Redescubriendo una ruta jacobea olvidada en Sevilla: la ruta de Mures o Murense

Desde tiempos remotos, existió un camino que conectaba la Raya de Portugal con la capital del Reino de Sevilla, atravesando los territorios que compartían el Marquesado de Ayamonte y el Marquesado de Villamanrique. Esta antigua vía, conocida como la Ruta Jacobea de Mures o Murense, se está recuperando y reivindicando como un valioso elemento del patrimonio cultural y religioso de Sevilla y Andalucía, según recoge la Guía Caminos a Santiago por la provincia de Sevilla, editada por la Diputación de Sevilla.

La ruta atraviesa históricas villas y lugares que estuvieron bajo la administración de la Orden de Santiago, que influyó tanto en el ámbito material como espiritual de la región. Esta estrecha vinculación santiaguista jugó un papel crucial en el desarrollo de la peregrinación jacobea en Andalucía, al facilitar el tránsito de los peregrinos hacia su destino final: la tumba del Apóstol Santiago en Compostela.

Evidencias históricas de la ruta

La existencia de esta ruta jacobea se constata en diversos testimonios históricos. Uno de los más destacados es la Lauda de Murense, una lápida depositada en el Museo Arqueológico de Huelva que menciona la relación entre las villas de Mures (actual Villamanrique de la Condesa) y Cunistorguis (Trigueros, Huelva), ambas ubicadas en el ámbito del antiguo obispado de Niebla. Este hallazgo epigráfico prueba la temprana cristianización de estos territorios y la existencia de una vía romana que los conectaba.

Durante la dominación árabe, los geógrafos y viajeros de la época también dejaron constancia de la pervivencia de esta comunicación viaria. Tras la reconquista de Niebla en 1260, el rey Alfonso X jugó un papel crucial en la administración y repoblación del territorio, conformando un auténtico limes Sancti Jacobi (frontera de Santiago) a través de los repartimientos y la instauración de numerosas encomiendas santiaguistas en las provincias de Sevilla y Huelva.

Etapas de la Ruta Jacobea de Mures

La propuesta actual de recuperación de la Ruta Jacobea de Mures se centra en el tramo correspondiente a la provincia de Sevilla, aunque sus puntos de partida se sitúan en la frontera con Portugal (Ayamonte) y en las tierras marismeñas de Doñana. El recorrido consta de cuatro etapas principales:

1. Villamanrique de la Condesa - Aznalcázar: Esta etapa discurre a través del Vado del Guadiamar o de Huévar, con una alternativa por la villa de Pilas, donde destaca la ermita de Belén con su imagen de Santiago Peregrino.
2. Aznalcázar - Sanlúcar la Mayor: En Sanlúcar la Mayor se encuentran referencias tempranas a la heredad santiaguista de Benazuza y la vega de la Orden.
3. Sanlúcar la Mayor - Villanueva del Ariscal: Villanueva del Ariscal fue encomienda santiaguista desde 1253.
4. Villanueva del Ariscal - Castilleja de la Cuesta - Sevilla: Castilleja de la Cuesta albergó una encomienda santiaguista desde 1267, mientras que en Sevilla destacan el antiguo priorazgo y monasterio de Santiago de la Espada (actual convento de Mercedarias de la Asunción) y las iglesias de Santiago y San Ildefonso.

Recuperación y puesta en valor

La recuperación de la Ruta Jacobea de Mures supone una oportunidad para poner en valor el rico patrimonio histórico, cultural y religioso vinculado a la Orden de Santiago en Andalucía. Además de rescatar del olvido una antigua vía de peregrinación, esta iniciativa puede contribuir al desarrollo turístico sostenible de la región, fomentando el conocimiento y la valoración de su legado jacobeo.

Para ello, será necesario llevar a cabo labores de investigación, señalización, acondicionamiento y promoción de la ruta, involucrando a administraciones públicas, entidades culturales y asociaciones jacobeas. La creación de albergues, la mejora de infraestructuras y la oferta de servicios adaptados a los peregrinos serán aspectos clave para garantizar la viabilidad y el éxito de este proyecto.

Contexto histórico y cultural

La Ruta Jacobea de Mures se enmarca en el contexto de la peregrinación jacobea en España, que tiene su origen en el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela en el siglo IX. Desde entonces, numerosas rutas de peregrinación fueron surgiendo a lo largo de la geografía española, constituyendo una red de caminos que confluían en Santiago de Compostela.

En el caso de Andalucía, la presencia de la Orden de Santiago fue determinante para el desarrollo de las rutas jacobeas en la región. Esta orden militar y religiosa, fundada en el siglo XII, tuvo un papel destacado en la Reconquista y en la administración de los territorios incorporados a la Corona de Castilla. La vinculación de la Orden con el culto a Santiago y la peregrinación a Compostela se refleja en la existencia de numerosas encomiendas, iglesias y monasterios dedicados al Apóstol en las tierras andaluzas.