Una forma de hacer que el aire que mueve el ventilador sea más frío es colocar delante de él un recipiente con cubitos de hielo. De esta manera el aire en movimiento será más fresco. El punto negativo de esta opción es que es posible que los cubitos tarden poco en derretirse, pero con esta solución se puede enfríar una estancia más rápidamente.

Meter la ropa en la nevera

Hay quienes, directamente, meten sus prendas de ropa como una camiseta, el pijama o incluso las sábanas en la nevera algo antes de usarlas para que estén frías. Esto, sin embargo, solo permitirá tener una sensación de frescor durante un tiempo corto ya que el propio calor corporal hará que, pasado un rato, las prendas vuelvan a su temperatura habitual. La Organización Mundial de la Salud hace hincapié, de hecho, en saber controlar la temperatura corporal haciendo uso de compresas y envolturas frías para estar más fresco en casa.

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