Historias de la Semana Santa de Sevilla: la leyenda de la Macarena y su trueque por un reloj

La Esperanza Macarena / Emilio Sáenz Y José Antonio Criado

La Macarena es, en Sevilla, una de las vírgenes que mayor devoción despierta en la capital, haciendo estación de penitencia con la Hermandad de la Esperanza Macarena en la tradicional Madrugá del Viernes Santo.

Su nombre completo es María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada, aunque popularmente se la conoce como "La Macarena" y se trata de una dolorosa de candelero que se encuentra en la basílica de la Macarena, en el barrio sevillano que lleva su nombre.

Aunque se conoce que su talla se remonta a finales del siglo XVII no queda del todo claro quien fue su autor. Este hecho ha dado pie a múltiples teorías y leyendas en torno a su origen, algunas de ellas muy descabelladas.

La leyenda del viajero italiano

Una de las leyendas que más se han popularizado en torno a su creación está protagonizada por un viajero italiano, cuyo nombre se desconoce, que pasaba por Sevilla para embarcarse hacia las Indias. Sin embargo, durante su estancia en la ciudad éste enfermó y tuvo que ser ingresado, gravemente, en el hospital de las Cinco Llagas, donde acabó falleciendo.

Tras su defunción nadie reclamó su cadáver ni se conoció su testamento, por lo que pasado un año el centro hospitalario decidió apropiarse de sus pertenencias, que consistía en una maleta.

Al abrirla pudieron comprobar que en su interior se encontraban la cara y las manos de una hermosa imagen de la Virgen. A pesar de su belleza en ese momento no había espacio en la capilla del sanatorio para ubicar este hallazgo por lo que decidieron guardarla sin recibir ningún tipo de culto.

La Hermandad del Santo Crucifijo

De manera paralela en Sevilla había una hermandad, la del Santo Crucifijo, que se ubicaba en el templo de San Basilio y que quería adquirir la imagen de una virgen. De esta manera fue como supieron de la hermosa talla que guardaban en la capilla del hospital.

La leyenda cuenta que por aquel entonces en el sanatorio carecían de reloj con campanas, por lo que, al enterarse de ello, los hermanos del Santo Crucifijo propusieron adquirir la imagen a cambio de dicho reloj que recientemente le habían donado al convento. Lo aceptaron, según este relato, pero bajo una promesa irrompible: si la Virgen volvía a entrar alguna vez en el hospital (sede del actual Parlamento) de allí no volvería a salir.

Unos años más tarde, concretamente en 1937, la hermandad decidió entrar en el hospital para recoger a varios militares heridos que querían acompañar a la virgen en procesión. Aunque, de esta manera, se incumplía la promesa, no se hacía efectivo el pacto de que se quedara en el interior del hospital para siempre.

Otras teorías

Hay quienes afirman que la Macarena era primitivamente una Virgen de gloria adaptada, y que de ahí le viene la asimetría de su rostro (sonrisa y pena). Sin embargo hay maestros que afirman que se trata de una pieza original, que no ha sufrido modificaciones.

Hay indicios de que, por el momento en que se talló y el estilo, pueda pertenecer a Juan de Mesa o a Ruiz Gijón o alguien de su círculo pero lo cierto es que, a día de hoy, el origen de esta popular Virgen sigue siendo todo un misterio.

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