Las mejores tostadas de manteca colorá del Aljarafe están en este bar de Tomares

En pleno corazón de Tomares, un municipio ubicado a solo 6 kilómetros de Sevilla, se encuentra uno de los bares con más solera de todo el Aljarafe sevillano. Se trata del Bar Estanco, un establecimiento que abrió sus puertas en el año 1901 en la calle Clara Campoamor de este pueblo y que, más de 120 años después, puede presumir de mantener la esencia de antaño con una clientela fija en desayunos y almuerzos.

Tan es así que después de múltiples reconocimientos por toda su trayectoria, hace unos meses recibían un Solete de la Guía Repsol a los mejores bares de la provincia. Y es que la fama que el Bar Estanco se ha ido haciendo con el paso del tiempo es bien merecida: en este negocio familiar hacen una de las mejores tostadas de manteca colorá de toda la comarca.

Su historia

El Bar Estanco de Tomares abrió sus puertas en el año 1901 de la mano de una familia de la localidad. En sus inicios el bar recibió este nombre porque en él se podían adquirir algunos productos como cigarrillos. Con el tiempo, junto al bar y unido por una puerta decidieron abrir un establecimiento anexo que acabaría funcionando como un estanco al uso.

Durante muchos años el Bar Estanco perteneció a Sebastián, uno de los hermanos de la familia que lo fundó. Cuando este se jubiló decidió ceder el bar a uno de sus trabajadores más fieles, Antonio Domínguez, quien ha estado al frente del negocio durante más de una década junto a su familia. El estanco, que con el paso de los años se trasladó a un local que había enfrente, seguiría formando parte de la familia fundadora.

Tras el fallecimiento de Antonio Domínguez, en 2022, María Garrido y Álvaro Domínguez (su mujer y su hijo) han logrado mantener en pie el Bar Estanco con la esencia y la clientela de siempre, logrando que perdurara el aspecto que tienen los bares de toda la vida, de los que quedan pocos, y en los que el trato de sus trabajadores es cercano y familiar.

Desayunos y tapeo al mediodía

El fuerte del Bar Estanco se concentra en sus desayunos. De entre todas sus tostadas hay tres que lo convierten en un establecimiento especialmente famoso: la de manteca colorá, la de carne mechada y la de pingrá.

Al mediodía sirven diferentes tipos de guisos que elaboran ellos mismos en su cocina, con María Garrido al frente. Entre sus opciones más demandadas están las albóndigas, la carne con tomate, la sangre encebollada, los callos o los higaditos de pollo. Todos ellos servidos en formato tapa que sus clientes y clientas suelen acompañar de una cerveza bien fría.

El establecimiento cuenta con un salón interior con algunas mesas y con dos terrazas. Una de ellas está ubicada en la calle Clara Campoamor y la otra al fondo del bar, en un patio con mucho encanto.

Adentrarse en este bar tomareño es como volver al pasado. Su barra de madera y azulejos, sus paredes repletas de diplomas y cuadros y su mítica máquina de juegos hacen que la esencia de este negocio se haya mantenido a pesar del paso del tiempo y que el Bar Estanco sea el lugar de culto de muchos de los habitantes de este pueblo sevillano.