El camino avanza entre muretes antes de llegar a Cañaveral de León
El camino avanza entre muretes antes de llegar a Cañaveral de León / Emilio J. de los Santos

Ficha

Ruta lineal

Distancia: 28,2 km

Dificultad: Moderada

Inicio: Aracena

Final: Cañaveral de León

Poblaciones que atraviesa: No hay poblaciones intermedias

Naturaleza: 5/5

Descarga del track: Enlace a Wikiloc (prolonga hasta Fuentes de León)

El Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos Aroche será el gran protagonista de la preciosa quinta etapa del Camino del Sur. Sus 28,2 kilómetros atraviesan este bonito paraje, que despliega ante el senderista un constante manto verde, con bosques de ribera, dehesas, pantanos y montañas. Pese a ser un paraje serrano, la etapa es sorprendentemente cómoda. El recorrido es mucho más tranquilo que el de la jornada previa, quizá sea hasta demasiado solitario al no haber poblaciones intermedias. Esto no quita que el trazado esté exento de tramos de carretera. De hecho, hay uno bastante largo por la mitad, aunque al menos no hay tanto tráfico.

Ermita de San Roque a la Salida de Aracena: hay que ir por la izquierda.
Ermita de San Roque a la Salida de Aracena: hay que ir por la izquierda. / Emilio J. de los Santos

La jornada arranca en Aracena. Saldremos por el noreste del municipio en ligero ascenso. Si tomamos como punto de partida la Plaza Marqués de Aracena, subimos por la calle Mesones, que comienza junto al Casino Arias Montano, edificio proyectado por el arquitecto Aníbal González. Al pasar el Convento del Carmen, enfilamos la calle Cantarranas y, en el primer cruce, doblamos a la izquierda para seguir por la calle San Roque, que acaba en la ermita homónima. Rodeamos su fachada por el lado izquierdo y, tras una glorieta, pasamos bajo la N-433. Seguimos de frente en la rotonda del otro lado. Así nos despedimos de esta encantadora localidad serrana y de la leve subida inicial. Ahora es el momento de ir bajando tan progresivamente que casi no nos daremos cuenta del desnivel (perdemos unos 350 metros de altura en unos 9,5 kilómetros).

Salimos de la carretera por el carril donde va el coche. Es el inicio del PR-A 045
Salimos de la carretera por el carril donde va el coche. Es el inicio del PR-A 045 / Emilio J. de los Santos

Caminamos unos 300 metros por el lateral de la carretera HU-8126, hasta ver un carril que nace a la derecha. Es el PR-A 045. Cruzamos la calzada para tomar el sendero. A poca distancia, tenemos una bifurcación con un templete dedicado a la Virgen del Carmen en medio. Avanzamos por la izquierda, rumbo a un merendero con una pared de piedra en un lateral: esto es la Fuente del Rey. La ruta da un giro a la derecha y vuelve a ponernos ante otra bifurcación: tomamos aquí la izquierda de nuevo. A pocos metros, tenemos otra vez dos ramales: ignoramos el que sube, pues es el acceso a una finca.

Merendero de Fuente del Rey.
Merendero de Fuente del Rey. / Emilio J. de los Santos

El bonito paraje intercala alcornocales y encinas con alguna edificación dispersa de fincas y parcelas. Completados unos 3,5 kilómetros de la ruta, veremos un cartel informativo de los senderos cercanos. Nos acercamos poco a poco al Arroyo Fuente del Rey, que fluye a nuestra derecha. Por aquí, empieza a imponerse un paisaje de ribera algo diferente a lo que hemos estado viendo previamente. A pocos metros, tenemos una bifurcación más: tomamos el ramal de la izquierda.

En este vado, seguimos de frente. No cruzamos la pasarela de madera.
En este vado, seguimos de frente. No cruzamos la pasarela de madera. / Emilio J. de los Santos

Un corto repecho nos deja en el paraje de Cuatro Caminos, con el Puerto de los Molinos a la izquierda. El trazado da un quiebro cerrado a la izquierda para alcanzar una intersección en forma de T. Las señales nos dejan claro hacia dónde ir. En poco, alcanzamos un vado que cruza el arroyo. Seguimos de frente unos 300 metros. Cuando veamos un depósito de agua de chapa, podemos doblar a la derecha y salir del camino unos metros para aproximarnos a la Cascada de los Molinos.

