Guía completa del Camino de El Rocío a Santiago: la unión de dos grandes peregrinaciones

El Camino del El Rocío a Santiago es un recorrido jacobeo muy especial que tiene como objetivo de unir los dos principales puntos de peregrinación de España: el Santuario de Nuestra Señora de El Rocío, en Huelva, y la Catedral de Santiago de Compostela, en la capital de Galicia. La idea de sus impulsores es marcarlo de forma bidireccional para permitir el recorrido hacia ambos lugares. La tarea no es fácil y, de momento, sólo existen las marcas de doble sentido entre la aldea rociera y Cañaveral de León, casi en el límite con Badajoz.

El trayecto consta de seis etapas exclusivas que avanzan por la provincia de Huelva hasta unirse al Camino del Sur, que nace en la capital onubense. Ambos ramales conectan en el Embalse de Aracena y, ya juntos, progresan hasta Zafra, en Badajoz, durante dos jornadas. Aquí desembocan en la Vía de la Plata, que continúa durante 29 días más hacia el norte hasta la gran meta en tierras gallegas. La travesía es larga y dura, pero está llena de belleza y rincones de mucho encanto.

El tramo 'rociero' hasta Zafra

La primera parte de esta peregrinación es la que se llama propiamente Camino de El Rocío a Santiago. Discurre por una interesante variedad de paisajes de gran interés en sus más de 200 kilómetros. Desde las Marismas de Doñana hasta la comarca pacense de Zafra-Río Bodión se recorren entornos de enorme riqueza natural: los pinares de Almonte, la Pata del Caballo, la Cuenca Minera, el entorno del río Odiel o la Sierra de Aracena.

Al valor medioambiental se le suma el patrimonial, como la propia Ermita del Rocío y su aldea en general, símbolos de un enorme fervor religioso. No podemos pasar por alto la gastronomía de los mesones de Bollullos Par del Condado, con su vino con denominación de origen; el pintoresco pueblo de Berrocal, como balcón privilegiado sobre el río Tinto; las animadas calles del centro de Nerva; o el maravilloso enclave de Puerto Moral, ubicado en plena dehesa, donde la actividad humana convive con la naturaleza.

Etapa 1: El Rocío-Bollullos Par del Condado

Este Camino no puede tener otro inicio que el Santuario de Nuestra Señora del Rocío. La aldea es un punto de partida espectacular por lo pintoresca que es: sus calles de arena, sus típicas casas y sobre todo por sus vistas a las Marismas de Doñana. El templo donde reside la Blanca Paloma es una parada obligatoria antes de arrancar esta larga excursión.

Etapa 2: Bollullos Par del Condado-Tujena

El recorrido entre Bollullos Par del Condado y la aldea de Tujena cuenta con 26 kilómetros que avanzan entre terrenos de cultivos con largas pistas que se pierden en el horizonte. La palabra monotonía definirá gran parte de esta jornada, pero también valdría el vocablo soledad. La tranquilidad será nuestra compañera durante el avance por El Condado oriental o lo que antiguamente se denominaba Campo de Tejada.

Etapa 3: Tujena-Berrocal

El Camino se hace más escarpado en su tercera jornada. La etapa entre la aldea de Tujena y Berrocal es larga (más de 30 kilómetros), solitaria y más exigente físicamente que las dos previas. Accedemos a la Cuenca Minera de Huelva a través del paraje de la Pata del Caballo, una extensa área forestal de más de 7.000 hectáreas en el término de Escacena del Campo. Olivos, pinos, jaras... el peregrino estará siempre rodeado de abundante vegetación mientras recorre numerosas pistas y carriles de tierra que culebrean por un perfil en ascenso constante en su primer tercio.

