Camino de Santiago desde Sevilla | Etapa 14 de la Vía de la Plata: Embalse de Alcántara-Grimaldo

Recorrido de 20 kilómetros por un paraje dominado por la Sierra de Arco. Visitaremos Cañaveral y tendremos que superar el Alto de los Castaños antes de reencontrarnos de nuevo con la dehesa.

Al fondo, Cañaveral y la Sierra de Arco.
Al fondo, Cañaveral y la Sierra de Arco. / Emilio J. De Los Santos

Ficha

Ruta lineal

Distancia: 20 Km

Dificultad: Moderada

Inicio: Embalse de Alcántara (no es población)

Final: Grimaldo (600 metros fuera del Camino)

Poblaciones que atraviesa: Cañaveral

Naturaleza: 3/5

Al fin una etapa algo más corta. El trayecto entre el Embalse de Alcántara y la pequeña localidad de Grimaldo tiene un total de 20 kilómetros con solo un municipio, Cañaveral, como parada intermedia justo en la mitad. Antes de este pueblo, el solitario recorrido avanza por un terreno muy pedregoso. La segunda parte la protagoniza el Alto de los Castaños.

Vistas del Embalse de Alcántara junto a los viaductos del AVE.
Vistas del Embalse de Alcántara junto a los viaductos del AVE. / Emilio J. de los Santos

Desde el albergue del Embalse de Alcántara, recorremos los 600 metros hasta la carretera nacional y la cruzamos para seguir por un sendero de tierra en un ascenso suave pero zigzagueante hasta el Cerro del Garrote (merece la pena mirar atrás para ver la panorámica del embalse). En cuanto se llegue arriba, comenzaremos a llanear por un carril muy pedregoso. En este primer tramo, acompañaremos los viaductos del AVE. Pasaremos por debajo en un par de ocasiones.

De nuevo, veremos mucho ganado en esta etapa.
De nuevo, veremos mucho ganado en esta etapa. / Emilio J. de los Santos

Pasados unos kilómetros, estaremos viendo en la lejanía la Sierra de Arco con Cañaveral a sus pies. Antes de alcanzar la localidad, bajamos al puente gótico de San Benito para cruzar un arroyo y posteriormente subir un repecho que nos dejará en la N-630. Por su arcén, llegamos a las primeras casa del pueblo.

Cañaveral es una localidad tranquila de unos mil habitantes. La atravesaremos en todo momento siguiendo la carretera. Tiene todos los servicios y es ideal para hacer una parada de descanso antes de tomar el ascenso a Los Castaños.

Tras pasar la gasolinera de Cañaveral, salimos de la carretera por este camino. Hay varias flechas.
Tras pasar la gasolinera de Cañaveral, salimos de la carretera por este camino. Hay varias flechas. / Google Maps

Aquí hay dos posibilidades. Al pasar una gasolinera veremos un carril de tierra que sube entre varias casas. El sendero no tiene pérdida: iremos describiendo una amplia curva y tendremos que seguir de frente en todos los cruces que nos encontremos. La señalización nos lo aclarará.

La otra opción es el camino antiguo y puede que esté más descuidado. Al pasar la gasolinera de antes, alcanzamos una rotonda siguiendo el arcén de la nacional. La tomamos a la izquierda y continuamos por la carretera hasta ver un sendero que sale por la izquierda. Veremos de frente la Ermita de San Cristóbal (el llamativo cartel sobre su puerta se encargará de dejárnoslo claro), pero justo antes de llegar a ella tomamos el sendero de tierra que parte a nuestra derecha y que nos conduce a la Fuente de la República. A unos 100 metros aproximadamente veremos que se incorpora a nuestra izquierda otro carril: es el camino descrito en el párrafo anterior.

El camino por el que subimos el Alto de los Castaños desemboca en una carretera.
El camino por el que subimos el Alto de los Castaños desemboca en una carretera. / Google Maps

A continuación comienza un ascenso suave, pero tras superar el Arroyo de Roma la inclinación aumenta. Un par de curvas (cuidado con las bifurcaciones) y estaremos remontando varias cuestas algo más exigentes por un terreno cubierto por pinos. No es un tramo largo, pero nos hará quemar el desayuno. Acabamos saliendo a la EX-109 con un club de carretera justo delante, cerca de una rotonda por la que conecta con la N-630. Estamos ya en el Alto de los Castaños.

Dehesa antes de desviarnos a Grimaldo
Dehesa antes de desviarnos a Grimaldo / Emilio J. de los Santos

A partir de aquí, iniciamos un suave descenso de unos 5 kilómetros por una zona muy agradable con un paisaje de dehesa con alcornoques. En cierto punto, una señalización recomendará a los ciclistas salir a la carretera. Se debe a que el trazado va a pasar por un par de vados por bloques de piedra.

Torre del homenaje del Castillo de Grimaldo
Torre del homenaje del Castillo de Grimaldo / Emilio J. de los Santos

Ya sólo queda desviarse hasta Grimaldo. El recorrido oficial no llega a esta localidad. Unos carteles nos mostrarán por donde ir. La aldea está a unos 600 metros. Pasamos bajo el viaducto de la A-66 y buscamos tras los patios y huertos de varias casas la incorporación a la N-630. Este punto puede que sea un poco lioso y nos obligue a improvisar cómo llegar a la carretera.

La capilla junto al Castillo de Grimaldo.
La capilla junto al Castillo de Grimaldo. / Emilio J. de los Santos

Grimaldo tiene menos de 100 habitantes. Es un pequeño pueblo que depende administrativamente de Cañaveral. Tiene un albergue muy pequeño y sencillo. La llave hay que pedirla en el bar. La población cuenta con los restos del Castillo de Grimaldo, del que se conserva en buen estado la torre del homenaje y sus aljibes. Cerca hay también una capilla gótica. Varios historiadores dicen que este conjunto defensivo es de origen musulmán, de la segunda mitad del siglo XIII, si bien los elementos que quedan en pie son del siglo XV.

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