El bosque de ribera junto al Arroyo de Fuente del Rey.
El bosque de ribera junto al Arroyo de Fuente del Rey. / Emilio J. de los Santos

El aprovechamiento de la corriente del agua del arroyo que estamos viendo llevó a la construcción en esta zona de una serie de molinos de rodezno de los que se tiene constancia en el siglo XIX. Desviaban el caudal para accionar piedras que molían el grano. En el siglo XX, se creó por aquí una central hidroeléctrica con la misma filosofía de aprovechamiento del agua. La Cascada de los Molinos es una represa de dicha central. Los años y el abandono llevaron a su erosión, al colmatado de tierras y a la consiguiente colonización vegetal, dando la impresión de que es una cascada natural.

La Cascada de los Molines está unos metros fuera del camino, pero merece la pena verla.
La Cascada de los Molines está unos metros fuera del camino, pero merece la pena verla. / Emilio J. de los Santos

Retornamos al sendero. Llevamos unos 5,5 kilómetros recorridos. El paisaje se vuelve más solitario por esta zona, a la vez que el camino se ondula un poco. Aunque en términos generales vamos descendiendo, se van intercalando puntualmente algunos repechos cortos en ascenso. Manteniendo siempre la Sierra de la Crucecita a nuestra derecha, iremos siguiendo el meandro que describe el Arroyo Fuente del Rey por el Barranco de los Molinos. La senda se cuelga de la ladera mientras observamos a cierta altura el discurrir del agua.

Tras la Cascada de los Molinos, el camino se va haciendo cada vez más solitario.
Tras la Cascada de los Molinos, el camino se va haciendo cada vez más solitario. / Emilio J. de los Santos

En el kilómetro 10, el perfil se relaja notablemente a la vez que las montañas parecen distanciarse un poco entre sí. Ya hemos dejado atrás el barranco. El siguiente paso es unirnos a la carretera HU-8128 que llega desde Corteconcepción por nuestra derecha. Una suave cuesta nos coloca en el lateral de la calzada. Justo en este punto se unen el Camino del Sur y el Camino del Rocío a Santiago, que es la otra ruta jacobea que atraviesa la provincia de Huelva. A partir de aquí, ambos recorridos van de la mano.

El trazado serpentea un poco por el Barranco de los Molinos.
El trazado serpentea un poco por el Barranco de los Molinos. / Emilio J. de los Santos

A poca distancia nos topamos con el Embalse de Aracena. Es el pantano más importante de la zona. Nutrido por el Rivera del Huelva, tiene uso para abastecimiento de las poblaciones próximas y recreativo. Nos vamos a llevar 6 largos kilómetros recorriendo sus alrededores por carretera. Por suerte, el tráfico no suele ser abundante, el perfil es completamente llano y las vistas son siempre muy agradables. Eso sí, mucho cuidado si aprieta el sol porque apenas hay sombra por aquí.

Vistas del Embalse de Aracena.
Vistas del Embalse de Aracena. / Emilio J. de los Santos

En el kilómetro 15 de la etapa, pasamos un largo puente que cruza el propio Rivera del Huelva. A la derecha hay un merendero junto a la orilla del embalse. Es un buen punto donde descansar con más de la mitad del recorrido ya completado.

Tramo por la carretera HU-8128.
Tramo por la carretera HU-8128. / Emilio J. de los Santos

La carretera se interna, zigzagueante, en la Sierra de las Corujas. Afrontaremos algunas subidas y bajadas cortas, aunque la calzada nos suavizará el esfuerzo considerablemente. El entorno a nuestro alrededor vuelve a ondularse mucho más, con una mayor concentración de montañas que son surcadas por el Rivera de Hinojales a nuestra izquierda. El río baja en busca del embalse por un valle que se va ensanchando y estrechando caprichosamente.