Etapa 4: Berrocal-La Granada de Riotinto

El río Tinto será la clave de la cuarta etapa del Camino de El Rocío a Santiago. El recorrido irá muy cerca de sus rojizas aguas, remontándolo desde Berrocal hasta su nacimiento junto a la Peña del Hierro. Estamos ante otro trayecto largo, de unos 34 kilómetros, que atraviesa un entorno muy alterado por la mano humana. Vamos a visitar muchas instalaciones de la antigua Minera Riotinto-Nerva. Hasta La Granada, es una excursión muy distraída, con un paisaje tan interesante como variado. En ocasiones, avanzaremos por un entorno con unas tonalidades rojizas y anaranjadas tan peculiares que nos parecerá estar paseando por Marte.

Etapa 5: La Granada de Riotinto-Puerto Moral

La quinta etapa deja atrás la Cuenca Minera de Huelva y accede a la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. El recorrido entre La Granada de Riotino y Puerto Moral es más corto: con unos 23 kilómetros, su perfil mantiene la irregularidad de las jornadas previas. El río Odiel, en el tramo central, brindará los momentos más bellos del trayecto antes de iniciar un ascenso con decisión a una cota superior a los 500 metros sobre el nivel del mar.

Etapa 6: Puerto Moral-Cañaveral de León

En su sexta etapa, el Camino de El Rocío a Santiago conecta con la otra ruta jacobea de la provincia de Huelva: el Camino del Sur. El Embalse de Aracena será el escenario donde ambas variantes converjan, justo en el kilómetro 5,5 del recorrido. Hasta entonces, disfrutaremos del bonito entorno de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, saliendo de la pintoresca localidad de Puerto Moral y haciendo una pequeña visita a Corteconcepción.

Etapa 7: Cañaveral de León-Valencia del Ventoso

La sexta etapa es muy larga. Nos enfrentaremos a 36 kilómetros por una geografía algo ondulada, aunque con mayor predominancia de desnivel negativo. La ruta termina de atravesar Sierra Morena a la vez que intercambia las tierras onubenses por las pacenses. Es un recorrido interesante donde veremos cómo se altera el paisaje a la vez que disfrutamos de varios lugares con un patrimonio histórico importante. Veremos dos castillos espectaculares.

Etapa 8: Valencia del Ventoso-Zafra

Esta etapa hace de antesala a la Vía de la Plata. En Zafra, el camino de Huelva se une al que llega desde Sevilla. Son casi 25 kilómetros por un recorrido que, por suaves desniveles, sustituye la dehesa que nos ha acompañado durante tantos días por campos de cultivo. La meta es un lugar bastante interesante por su abundante patrimonio.

La Vía de la Plata: atravesando Extremadura y Castilla y León

El Camino de El Rocío a Santiago desemboca en la Vía de la plata, principal ruta jacobea que une el sur de España con Galicia. Por Badajoz, Cáceres, Salamanca y Zamora, el peregrino disfrutará de la rica historia de estas provincias mientras sigue el trazado de una importante calzada romana durante gran parte del trayecto. Descubriremos ruinas milenarias, iglesias románicas, catedrales, remotos monasterios o hermosos puentes medievales...

Eso sí, no se trata de una ruta sencilla. Muchas etapas son muy largas por la dispersión de las poblaciones en ciertos tramos, especialmente en Extremadura.

Etapa 9: Zafra-Villafranca de los Barros

Nos estrenamos en la Vía de la Plata con una etapa razonablemente sencilla y corta. La jornada presenta una distancia de menos de 20 kilómetros, con un perfil algo variado y una localidad intermedia. Nuestro objetivo es Villafranca de los Barros, municipio de tamaño medio, bastante animado y acogedor.

Etapa 10: Villafranca de los Barros-Torremejía

La novena etapa es una de las más aburridas de todo el trayecto. Es larga, pero lo peor es que además se hace muy pesada, ya que una vez que se sale de la localidad inicial, apenas hay distracciones: una extensa llanura con viñedos. Nada más. Ni sombras, ni fuentes... ni gente.

