La Taberna del Alabardero se convierte en la Casa Inquieta

Casa Inquieta: un espacio para reencontrarse con la Sevilla más auténtica a través de la gastronomía, el flamenco y el ocio alrededor de la mesa

Restaurante, abacería y taberna flamenca se funden en esta casa del siglo XIX

El interior de Casa Inquieta.
El interior de Casa Inquieta. / M. G:

La calle Zaragoza recupera hoy uno de sus establecimientos más conocidos, el edificio que hasta hace poco era la Taberna del Alabardero se ha convertido, por obra, gracia y muchas ganas de un grupo de hosteleros sevillanos que se han unido en la Casa Inquieta. Renace con un nuevo concepto: conservar la autenticidad de la sevillanía de antes, pero con una mirada contemporánea. Una propuesta pensada para el sevillano conocedor y amante de la cultura local más genuina y para el visitante que quiera sentirla.

Solera, arraigo, uno cocina sincera y una forma de entender la vida alrededor de una mesa o sentado frente a la barra que invita a las charlas de sobremesa que se alargan y de las que surge el arte de la forma más natural. Una apuesta que va mucho más allá de lo gastronómico o lo turístico para convertirse en una experiencia inmersiva, con la vocación de hacer que el sevillano sienta esta casa como suya, que la recomiende y que la viva.

Una casa donde nació la Taberna del Alabardero de la mano del sacerdote vasco, Luis de Lezama, promotor del Grupo Lezama y la Fundación Iruaritz Lezama. Este sacerdote, periodista, empresario y hostelero enamorado de Sevilla fue el encargado de gestionar los banquetes oficiales durante la Expo’92, un éxito y un reconocimiento que quiso devolver a la ciudad fundando al año siguiente la Escuela Superior de Hostería que ha formado a profesionales de prestigio internacional.

Pero es también la casa donde nació y creció el poeta J. Antonio Cavestany y que ahora, convertida en Casa Inquieta, busca ese homenaje a la Sevilla que se comparte, se conversa, se disfruta y se saborea, buscando recuperar la sevillanía de lo auténtico. La que no se imita, se vive.

Recetario andaluz

En la propuesta de restauración prima el recetario tradicional andaluz. De la típica abacería y tapas del picoteo, a los guisos y frituras, para dar paso a una cocina de producto. Esto se combina con un espacio que respira historia, raíces y acento en los diferentes salones reservados, y que se une a la oferta gastronómica de menús diseñados para eventos privados y corporativos.

Tomate aliñado
Tomate aliñado / M. G:

Renovación profunda con respeto al patrimonio

El proyecto de interiorismo de Casa Inquieta nace del respeto por la historia y la vocación de dar nueva vida a una vivienda sevillana cargada de memoria. La intervención parte de una premisa clara: conservar y poner en valor los elementos originales —puertas, zócalos, viguería, mesas y carpinterías— para que el alma de la casa siga presente. En planta baja, el diseño recupera el carácter castizo y clásico de los antiguos patios sevillanos, con una barra artesanal inspirada en la carpintería de época, mobiliario de anticuarios y tejidos tradicionales que evocan las lonetas rayadas de la ciudad.

El tablao, que antiguamente fue el patio principal, se reconstruye como homenaje a esos patios andaluces con su fuente, barriles y materiales nobles: maderas envejecidas, barros antiguos y azulejos artesanales dibujados a mano. En la planta superior, la propuesta evoluciona hacia una atmósfera más libre y contemporánea, donde cada salón adquiere identidad propia a través de textiles de Clarke & Clarke, Gastón y Daniela o William Morris, convirtiendo la casa en un espacio vivo, cambiante y abierto a la cultura, fiel a su nombre: una auténtica Casa Inquieta.

La nueva distribución conserva la típica barra Bistro sevillana en planta baja, el restaurante Alabardero Casa Inquieta, en la planta primera, además de una terraza en la planta alta que se suma a la oferta rooftop de la ciudad. En la planta baja, el patio Magnolio se convertirá en una taberna flamenca antigua, de la Sevilla más auténtica, que ofrecerá espectáculos en vivo con un cartel de primer nivel.

La auntenticidad como experiencia

“Queremos que sea el espacio que el sevillano recomendaría, el lugar donde podamos mostrar a los visitantes la ciudad y al propio público local unas vivencias flamencas auténticas”, señalan desde Ovejas Negras. "Casa Inquieta busca erigirse en referencia del flamenco en Sevilla, con una oferta de calidad para el visitante, y reconocible para el sevillano. No se trata de un atractivo turístico, sino de una inmersión auténtica en un enclave reconocido".

Artistas de primer nivel conformarán un cartel de excepción para generar un ambiente genuino, del flamenco de antes, donde la tradición y la expresión artística se mezclan con la emoción, buscando trasladar al público a las antiguas peñas flamencas, a los tablaos con historia, a vivirlo como se vive en la cultura local, de forma espontánea y profundamente nuestra.

El proyecto de Casa Inquieta tiene como socios principales a Rafael Cebolla, Ángela Barón, Raimundo Anido y Juan Manuel García - Genoveva Torres (Ovejas Negras Company), y Grupo Lezama. Además ha contado con el apoyo de la familia Barbadillo.

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