La Colada de Hinojales es quizá el tramos más bonito de la etapa.
La Colada de Hinojales es quizá el tramos más bonito de la etapa. / Emilio J. de los Santos

A 4 kilómetros del puente sobre el Embalse de Aracena, nos aproximamos al Cortijo de Ventas del Ciervo. Cuando veamos los edificios a lo lejos, doblamos a la izquierda para abandonar la carretera. Un enorme cartel que informa sobre el adecentamiento de los caminos nos sacará de dudas. El Rivera de Hinojales hace lo mismo que nosotros: da un giro de 90 grados a la izquierda, siguiendo la larga dorsal de montañas que arranca por ese lado.

Veremos mucho ganado junto a la Sierra de Hinojales
Veremos mucho ganado junto a la Sierra de Hinojales / Emilio J. de los Santos

El tramo que nos aguarda es de gran belleza. Caminaremos por una amplia pista en llano, muy bien mantenida, que se usa para mover ganado por esta zona, ya sea ovino o porcino. La vegetación es típica de dehesa. La colada la limita por el sur la Sierra de Hinojales, que es la larga cadena de cerros que avanza en paralelo por la izquierda y que ofrece unas estampas muy pintorescas. A sus pies, discurre el Rivera de Hinojales. Mientras que a nuestra derecha, al norte, se irán encadenando varios grupos montañosos: Sierra León, Tres Hermanas y Las Romas.

Cascada en el Barrando de Merino.
Cascada en el Barrando de Merino. / Emilio J. de los Santos

A los tres kilómetros, pasamos el Cortijo de las Beatas y un kilómetro después damos con una encrucijada. Seguimos en camino que asciende por la derecha. Atravesamos la Sierra de la Moraleja por un paso que se estrecha junto al Barranco de Merino. Merece la pena observar de vez en cuando el curso de agua, pues hay alguna que otra cascada. Tras este embudo, el sendero vira a la izquierda para entrar en un terreno cuarteado por pequeñas parcelas delimitadas por muretes. Estos recintos están dedicados al ganado.

No pueden faltar los cerdos ibéricos por esta zona de la sierra.
No pueden faltar los cerdos ibéricos por esta zona de la sierra. / Emilio J. de los Santos

Justo al pasar un edificio, llamado Casa de la Dehesa, el camino principal gira a la izquierda, pero nosotros debemos ir de frente para buscar Cañaveral de León, que ya se aprecia justo delante. El perfil va subiendo ahora sin excesiva dureza. Al final, damos con un nuevo cruce. Ahora tenemos que doblar a la izquierda para tomar la cuesta que nos conduce hacia la meta.

Subiendo a Cañaveral de León.
Subiendo a Cañaveral de León. / Emilio J. de los Santos

Cañaveral de León es el último municipio de Huelva antes de pasar a Badajoz, que se encuentra al otro lado de la Sierra del Puerto. La localidad es muy conocida por La Laguna, una enorme fuente en pleno centro del pueblo que se usa como piscina en verano. Es muy popular en la zona. El agua es un elemento importante aquí, como podremos apreciar en las numerosas canalizaciones que hay en distintas partes de la localidad. Sin duda, es un sitio con muchísimo encanto y merece la pena dar un paseo por sus calles y disfrutar de las bonitas vistas que ofrece de la sierra que acabamos de atravesar andando.

La Laguna de Cañaveral de León. En verano es una piscina.
La Laguna de Cañaveral de León. En verano es una piscina. / Emilio J. de los Santos

La etapa se podría alargar hasta Fuentes de León, a unos 9 kilómetros, para recortar así la distancia de la próxima jornada (de hecho, el track adjunto en la ficha llega a esa población). No obstante, hay que tener en cuenta que en Cañaveral hay un albergue de peregrinos municipal con muy buenas instalaciones, mientras que en el primer pueblo de Extremadura el alojamiento es más caro.

Alojamiento

Cañaveral de León: Hay un buen albergue de peregrinos en esta localidad. Hay que pedir la llave en el ayuntamiento.

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