Etapa 11: Torremejía-Mérida

Jornada de transición, es decir, de puro trámite. Etapa corta, bastante sosa y sin demasiadas complicaciones. Eso sí, el final merece mucho la pena: llegamos a Mérida, primera ciudad importante que nos encontramos en todo el recorrido desde que partimos de El Rocío hace diez días. La brevedad del recorrido permitirá aprovechar la tarde para disfrutar de la antigua Augusta Emerita.

Etapa 12: Mérida-Alcuéscar

El Camino cambia a partir de Mérida. El paisaje mejora notablemente, pero a costa de un incremento considerable de las distancias. Esta etapa vuelve a superar los 30 kilómetros. Por suerte, su perfil no es duro: llano en la primera mitad y en un progresivo aunque suave ascenso en la segunda parte.

Etapa 13: Alcuéscar-Cáceres

Si la etapa anterior ya era muy larga, ésta puede parecer eterna... ¡y no es la peor de todas! Afortunadamente, el recorrido es bastante variado y casi siempre va por zonas agradables. El perfil ya es otra cosa, pues acumula más subidas y bajadas, con un ascenso modesto al final que puede ser la puntilla para el cansado peregrino.

Etapa 14: Cáceres-Embalse de Alcántara

Tercera etapa consecutiva con más de 30 kilómetros. Su recorrido es de los más peculiares porque no acaba en una población, sino en un solitario albergue con unas espectaculares vistas del Embalse de Alcántara, el segundo más grande de España.

Etapa 15: Embalse de Alcántara-Grimaldo

Al fin, una etapa algo más corta. El trayecto entre el Embalse de Alcántara y la pequeña localidad de Grimaldo tiene un total de 20 kilómetros con sólo un municipio, Cañaveral, como parada intermedia justo en la mitad. Lo más destacado será el pronunciado ascenso al Alto de los Castaños.

Etapa 16: Grimaldo-Carcaboso

La ruta avanza por un bellísimo paraje lleno de alcornocales, ganado y algunos embalses de pequeño tamaño. Todo muy bucólico, especialmente en primavera. La naturaleza será la principal atracción hasta que lleguemos a la pintoresca localidad amurallada de Galisteo. Después, la cosa empeora: hay que aguantar una carretera en el tramo final que se nos hará eterna.

Etapa 17: Carcaboso-Aldeanueva del Camino

En esta jornada, vamos a aprender el sentido de la palabra paliza. No es la etapa más larga de esta guía, pero sí es la única en la que no hay ningún servicio intermedio. Por suerte, el trazado es precioso, de nuevo entre dehesas y praderas. La gran atracción de la jornada es el arco romano de Cáparra, símbolo de la Vía de la Plata en Extremadura. El perfil va en ligero ascenso, pero nunca llega a apreciarse.

Etapa 18: Aldeanueva del Camino-Valverde de Valdelacasa

Toca despedirnos de Extremadura. Nos quedan unos 10 kilómetros antes de salir de Cáceres y entrar en Salamanca. En esta etapa, las montañas serán nuestras compañeras. Atravesaremos el Sistema Central por la comarca de la Sierra de Béjar, viendo al oeste la Sierra de Francia. No llegaremos a sufrir pendientes demasiado empinadas, pero el Camino irá ascendiendo poco a poco hasta colocarse en cotas más altas de la Meseta Central.

Etapa 19: Valverde de Valdelacasa-San Pedro de Rozados

Llegamos a la etapa reina de esta guía. Roza los 40 kilómetros, aunque hay opciones intermedias para poder dividirla. Se alcanzará el techo del trazado principal de la Vía de la Plata (sin incluir la variante sanabresa): subiremos el Pico de la Dueña, con 1.165 metros de altura.

Etapa 20: San Pedro de Rozados-Salamanca

Tras la intensidad y belleza de las últimas jornadas, la aproximación a Salamanca puede saber a poco. De hecho, es la típica etapa de acceso a una ciudad. Salvo un tramo de dehesa al principio y algún punto de relevancia histórica, el recorrido no tiene mucho de especial. Eso sí, la capital salmantina es una maravilla, con mucho que ver.

