Etapa 2 del Camino del Sur: Trigueros - Valverde del Camino | Por la Vía Verde de los Molinos del Agua

La segunda etapa del Camino del Sur, entre Trigueros y Valverde del Camino, empieza desplegar un paisaje más atractivo. La extensa llanura, con interminables campos de cultivo de la primera jornada, van dando paso a zonas que alternan matorral, dehesas o pinares. El trazado avanza en progresivo ascenso, pero con tanta suavidad que apenas lo percibiremos.

La caminata tiene una longitud de más de 28 kilómetros y en todo momento seguiremos una vía verde. Por tanto, tendremos asegurado una orientación fácil y un terreno cómodo que alterna tierra compactada, asfalto fino o zahorra. Eso sí, escasean los servicios intermedios y la tirada no es corta. El único punto de avituallamiento se encuentra en el kilómetro 20.

Comenzamos la etapa en la entrada de Trigueros, junto al banco peregrino que hay por allí, la flecha de su respaldo nos indica la dirección. Avanzamos por la calle Huelva, la Plaza del Carmen, Plaza de España y la larga calle Labradores, que nos deja a las afueras del pueblo. Por un paso inferior cruzamos la carretera Trigueros-Gibraleón y acto seguido tomamos la derecha en las próximas dos bifurcaciones. Empezamos a pisar tierra.

Accedemos a la Vía Verde de los Molinos del Agua, que será nuestra compañera durante muchos kilómetros. Esta ruta sigue un tramo que formaba parte de la primera línea ferroviaria minera de España y primera de vía estrecha de Andalucía: el Ferrocarril del Buitrón. Construida por los ingleses en 1870, comunicaba el puerto fluvial de San Juan del Puerto con la Mina del Castillo Buitrón, en Zalamea la Real. Consistía, por tanto, en una importante infraestructura de transporte de mineral hasta el litoral, aunque también se llegó a usar para pasajeros. En la década de 1940, sus antiguos propietarios la abandonaron y el Estado español se hizo cargo de ella hasta que la explotación fue deficitaria y se clausuró en 1969. Décadas después se reutilizó con los usos turísticos actuales.

En el primer trecho iremos caminando entre campos de cultivo. El recorrido progresa con alguna curva suave entre los terrenos de Las Tomillas, Los Escarabajos, La Mezquita y la Dehesa de Arriba. Completados unos 6 kilómetros, llegamos a una zona de pinos y superamos el Arroyo de la Bárcena. Pronto veremos una balsa de agua a la izquierda mientras atravesamos el poblado de La Estación, que cuenta varias casas y parcelas diseminadas. Nuestro recorrido se aproxima a un amplio carril (llamado Carretera del Cementerio) para abandonarlo casi inmediatamente por la derecha. Hay unas señales verticales que nos lo dejarán claro. Justo por aquí está la antigua estación de ferrocarril de Beas, apeadero que se usó cuando el tren pasaba por aquí. Efectivamente, estamos a la altura de Beas: el pueblo se encuentra a la derecha, pero no lo distinguiremos desde el camino.

Pasado el Arroyo de las Monjas, notaremos algo más la subida a la vez que describiremos una curva abierta que deja a la derecha la elevación del Cabezo de Mahón. Los tramos alternan pinos e importantes extensiones de jaras, que son un auténtico espectaculo si las vemos en flor. En el kilómetro 9,5, llegamos a La Bomba, otra urbanización.

Las praderas se van turnando con las dehesas hasta que estas últimas acaban imponiéndose. La vía verde se coloca a la izquierda del Arroyo Pozoancho y junto a él bordea la falda del Cerro del Castillito y deja al lado la Fuente de Santa Ana. A los 14 kilómetros de marcha, cruzamos la carretera HU-3103 y nos topamos con el antiguo apeadero de Pallares, cuyo edificio luce en muy buen estado. Hay algunos bancos a su lado para descansar un poco.

El carril serpentea entre la Mesa de los Pinos y el Cabezo de los Pájaros para cruzar el Arroyo Pozoancho. Nos vamos abriendo hacia la derecha para conectar con el Camino de Gibraleón. El bosque a nuestra derecha se vuelve en algunos tramos más denso, con mayor presencia de eucaliptos. Solo interrumpe la vegetación el acceso a una cantera próxima. A la izquierda tendremos los terrenos de la finca La Bomba. El recorrido nos aproxima a la trasera del área de servicio de Los Pinos. Por aquí podemos acceder a un bar por su puerta trasera.

La senda se endereza y, tras mostrarnos la imponente puerta del Cortijo La Carrera del Caballo, se interna a una zona más urbana. Una pasarela de madera cruza la bulliciosa carretera N-435 y se interna entre los vallados de las casas de la Urbanización Los Pinos. Acto seguido el camino nos sorprende con precioso pinar que se extiende a nuestra derecha: merece la pena aminorar la marcha y admirarlo. En su linde arranca la Urbanización de El Saltillo.

Faltan unos 5 kilómetros para llegar a la meta. La vía verde se coloca en el lateral de la nacional. Iremos siempre separados de la carretera y aunque es posible que en algunos tramos la perdamos de vista, el ruido del tráfico nos acompañará durante lo que resta de etapa.

Valverde del Camino nos recibe con un polígono industrial. La localidad es muy famosa por la elaboración de botos de gran calidad. La vía verde se transforma aquí en un carril bici. Pasado un túnel que cruza bajo la Carretera de La Palma, alcanzamos un bonito crucero, justo antes de la rotonda de acceso al municipio.

La localidad valdereña tiene mucha actividad: solo hay que darse un paseo por sus calles para apreciarlo. La Parroquia de Nuestra Señora del Reposo es su principal monumento religioso, pero no es mala idea pasear por su casco histórico, ver su Ayuntamiento y la Plaza Ramón y Cajal, donde se concentra gran parte de su ambiente. Muy recomendable visitar el Museo Casa Dirección y sus jardines, de nuevo un edificio con huellas de actividad británica en la provincia de Huelva.

La segunda etapa del Camino del Sur mejora bastante en cuanto a paisajes, aunque puede que a muchos les aburra ir encajonados en una vía verde tanta distancia. La buena noticia es que el recorrido no parará de mejorar en interés y belleza en las próximas etapas.