Etapa 5 del Camino de El Rocío a Santiago: La Granada de Riotinto-Puerto Moral | El río Odiel y la subida a la Sierra de Aracena
Trayecto de algo más de 23 kilómetros en el que iremos por una zona de enorme riqueza medioambiental.
Etapa anterior: Berrocal - La Granada de Riotinto
Inicio del Camino de El Rocío a Santiago

La quinta etapa del Camino de El Rocío a Santiago deja atrás la Cuenca Minera de Huelva y accede a la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. El recorrido entre La Granada de Riotino y Puerto Moral es más corto: con unos 23 kilómetros, su perfil mantiene la irregularidad de las jornadas previas. El río Odiel, en el tramo central, brindará los momentos más bellos del trayecto antes de iniciar un ascenso con decisión a una cota superior a los 500 metros sobre el nivel del mar.
Se sale rápido de La Granada de Riotinto. Desde la Plaza de Nuestra Señora de la Granada, doblamos la esquina a la izquierda para tomar la calle de las Flores y cruzar la calle Alcalde Ángel Bueno. Posteriormente, enfilamos la calle Álamos. Pasado el cementerio municipal, atravesamos la carretera A-461. Empezamos a recorrer el Camino de Aracena-La Granada o Vereda del Jarrama, ya por tierra.
Seguimos esta ondulada vereda durante cinco kilómetros. El paisaje es dehesa pura con encinas y alcornoques alternándose con praderas. El sendero está muy bien conservado y siempre tendremos claro por dónde avanzar, ignorando todos los ramales secundarios que van saliendo por los laterales y que sirven para acceder a las diversas granjas y cortijos que iremos viendo conforme avanzamos. El perfil describe una suave bajada al Barranco Grande para, acto seguido, coronar otra colina y bajar nuevamente a la Vega del Odiel.
El río Odiel es junto al Tinto el río más importante de la provincia onubense. Ambos discurren casi en paralelo y desembocan en la Ría de Huelva. El paraje en el que nos encontramos es muy bonito, con abundante cañizo y matorral ribereño poblando las orillas, todo ello rodeado por verdes cerros de suaves cumbres.
El Camino de El Rocío a Santiago no atraviesa el río en este punto: da un giro brusco a la derecha para remontar el cauce. Iniciamos, en la ladera del cerro próximo, el Camino La Mimbrera o de Jabuguillo, que surca el paraje del Mudapelo. La dehesa se alterna con algunos campos más ralos destinados a la cría de ganado. Pasamos varias cancelas destinadas a evitar que los animales se salgan de las fincas.
Al salir de los terrenos de la Casa de la Mimbrera y atravesar la última puerta, el sendero vadea el arroyo de Madroñuelos y se aproxima mucho al río Odiel. El paisaje se vuelve mucho más agreste y vuelve a ganar en belleza. La riqueza ecológica de esta zona es destacable, pudendo encontrarnos ciervos correteando o diferentes tipos de anfibios y reptiles. La vegetación despliega en primavera una amplia gama cromática con flores que van del blanco al morado o al amarillo.
En el kilómetro 9 de la etapa, la vereda vira a la izquierda para cruzar por fin el río Odiel. Nos topamos con un pequeño merendero estratégicamente colocado, ideal para descansar un poco y disfrutar de la tranquilidad de este entorno. A poca distancia, entre los matorrales, hay varios bloques para poder pasar de una orilla a otra y evitar el agua.
Aquí concluye la parte más o menos llana de esta etapa. Ahora toca subir a la Sierra de Aracena. La escarpada cuesta que tenemos delante nos lo deja muy claro. Puede que ésta sea la subida más intensa de todo este Camino de El Rocío. Asciende 200 metros en unos 3,5 kilómetros.
La senda progresa por los barrancos de Los Allegaderos y Las Cortecillas, ofreciendo unas panorámicas muy interesantes. Como referencia, a media subida está la Casa de los Allegaderos (en ruinas) y, casi al final, la Casa de Ventura. Caminamos por tierras destinadas a la cría de ganado vacuno, como podremos ver en los laterales del recorrido. En todo momento nos sentiremos observados por las vacas que pastan plácidamente por este lugar, siempre tras cercados.