Etapa 21: Salamanca-El Cubo de la Tierra del Vino

La etapa más desquiciante de todas. Es un trayecto muy largo, pero apenas tiene desniveles y avanza por pistas en buen estado. El horror para el caminante viene en su fase final con 20 kilómetros interminables a pleno sol por un carril que va en paralelo a la autovía A-66. Exigirá mucha resistencia mental al peregrino.

Etapa 22: El Cubo de la Tierra del Vino-Zamora

En esta jornada, alcanzamos ya Zamora, una joya románica que nos invitará a recorrer su bello casco histórico. Antes tendremos que soportar otra etapa larga de escaso atractivo natural entre campos de cultivo y extensas llanuras. No obstante, nos aguarda alguna sorpresa, como las ruinas del Convento de Santa María del Soto.

Etapa 23: Zamora-Montamarta

El Camino se adentra en la Tierra de Pan, una comarca cubierta de campos de cereales. Nos aguardan otra vez amplios cultivos que se pierden en el horizonte mientras avanzamos por caminos de concentración parcelaria. En resumen, otra jornada bastante monótona.

Etapa 24: Montamarta-Granja de Moreruela

Un distancia razonable con un perfil algo más ondulado que en días previos. Salvo por su final, puede resultar hasta distraída por los bandazos que da y por alguna sorpresa que atesora, como el despoblado de Castrotorafe. En Granja de Moreruela tendremos que decidir qué variante tomar hasta Santiago: hacia Puebla de Sanabria o hacia Astorga.

El Camino Sanabrés: un tramo final exigente

En esta guía, nos dirigiremos a Santiago por el Camino Sanabrés (también llamado Mozárabe, Ourensano o Gallego del Sur). Es la variante de la Vía de la Plata que se desvía antes al oeste en busca de tierras sanabresas, a diferencia de la opción que progresa hacia el norte para alcanzar Astorga y conectar con el concurridísimo Camino Francés.

El Camino Sanabrés visita Ourense y tiene entrada propia a Santiago, sin desembocar en otras rutas. Como consecuencia, es un recorrido mucho más tranquilo y más salvaje, en tanto que cuenta con menos comodidades y servicios.

Es un trayecto exigente, con bastantes puertos de montaña y algunos tramos complicados. En cambio, su quietud y la belleza de su naturaleza, especialmente a partir de Puebla de Sanabria, llenarán el espíritu de cualquier peregrino que busque reflexión y paz. Desde el desvío en Granja de Moreruela, son 363 kilómetros hasta Santiago.

Etapa 25: Granja de Moreruela-Tábara

La variante sanabresa se estrena con una etapa bastante más variada que las anteriores. Su primera mitad es muy vistosa gracias al pintoresco Embalse de Santa Eulalia. Por desgracia, la segunda parte retorna a las largas rectas entre campos de cultivos.

Etapa 26: Tábara-Calzadilla de Tera

Otra etapa larga. El recorrido comienza atravesando la Sierra de las Cavernas para ir en busca del Valle del Tera. El paisaje irá cambiado desde un monte bajo a un paisaje de ribera. Por desgracia, gran parte de esta etapa se ha visto dañada por los incendios recientes. Los senderos están practicables, pero veremos mucha vegetación calcinada.

Etapa 27: Calzadilla de Tera-Mombuey

El recorrido continúa progresando junto al Río Tera en busca de la Presa de Agavanzal. Visitaremos el hospitalario pueblo de Rionegro del Puente, con una historia muy vinculada a los peregrinos.

Etapa 28: Mombuey-La Puebla de Sanabria

El Camino Sanabrés comienza a desplegar su belleza. En esta etapa, el paisaje ya cambia considerablemente, se hace más húmedo y agradable a la vez que comienza a notarse un perfil algo más escarpado. Nos aguardan muchas subidas y bajadas, aunque cortas y sin excesivas dificultades. La soledad del recorrido, con tramos de bosques cada vez más densos, se verá interrumpida por varias aldeas con encanto. El final lo tenemos en Puebla de Sanabria, considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

Etapa 29: La Puebla de Sanabria-Lubián

La variante sanabresa afronta en esta jornada su primera subida de importancia. El puerto de montaña del Padornelo, con sus 1.381 metros de altura, protagoniza con su subida y su bajada el trazado. Si bien, no es un ascenso excesivamente fuerte, salvo por algún repecho en su tramo final. Puede que a más de uno le resulte peor el descenso.

Etapa 30: Lubián-A Gudiña

Al fin pisamos Galicia. La entrada en la provincia de Ourense es por todo lo alto: a través del bonito puerto de La Canda, a 1.261 metros de altura. El recorrido tiene bastante variedad: oscuros bosques, bucólicas praderas o zonas pedregosas.

Etapa 31: A Gudiña-Laza

Exigente y larga. Es posiblemente la etapa más bonita del Camino Sanabrés gracias a unas vistas espectaculares. Progresa por un recorrido muy solitario que casi siempre va por encima de los 1.000 metros de altura, sobre las colinas de la Sierra Seca. No hay subidas fuertes, aunque sí acumula muchas bajadas, especialmente al final.

Etapa 32: Laza-Xunqueira de Ambía

Otra jornada con un kilometraje alto. El Camino de Santiago continúa su avance por la Galicia más rural y solitaria. Se nos vuelve a presentar un trazado montañoso con una de las subidas más pronunciadas de la variante sanabresa. En la meta podremos admirar la bella Colegiata de Santa María.

Etapa 33: Xunqueira de Ambía-Ourense

Tras tanta soledad y naturaleza, esta etapa viene a ser un tortazo para el peregrino acostumbrado a la tranquilidad. Nos acercamos a una ciudad con todo lo que ello conlleva: urbanizaciones, tráfico, polígonos industriales... Por suerte, los 22 kilómetros hasta Ourense no son complicados. El trayecto irá perdiendo altura paulatinamente hasta llegar al valle del Miño, donde se ubica la urbe.

Etapa 34: Ourense-Cea

La jornada tiene un inicio duro: la salida de la ciudad y un ascenso bastante pronunciado justo después. Afortunadamente, tras esto, vuelven los bosques y los paisajes tranquilos. Nos aguarda Cea, localidad famosa por su pan.

Etapa 35: Cea-A Laxe

Otra etapa muy larga, pero merecerá la pena, ya que tendremos ocasión de visitar una de las joya de este Camino: el Monasterio de Oseira. Asimismo, disfrutaremos de un paisaje típicamente gallego, muy solitario y montañoso pero a la vez tremendamente hermoso. En plena Dorsal Gallega, habrá algunos ascensos. No son excesivamente exigentes, pero la longitud del recorrido nos puede pasar factura a la hora de afrontarlos.

Etapa 36: A Laxe-Ponte Ulla

La penúltima jornada comparte el trazado con el Camino de Invierno, que se unió en A Laxe. El trazado progresa por un paisaje que sigue siendo muy verde, alternando numerosas aldeas, prados y bosques. El perfil presenta muchas subidas y bajadas cortas que pueden resultar molestas.

Etapa 37: Ponte Ulla-Santiago de Compostela

Nos queda un trayecto bastante sencillo que se va haciendo más urbano conforme nos vayamos acercando al final. La ruta tiene un acceso a la capital gallega sorprendentemente poco transitado. Sorprenderá lo rápido que se accede a la Plaza del Obradoiro.

De esta forma, concluye esta larga aventura atravesando España y uniendo, tras más de mil kilómetros, los dos puntos de peregrinación más destacados del país.