El perfil da un respiro de unos metros a la altura del Cortijo de las Cortecillas, pero pronto vuelve a iniciar un nuevo ascenso hasta la cota de 587 metros de altitud. Desde este punto dominaremos perfectamente el paisaje y veremos con claridad, entre los cerros de la izquierda, las casas blancas de Jabuguillo, población perteneciente a Aracena.
Descendemos un tramo, siguiendo el vallado de una finca hasta desembocar en la Vereda de los Matarrocines. Andamos con la elevación del Alto de Bendalú a nuestra izquierda para acabar dando un giro a nuestra diestra en 90 grados en el kilómetro 16 de la etapa.
Caminando hacia el este por un camino flanqueado por muretes en los laterales, pasamos ante la puerta del imponente Cortijo Montesol. A 600 metros, el trazado dobla en otro ángulo recto (esta vez a la izquierda) para avanzar entre varias granjas y naves agrícolas. Al poco, nos topamos con una pradera dominada por la Ermita de Santa Marina en su centro. El precioso templo tiene un porche ideal para descansar un poco si su reja está abierta. Aquí se le rinde culto desde hace siglos a la santa homónima, una joven que, según la tradición, fue martirizada por aferrarse a su fe católica sobre el año 123 d.C.
Una suave pendiente asciende entre los Cerros del Monte y del Corralito para colocarnos junto a la carretera N-433. La cruzamos por un pequeño túnel que parece más una tubería. Entramos en Valdezufre, agradable pedanía de Aracena que cuenta con algún que otro bar e incluso con posada. Hemos completado unos 19 kilómetros de la etapa.
Accedemos a la localidad y doblamos a la derecha por la calle Mar para cruzar la avenida de Santa Marina. Atravesamos el resto de la población por la calle Real hasta el polideportivo, que es su último edificio. Rodeamos su perímetro y tomamos el Sendero de la Umbría tras una puerta. Surca una pradera hasta desembocar en un carril definido encajado entre vallas. Hay otra cancela por aquí. Doblamos a la derecha hasta recorrer unos 400 metros rumbo a la carretera HU-8130. Al tocar el asfalto, viramos a la izquierda y continuamos por su lateral.
El tramo por esta sinuosa carretera es en progresivo descenso. Tiene poco tráfico, pero es estrecha y conviene ir con cuidado, sobre todo en las curvas. La recorreremos durante 1,5 kilómetros hasta el cruce con la HU-8129. Justo aquí dejamos el arcén y nos colocamos en un sendero que va en paralelo por la izquierda, siguiendo un sendero que se interna en el Barranco de La Madrona. Se trata de un tramo bonito que, a poca distancia de la meta, comienza a desplegar pasarelas de madera y merenderos a la vez que nos enseña dos molinos de rodezno muy bien conservados (el Regina y el Tolete).
Pronto entramos en Puerto Moral, final de esta etapa. Por la calle Real llegamos hasta la plaza donde se ubica la llamativa Iglesia de San Pedro y San Pablo. Este pequeño municipio forma parte de la red de Pueblos Mágicos de España y lo apreciaremos en cuanto demos los primeros pasos entre sus blancas casas. Tiene mucho encanto. Hay algunos miradores a los alrededores a los que merece la pena asomarse. Por supuesto, también está su gastronomía, con el cerdo ibérico como estrella indiscutible.
Puerto Moral cuenta con un albergue de peregrinos muy bien equipado, pero para que nos den acceso a él hay que avisar previamente al Ayuntamiento (ver el despiece al final del texto).
Estamos a muy poca distancia del punto de unión del Camino de El Rocío con el Camino del Sur. En la próxima etapa, ambos recorridos se unen en el Embalse de Arancena. Aún nos queda un bonito tramo en descenso por una zona preciosa de gran riqueza paisajística. Pero eso será ya en la próxima jornada.
Alojamiento
Valdezufre
- Acogida parroquial con aviso previo (651 010 794).
Puerto Moral
- Albergue municipal. Hay que avisar previamente (959 120 089).
- Por la zona hay varias casas rurales.
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